seis

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Justo cuando Johnny comenzó a subir las escaleras, casi choca contra la maestra. Se asustaron el uno del otro y después rieron con incomodidad.

— ¿Cómo estuvo Donghyuck el día de hoy? —Johnny habló como si la pregunta pudiera ahuyentar la intranquilidad.

— Hoy estuvo mejor que ayer. Supongo que está acostumbrándose a mí —la señorita Ko sonrió —Mostró interés en las matemáticas y lo hizo genial.

— Oh, ¿de verdad?

— Parece amar los números.

Después el silencio se asentó. La maestra acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja y rió. O estaba coqueteando con él, o era muy tímida. Johnny al no conocerla bien, decidió ignorarlo.

— Espero que Donghyuck te haya pagado —Johnny rompió el silencio incómodo —Le dije que te diera el dinero en caso de que yo no llegara a tiempo.

Decir era una palabra incorrecta. Era más como escribir  lo que Johnny podía dejarle en notitas pegadas en el refri a Donghyuck para que las leyeras por su reciente discusión.

— Sí, lo hizo. Incluso me agradeció.

— Gracias a dios —Johnny suspiró con alivio. Notando la confusión de la profesora, él rio entre dientes —No sólo le gustan los números, también el dinero.

— Ya veo.

Notando que la conversación no iba hacia ninguna parte, Johnny estuvo a punto de ponerle fin. Pero la señorita Ko le dio un giro de 180 grados.

— ¿Estás regresando de tus clases?

La pregunta fue tan repentina que Johnny fue tomado por sorpresa.

— Sí, regreso en cuanto termino. Ya sabes —Johnny miro alrededor en busca de gente, aun si eran los únicos en las escaleras —Intento no dejar solo a Donghyuck por más de dos horas. Los chicos como él siempre deben ser supervisados —agregó con una risa.

— Oh, entonces debes tener hambre, ¡Regresando de clases! Conozco la vida de estudiante. Siempre con sueño y hambre.

— Exactamente.

— Entonces, ¿te gustaría ir a algún restaurante? —la pregunta de la señorita Ko tomó por sorpresa a Johnny.

— Donghyuck... —Johnny dejó salir una risa incomoda —No puedo dejarlo-

— Oh, ¡Está bien! ¡Comprendo!

— No, es-

— ¡De verdad lo siento! Acabas de decir que no puedes dejarlo solo y yo-

— Olvídalo.

La señorita Ko asintió aun si estaba visiblemente avergonzada.

— Quizá la próxima vez —Johnny agregó sin pena alguna —Como sea, te esperamos mañana a las 7AM, ¿Verdad?

— Sí —la profesora asintió de nuevo. Esta vez relajada.

Intercambiaron despedidas y Johnny continuó subiendo las escaleras. Tan pronto como quitó el seguro de la puerta y la abrió, escuchó de fondo una de esas molestas caricaturas. A Donghyuck realmente parecían gustarle, especialmente cuando sabía que la reacción de Johnny era completamente lo opuesto.

— Si fueras mi papá de verdad, llegarías más tarde —Donghyuck ni siquiera despegó la mirada del televisor al hablar —Ahora no tengo tiempo para quedarme solo.

𝖳𝗁𝖾 𝖥𝗈𝗎𝗋 𝖶𝖺𝗅𝗅𝗌 𝖮𝖿 𝖮𝗎𝗋 𝖱𝗈𝗈𝗆 || JohnhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora