....
-Quisiera inscribirme en pintura, siempre he amado dibujar- dije decidida viendo el gran cartel con todas las actividades que podíamos hacer en nuestros tiempos libres.
-Yo creo que me iré por equitación- respondió segura y con una sonrisa en su rostro.
-¿Equitación?- fruncí mi ceño.
-¡Sii! Me gusta la equitación. De hecho, cuando era pequeña mi mamá amaba llevarme a pasear en caballo- sonrió de manera nostálgica.
Sabía que la mamá de Poché había fallecido en un accidente de auto cuando ella apenas tenía 13 años, y aunque en las entrevistas que daba a diferentes canales de televisión trataba de fingir que no le afectaba, en sus ojos podía notar un profundo dolor.
Una herida que nunca había sanado... Y es que ¿Cómo se podría sanar una herida de esa magnitud?
-Si te soy sincera, a mi me dan miedo los caballos. Una vez cuando era pequeña me caí de uno y gracias al cielo no me pasó nada, pero estuve bastante cerca de quedar tiesa ese día- hablé intentando recordar aquella anécdota que me marcó tanto.
Ella me miró con gracia y pude ver como su mirada de tristeza poco a poco cambió a una muy divertida.
Esto era muy nuevo para mí, pasé de verla en comerciales, series y películas a tenerla aquí... Cerquita.
Y no voy a negar que me encantaba verla sonreír, sobretodo si la razón de sus sonrisas era yo.
-Te propongo algo- me sacó de mis pensamientos al decir eso.
-Dime.
-Si te inscribes en equitación conmigo, yo practicaré pintura contigo- dijo como si fuera la mejor idea del universo.
-Oh no, no, no, después de... De eso nunca me he montado en una de esas besti... Digo, caballos- negué con mi cabeza rápidamente.
-¡Vamos Calle! No seas aguafiestas, no permitiré que vuelvas a caerte. Yo estaré ahí para ayudarte y hacerlo contigo- hizo un puchero bastante tierno.
Rodé mis ojos y después de pensarlo durante un par de minutos acepté.
Ella hizo un baile de la victoria luego de eso y no pude evitar reír.
(...)
Después de un tiempo luego de inscribirnos, subimos a la habitación que ahora era nuestra y mis nervios por compartir ese espacio con ella poco a poco empezaban a aparecer de nuevo, pero pude controlarlos.
-¿Te quieres duchar tú primero?- pregunté.
-No, ve tú. Yo estaré aquí haciendo algunas cosas- respondió tranquila mientras tomaba su teléfono y se sentaba en su cama.
Entré al baño y me quité la ropa para ingresar a aquella gran ducha y dejar que cayera por mi cuerpo agua caliente.
Lo necesitaba, había sido un día demasiado largo, lleno de muchísimos cambios y de gratas sorpresas.
Repasé en mi mente todo lo que en Colombia había pensado hacer en caso de que las cosas salieran bien.
-Tengo que enamorarla con mis chistes, eso es lo que nos queda hacer a los feos- susurré.
Pasaron unos 10 minutos y salí del baño con mi pijama puesta, sinceramente tenía bastante sueño, pero al fijarme bien me di cuenta de que Poché no estaba en su cama.
-¿Poché?- susurré al no verla.
Pero una silueta en el balcón llamó mi atención.
Caminé poco a poco para decirle que ya se podía duchar.
Sin embargo, al estar a un metro de distancia de ella, pude notar que se encontraba llorando. No me había visto, debido a que su mirada se encontraba fija en el cielo y la mayor parte de su cuerpo me estaba dando la espalda.
Sin dudarlo y en un impulso, la abracé por detrás.
Deseaba sacar todo su dolor con un abrazo, deseaba que sus risas fueran sinceras, deseaba que esa tristeza que siempre tenía se esfumara.
Al principio se tensó pero poco a poco ella correspondió a mi gesto dándose la vuelta y abrazándome más fuerte.
-Todo va a estar bien- susurré.
-Realmente espero que sea así Calle, pero a veces lo dudo- sollozó.
-¿Por qué lo dudas?- la miré- ¿Acaso no ves lo fuerte que eres?
-Es muy fácil aparentar frente a las cámaras.
-Entonces no intentes aparentar nada frente a mí, sé tú- limpié con delicadeza una lágrima que caía por su mejilla.
-¿Por qué eres tan linda? Normalmente las personas no se preocupan por mí, creen que el dinero, la fama y un buen cumplido sobre mí cuerpo lo arregla todo.
-Yo si te veo, eso es todo- sonreí.
Estuvimos unos minutos viendo la luna, en silencio, sin emitir ninguna palabra. Hasta que ella decidió que lo mejor era entrar.
-No puede ser que solo lleve unas horas conociéndote y ya me caigas tan bien- rió mientras secaba sus lágrimas.
-Claro, es decir, ¿A quién no le caería bien una persona que cuenta tan buenas anécdotas como yo?- bromeé mientras caminaba nuevamente hacia la habitación y Poché cerraba las puertas del balcón.
-Obvio- me siguió el juego- iré... Iré a ducharme- sonrió.
Asentí y me recosté en la cama nuevamente.
Mis ojos se cerraron poco a poco y sin darme cuenta caí en un sueño profundo.
(...)
-despiértate dormilona, o llegarás tarde a tu primera clase en la Universidad- escuchaba mientras sentía cosquillas por todo mi cuerpo.
Me empecé a mover de manera inquieta.
-5 minutos más mamá- dije como pude y una carcajada se empezó a escuchar al fondo de la habitación.
-No sabía que ahora tenía una hija- respondió aquella voz.
Abrí uno de mis ojos para ver de quien se trataba y me levanté de un salto de la cama al darme cuenta de que era María José.
-Po... Poché ¿Qué haces en mi casa?- fruncí mi ceño mientras mis ojos se acostumbraban a la luz que empezaba a entrar por la ventana.
-No me digas que sufres de amnesia- abrió sus preciosos ojos más de lo normal y mi mente hizo clic rápidamente.
-Pe... Perdón es que no estoy acostumbrada- bostecé y la miré nuevamente- Buenos días- sonreí.
-Buenos días para ti también- me devolvió la sonrisa- ve a alistarte porque tenemos que entrar a clases en 30 minutos.
Asentí y salí corriendo al baño.
Si todas mis mañana serían así de ahora en adelante, estoy dispuesta a declararme la persona con más suerte en el mundo.
¿SABEN LO EMOCIONANTE QUE ES QUE EL AMOR DE TU VIDA SEA LA PRIMERA PERSONA EN DARTE LOS BUENOS DÍAS?
Yo ya estaba embobadísima.
-V.
![](https://img.wattpad.com/cover/310620723-288-k541917.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sentimiento Sempiterno (caché)
Fanfic"Esos estúpidos ojos que no salían de mi cabeza, podría pasar horas mirándolos y nunca me cansaría. Eran como un par de imanes y yo el elemento ferromagnético que se sentía atraído por ellos." Poché se sentía perdida, teniéndolo todo. Y Calle estaba...