El mundo actual contaba con la protección de un hechicero bastante fuerte que incluso logro darle el equilibro que se ignoraba tener, tanta era su fuerza y talento nato que se prohibió así mismo hacer literalmente cualquier cosa esto por el bien de...
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— ¿Una evento de convivencia? — interroga con una ligera molestia Kugisaki.
Fushiguro que había leído la invitación entregada por el director Yaga afirmaba con un asentimiento de cabeza hacia la pregunta de su compañera.
— Suena como una pérdida de tiempo— se quejó—. Mejor deberíamos irnos los tres al centro de Tokio comprar unas cuantas cosas que necesito y revisare si ya me autorizaron mi tarjeta de débito.
La única chica de ese trio comenzó a crear sus futuros planes con una sonrisa de triunfo ignorando que ambos chicos la miraban con cierta preocupación y fastidio.
El fastidio era de Fushiguro que estaba totalmente seguro que aquella solicitud la rechazarían por ende la fémina hará una rabieta enorme llamando la atención más de lo debido y avergonzándolo por supuesto.
La preocupación venia de Itadori porque el sería el burro de carga para las no sanas compras de la chica y posiblemente sería el saco de arena que recibiría los golpes de molestia de Kugisaki.
Ambos chicos se miraron por una fracción de segundo antes de ser descubiertos por Kugisaki y al instante hablaron al unísono.
— El evento de convivencia.
Fushiguro lo dijo de una forma neutra Itadori lo dijo como si fuera la salvación de su ejecución.
— ¿Hah? ¡Prefieren ir a convivir con todos los senpai y los de Kioto que ir de compras conmigo!
Ninguno contesto.
— ¡Los que callan otorgan, malditos! — su enojo se reflejó en su cuerpo que comenzaba a amenazar al único costal de papas, Yuji.
El pelirosa reaccionó de inmediato ante la hostilidad de su amiga y por reflejos de supervivencia ejecuto un sorpréndete salto de cinco metros hacia arriba desapareciendo entre las espesas ramas de los árboles que estaban en esa zona.
— ¡Agh! ¡Maldito gorila atleta!
— ¡¿Por qué siempre soy yo?! — la voz de Yuji se escuchó en algún punto de las ramas— También esta Fushiguro.
«Traidor» pensó el nombrado mientras una vena de molestia se reflejaba en su sien sintiendo por unos segundos la mirada colérica de la chica y de inmediato fingió demencia leyendo hasta las últimas letras pequeñas de la invitación.
La chica gruño, necesitaba desatar su ira con alguien si o si.
— ¡Baja ahora mismo! — grito mirando de un lugar a otro entre ese mar de hojas de árbol ya que el peli rosa había logrado esconderse bastante bien dejando solo su voz como evidencia de su presencia.
— No. Porque me golpearas. — Su voz adopto un tono ligeramente burlesco al saber que la chica no tenía la más mínima idea de donde estaba.
Mientras la chica seguía buscándolo por todo ese mar de hojas verdes Fushiguro observo como Itadori en realidad estaba justo detrás de ella pero sin tocar el suelo, estaba colgado cabeza abajo sus piernas siendo los candiles fuertes para evitar un accidente.