Cap.1 - Ambiente nuevo.

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Capítulo 1 - Ambiente nuevo.

Me arrepiento un poco al notar lo cerca que estamos de la universidad. No me mal interpreten, me parece que será una buena experiencia, sólo estoy nerviosa por mis compañeras.

Explico, en el primer año de secundaria nos mudamos de California para acá y en vez de entrar a una secundaria normal ingresé a un internado. En fin, mi primera compañera hacía vudú, la segunda traía chicos a la habitación y tenía el "asunto" con ellos; no le importaba si yo estaba ahí o no. La tercera, y última, fue la más normal al principio. Luego descubrí que en las noches era de esas acosadoras compulsivas, tenía un montón de mechones de cabello de varias personas debajo de su cama.

Clavo las uñas en el asiento cuando veo que Karen entra en la zona de aparcamiento.

No quiero bajar. No quiero bajar. No quiero bajar. No quiero bajar. No quiero bajar.

— Ya llegamos — Dice Karen y aparca su deportivo azul en un sitio libre. Voltea para mirarme —. No va a ser tan malo, Kelsey. Te vas a divertir y a hacer amigas.

— Claro que no, mi compañera será otra loca que va a tratar de matarme. No saldré de este auto nunca y no hay forma de que me hagas cambiar de opinión —. Mi comentario borra la sonrisa de su rostro.

— Si no sales del auto en los próximos... —. Mira su reloj — treinta segundos, voy a patearte hasta que sangres y llores y así mantengas alejada a cualquier tipo de personas que te quiera hablar.

Salgo del auto.

— Deberías de usar ese método todo el tiempo — Aconsejo tomando mi cartera marrón que, según yo, es bonita.

— Tenemos que ir a tu departamento — Dice, sacando una hoja de el bolsillo delantero de sus jeans —. Está cerca de una cafetería y tiene una buena vista.

— Si tú lo dices —. Me encojo de hombros.

— Recuerda que mañana te traigo tus cosas. Tal vez compre un café después de llevarte a tu departamento.

— Después de llevarme al infierno, mejor dicho — Corrijo —. Y yo puedo ir sola, Karen —. Le quito el papelillo de las manos.

— Bueno, estoy segura que el infierno esta cerca.

— Al fin entiendes —. Besa mi frente y se va, creo, a comprar el café.

Se supone que está cerca de aquí.

Comienzo a caminar hacia adelante, derecho, aunque no tengo ni idea de donde está el departamento.

La peor cosa del mundo es caminar sola, creo yo, pero no iba a dejar que Karen viera que me gusta el departamento. Lo vi en internet y de verdad es muy bonito y organizado. Al menos se ve bonito y organizado en la foto que tomaron el año pasado.

No tengo ni idea de donde estoy pero aún no estoy perdida porque soy optimista.

***

Oficialmente estoy perdida. ¿Museo de Artes? Interesante. Pero no parece estar cerca de mi edificio.

— ¿Perdida? — Dice una voz masculina detrás de mí, tocando mi hombro. Me volteo y observo a un rubio de ojos almendrados, de nariz pequeña y ojos grandes —. Soy Troy y te puedo ayudar — Guiña el ojo —. ¿Perdida? — Repite.

— No, es solo que... bueno, sí, estoy perdida —. Admito —. Hmm, ¿sabes dónde están los departamentos? Olvídalo, es obvio que sabes donde están los departamentos... ¿el edificio cuatri? —. Hasta yo estoy sorprendida de que mi voz no tembló.

— Yo vivo ahí — Dice y sonríe —, es por aquí —. Señala un camino de césped y flores. Comienza a caminar y yo lo sigo —. ¿Que departamento?

— El doscientos cuarenta y siete. ¿Por casualidad conoces a quien vive ahí?

— ¿Nerviosa? —. Asiento, avergonzada — No están locas, tranquila, pero juntas son un poco locas. En el sentido de que les gustan las fiestas — Explica. Y murmura algo que no pude entender, pero decidí no preguntar.

Me gustan las fiestas —. Mentira —, siempre voy a las de mis vecinos —. Mentira —. Conocí a mi ex novio en una de ellas —. Más mentira —. Probablemente por ello me engañó con una zorra —. Eso sí es verdad.

Para ser sincera, los jardines y la decoración de aquí es bastante buena, los chicos son lindos... creo que sobreviviré por un tiempo.

Gracias a los comentarios de Troy y lo que opina de las esculturas y de los chicos que pasan saludándolo, lo único que puedo hacer es reír. Me agrada Troy, y no es feo. Es solo que, no sé, no tiene ese toque que hace que termines de sentirte atraída.

— Ya llegamos — Avisa y abre una puerta hermosa para entrar a un edificio hermoso lleno de chicos hermosos y chicas... agradables.

La decoración es buena. Las paredes son de un color blanco y el suelo de madera oscura, las puertas de madera clara, menos una. Una puerta rosada, negra y blanca, en la que Troy deja de caminar.

— No, no, no, no, no — Digo, dando la vuelta con ánimos de regresar a la entrada —. No entraré ahí, jamás —. Troy abre la puerta y me toma de la cintura, levantándome del suelo. Cierro los ojos y él me mete y cierra la puerta detrás de mí.

Rosado, rosado, rosado. Voy a vomitar. Abro los ojos lentamente, preparada para lo peor. Solo que, no era todo rosado. Algo llamó totalmente mi atención, el departamento estaba dividido en cuatro partes. Una parte completamente rosada, vaya. La otra parte es completamente negra, apuesto que si la ves en fotos dirías que son dos habitaciones distintas. La tercera parte está llena de colores distintos y la cuarta parte, que supongo que es la mia, está igual que en la página de la Universidad. Hasta el suelo de cada parte es de diferentes colores.

— Oye, despierta — Dice Troy y noto que las otras tres chicas estaban de pie delante de mí

— Lo siento. Soy Kelsie — Me presento, colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

— Yo soy Amanda — Responde la chica rosa y me abraza como si fuera su mejor amiga.

Ojos verdes y cabello rubio que te cagas de hermoso. Su cuerpo es esbelto al igual que la chica de negro.

— Yo soy Melanie —. Espera, son gemelas. La chica Rosa y la chica negro son gemelas —. Sí — Dice, cómo si ubiese leído mi mente y vuelve a su cama a leer, lo que reconocí como Orgullo y perjuicio.

— Yo soy Palmer. Lo mejor es que no las juzgues por como se visten, ella no es nada rosa — Aconseja la chica colores y se va a sentar a su cama. Ella, como las gemelas, tiene el cabello rubio, solo que ella tiene los ojos un poco más oscuros.

Ahora es que me doy cuenta de que es muy grande y que tiene una ¿segunda planta? No imaginé que tendría una segunda planta.

— ¿Que hay arriba? — Le pregunto a Palmer.

— La cocina y la sala de estar, no la usamos mucho, para ser sincera.

— Creo que mejor me voy — Dice Troy, que se notaba incomodo debido a como movía sus pies de un lado al otro sin ningún rumbo que seguir.

— ¿Tan rápido? Esperaba que me enseñaras el campus.

— ¿Que tal... si paso por ti más tarde y vamos a comer algo? — Sugirió, apoyando el brazo en la pared de manera coqueta.

— Es una cita — Bromea Palmer desde su cama.

— ¿Cita? Sólo si así lo quiere — Dice Troy.

— Prefiero algo mas del tipo informal. ¿Qué tal helados? — Propongo, realmente no quiero ir a una cita con él, sólo quiero un amigo.

— Perfecto. Helados serán. ¿A las tres?

— A las tres — Confirmo.

***

N/A:

Hola, hermosos! Esta es la primera historia que subo a wattpad y me encantaría que me apoyaran al votar y comentar su opinión.

Bye.

I Still Want You #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora