Cap. 7 - Guardando secretos.

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Capítulo 7 - Guardando secretos.

- ¿Disculpa?

- Que estoy aquí para decirte porque Cole no tiene sexo.

- Yo... -. Suspiré y cerré los ojos por unos cuantos segundos - Créeme que quiero saber, pero eso es algo muy... personal. El me lo ha dicho y... No sería capaz de escucharlo, en estas circunstancias. Cuando el me lo quiera decir, me lo dirá.

- Tienes razón. Pero... Es que...

- Es que nada, ¿de acuerdo? - Lo interrumpí.

- De acuerdo - Dijo mirando el suelo y devolviendose por donde había venido.

Suspiro, sabiendo que lo siguiente traería consecuencias.

- Oh... Voy a arrepentirme de esto... - Murmuré y corrí tras de Paul, le tomé del brazo, haciéndolo girar. Al verme, frunció el ceño - Si eso te hace feliz... dimelo.

Se que sólo fue una excusa, porque de veras quería saber.

- ¿Qué? No. Ahora te jodes.

- No hagas que te ruegue, Paul.

- Ya no seré el cretino que le dice a la chica el gran secreto de su amigo.

- Bueno... ¿Si te digo algunos secretos, tu dirás el suyo?

- Te escucho - Dijo, se cruzó de brazos y me miró desde arriba.

- Hmm... Veamos... Eh, apenas vi a Cole dije "Qué chico", creo que eres un increíble besador, pero no eres mi tipo; jamás antes había ido a una fiesta... Bueno si, pero jamás había tomado alcohol. Fiu... ¿ya me dirás?

- Bueno... Nop.

- ¡Vamos! Te dije... ¿cuatro? secretos. Al menos, dime la mitad de la historia.

- Eh, cálmate; era una broma. Bueno, todo empezó en la secundaria - Dijo y nos sentamos en el césped - En ese entonces el se acostaba con... aproximadamente cuatro chicas por semana -. Fruncí el ceño -, cuando estaba cansado -. Rió melancólico - Cada chica estaba informada de lo imbécil que era. Al menos eso se suponía.

- Deja de hacerte el maldito misterioso y habla de una puta vez.

- Seguiré haciendo eso, perra. En fin, una chica no lo sabía; era nueva en la ciudad. A Cole no le tomo mas de dos días entrar a sus pantalones. Cuando pasó el fin de semana, y volvieron las clases, ella tomó a Cole y lo besó profundamente. El la apartó de inmediato y comenzó a reír. Camille, la chica, lloró. El le dijo exactamente estas palabras: "¿Qué haces besándome número setenta y ocho?"; como los cretinos que éramos reímos todos. Luego de unos días la encontraron colgada en su habitación, con una nota en su mano.

Yo me tapé la boca con mi mano apenas escuche eso.

- ¿Q-qué decía la nota? - Dije al cabo de unos minutos.

- No lo recuerdo. Pero, desde ese día, Cole no es el mismo. No volvió a acostarse con ninguna otra chica. Y, esto no tiene nada que ver pero, le gustas, Kelsey. No lo ha dicho, ni creo que lo sepa, pero así es. Por eso te lo digo. Desde ese momento no le gusta nadie más.

- Wow...

- Lo se. Ahora somos dos personas las que conocen este secreto. Aparte de Cole, obviamente. No se lo digas a nadie, o... no se lo que me haría Cole.

- Ahora creo que me arrepiento... - Dije cubriéndome la cara - Pensé que tenía algo que ver con las peleas.

- No, el solo pelea para darle dinero a su madre. Al separarse sus padres, gran parte del dinero fue a su padre. Marry Ann, su madre, perdió muchas cosas. Cole entro a esta universidad gracias al deporte y a sus notas. Con las peleas le da dinero a su madre, y paga la renta de los apartemos de aquí.

I Still Want You #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora