I Still Want You #PGP2016

Cap. 30 - Lo -¡hip!- siento.

Cap. 30 - Lo -¡hip!- siento. El capítulo contiene escenas sexuales, se recomienda discreción.

Me tambaleo hasta el edificio trece.

La botella está casi vacía. Lo admito, puede que le haya echado a unos chicos besándose... un par de veces.

Parpadeo repetidamente. Y entro al edificio. Creo que es este, recuerdo que la otra vez habían chicos con atuendos deportivos, y aquí hay.

Pregunto varias veces por Cole, como he echo anteriormente, pero nadie sabe dónde vive. O no quieren decirme.

Veo a un chico de cabello marrón y ojos almendrados. Me acerco — ¿De casualidad sabes dónde-? ¡Jack!

Sonríe al igual que yo.

— Hola, Kelsey — Dice con media sonrisa, rascándose la cabeza. Se ve muy tierno.

— ¿Qué haces aquí? — Digo, esforzándome por pronunciar bien las palabras.

— Venía a reunirme con los chicos — Dice casi automáticamente — Creo que es más importante el por qué tú estás aquí. O mejor dicho, por qué estás aquí en ese estado.

— Bueno, creo que peleé con Cole pero no recuerdo por qué, así que vine a preguntarle —. Sonrío.

— ¿Sabes lo tonto que suena eso? —. Baja la cabeza riendo un poco.

Frunzo el ceño y hago un puchero. Le doy un suave golpe en el pecho.

— ¿Crees que soy tonta?

Abre los ojos como platos — ¡No!, no decía que tú eras tonta sino que... — Suspira — Olvídalo.

— Olvidado —. Sonrío.

Hablamos por unos minutos más.

— Uh, creo que lo mejor es que vayas a casa y descanses. Mañana hay clases, ¿recuerdas?

— Oh, carajo. No me acordaba de eso para nada.

— Ven, te llevo — Dice con una voz dulce como el almíbar.

— Sí, es lo mejor — Digo alargando las vocales.

Me llevo la botella a la boca pero él me la quita de las manos — No.

Hago un puchero.

— Ay, no me mires así. Si ahora estás mal, imagínate cómo estarás si sigues tomando —. Ruedo los ojos y me cruzo de brazos.

— Está bien — Digo entre dientes.

— Mira, no sé tú, pero el único método para bajar la borrachera que conozco es darse una ducha fría.

— Ay, no. Mi departamento está muy lejos.

— El mío no tanto, ¿quieres ir?

— Como sea.

En unos minutos llegamos a su edificio. Entramos al cuarto departamento a la derecha.

Abre la puerta en silencio.

— Ya no quiero, tengo frío.

— Ya viniste, te tienes que bajar la borrachera.

— No quiero — Digo.

— Tienes que bajarte la borrachera, Kelsey.

— Agh.

Entra al baño. Me mete a la ducha y abre el grifo de agua fría debajo de mí.