Capítulo 8

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Cerré la puerta y decidí bañarme. Eran las 5:37 y decidí ir al Centro Comercial, la verdad, no quería quedarme en el apartamento con un hermano quemado, obligándome a que le dibuje sus faltantes cejas.

Me vestí (Ropa en multimedia) Y preparé mi bolso con dinero y mi        !Phone. Bajé las escaleras, con cuidado de no hacer ruido para que el neardental no me escuchara. Bajé de tres en tres escalones, hasta llegar a la sala principal.

Cuando estaba llegando a la puerta, escucho un ruido detrás de mi. Volteo, y me encuentro a mi hermano, con las cejas pintadas con marcador, con un espejo de mano, y con los brazos cruzados.

- Hermanita ! A donde se supone que vas ?- Me dijo mirándome con recelo.

Hice un ¡GRAN! esfuerzo por contener la risa, lo cual no funcionó.

Mi carcajada se debió escuchar hasta en Japón, me doblé el cuerpo y, hasta me tube que tirar en el sofá. Así estuve como por 15 minutos, hasta que mi hermano se cansó de estar parado viendo como me divertía con su desgracia.

- Ok, ok. Responde mi puta pregunta. A donde vas, a estas horas.

- A ver.-me enderecé en mi asiento- 1. Creo que en ves de cejas te dibujaste una ardilla allí arriba. 2.Creo que el marcador, quemó la única neurona sobreviviente en tu cabeza de cucaracha, y 3. Son las 5:43 pm. No es como si fueran las 11:00 pm. Además, yo soy mayorcita ya y creo, que un viaje al Centro Comercial no me matará. Además, no me pienso quedar acá, viendo a un idiota hecho cenizas.

Tomé el pestillo de la puerta, lo giré y salí, lo más rápido que pude, haciendo a mi hermano chocar su nariz contra la puerta.

-¿¡QUE MIERDA TIENES EN CONTRA DE MI PRECIOSA NARIZ!?- Gritó atravéz de la puerta, lloriqueando.

-No llores marica- Le respondí a mi hermano.

Decidí caminar, ya que el Centro Comercial, donde me encontré con Laura por primera vez. Esa chica, de verdad me cayó bien. No es como las Putas plásticas que he conocido, ella sin embargo, se parece a mi, en carácter.

Caminé unas cuatro cuadras hasta llegar a una de las entradas del centro comercial. Entré a una tienda da zapatos y me compre unos Supra Rojos. Me encantan estos zapatos, aunque no cambio a los Converse por nada.

Seguí caminando hasta divisar la tienda de gorras, en la que me encontré a el pesado. Entré, y tomé un par de gorras OBEY y una con Fuck You escrito en Rojo y negro. Me enamoré en el momento en que la vi. Pero, como es de costumbre, al tomarla, la Hermosa gorra desapareció gracias a una mano. No puede ser que esto me está pasando a mi...No otra vez...

-¿¡SERÁ QUE PUEDO ENTRAR A ESTA PUTA TIENDA, SIN TENER QUE PERSEGUIR, GOLPEAR O NOCLEAR A ALGUIEN PARA OBTENER UNA PINCHE GORRA!?- Dije/Grité con los ojos cerrados. Al abrirlos me paralicé.

Señorita SarcasmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora