Capítulo 21

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Me quedé pensando por un rato en Matt, el chico raro. Primero me lo encuentro en la tienda de gorras, y luego aquí en el colegio. De todas las personas del mundo, justamente a el me lo tengo que encntrar. No se si es que yo estoy siendo extremadamente dramática, o es simplemente coinsidencia.

Pero bueno, hay cosas más importantes en que pensar, como por ejemplo, que en la clase en la que estoy por entrar, tenía un examen, para el que no estudié. Díganme ustedes, ¿Es que no existe una consiente, solidaria y comprensiva persona en el mundo que vele por los estudiantes? De tantas cosas que tengo en la cabeza, voy a explotar. Lo juro.

Alejé todos mis pensamientos para entrar al salón, esperando que  a la profesora de Literatura la arrollara un autobus para no tener que presentar ese examen, pero todas mis esperanzas cayeron cuando detrás de mi, aparece la profesora, vieja malumorada. Me senté en la última fila, buscando oportunidades de sacar mis apuntes o preguntarle a cualquiera sin ser vista. Estube a punto de sentarme, cuando la ancestra, conocida como la profesora, me llamó.

-Señorita Parcker, usted no va a ocupar ese lugar durante el examen. Cambie de lugar con el Señor Hudson. -Dijo señalando a el típico nerd con los anteojos en la punta de la naríz que se encontraba en la primera fila, justo al frente de el escritorio de la profesora.

Maldije en mi mente y deseé en lo más profundo de mi , tener y ser la conductora de un jodido autobus. No creo que sea necesario explicar para que.

Me paré de mi haciento y recogí mis cosas.

-Como quiera ancestra...Digo, profesora.- Para mi fortuna, casi nadie escuchó eso, solo algunas personas que estaban cerca mio, las cuales estallaron en un carcajada. No saben cuanto odiaba a esta profesora, pero en momentos como estos, en los que ella se esmeraba en hacerme la vida cuadritos, recuerdo que ella tine un pie aquí y uno en la tumba. Pues, tenía como ciento ciencuenta años.

El ñoño y yo cambiamos de lugar y en ningún momento dejé de mirar a la puta profesora, fulminandola con la mirada. En estos días la veremos en el museo.

Sacó un montón de papeles, y me los entregó, pues yo estaba justo frente a su escritorio.

-Hágame el favor de repartir los exámenes, si es tan amable Señorita Parcker.- Me dijo entregándome el montón de papeles con una sonrisa mś falsa que la naríz de Megan.

-Por supuesto Señora Denovan.- O Satanas, como la llamaba yo.

Me paré y empecé a repartir los exámenes a todos. Cuando terminé, regresé a mi asiento y me empeñé en exprimir mi cerebro para responder todo el cuestionaria de esta hoja. Me tengo que concentrar, pero no podía.

Conté todos los azulejos del piso, pensé en todas las maneras diferentes de escapar sin que nadie se diera cuenta, pero por más que lo intentaba, no pude conseguir ninguna respuesta para el examen. Lo único que pude resolver, fue la parte de marque con "X" pues, lo hice al azar.

Cuando pensé que no se podía poner peor. Sonó el tiembre. Era la primera vez que no me alegraba al escuchar el sonido del timbre.

-Muy bien, entréguenme los examenes. Se les acabó el tiempo.

Entregué mi examamen de primera y salí de ese salón lo más rápido que pude. Era la hora del almuerzo, así que me fui al encuentro con mis amigos. Entré a la cafetería y vi a mis amigos sentados en la mesa de siempre. Estaban Bryan, Laura y...¿Jace?, además, estaba la chicle de Megan, sentada en el regazo del neuronas muertas de Jace.Bryan y Laura parecían muy incómodos ante esta situación, a ellos tampoco les agradaba Megan.

Ninguno me había visto aún.

Decidí ir a la fila para la comida, era tan desagradabe la imagen de Jace y Megan que me dispuse a hacer todo lo posible por estar lejos de ellos. Mientras esperaba, sentí que me pusieron una mano en el hombro, y al voltearme, me encontré con unos ojos azules intensos y una sonrisa que reconocí al instante.




Señorita SarcasmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora