𝕊𝕎𝔼𝔼𝕋 ℂℍ𝔸𝕆𝕊 - SeongJoong/WooSan [EDITANDO]

terror

TW: abuso sexual, violencia, acoso

WOOYOUNG NARRA

Luego de salir corriendo de la casa de San, fui a un parque quedaba cerca. Estaba entrando en un ataque de ansiedad y necesitaba pararme en algún sitio, no podía llegar así a mi casa. Me senté en un banco y comencé a respirar y pensar. No quería preocupar a San, pero hay muchas cosas que están ocupando mi mente y necesito espacio. Primero, Seonghwa; todavía no entiendo bien qué fue lo que hice mal. Luego está Hongjoong; siento que se está hartando de mí y por eso ha estado tan distante últimamente. Por último, San; pienso que él también se está hartando de mí, que ya no me quiere.

Estoy sobrepensando de nuevo, otra vez siento que no le importo a nadie y que no merezco el amor de nadie. Estoy cansado de pensar así, pero es algo que no puedo evitar. Comencé a temblar y a llorar; el aire no me llegaba a los pulmones, empecé a contar del 1 al 10 ya que eso me calmaba normalmente. Inhalaba y exhalaba, mi respiración se comenzó a regular y ya me sentía mejor. Me quedé un tiempo más en el parque y luego decidí ir a caminar por las calles.

No me había dado cuenta de que ya era de noche y seguía vagando por la ciudad. Estaba tan distraído y no me fijé por dónde iba; ahora estaba perdido. Aparentemente me había metido en uno de los barrios no tan buenos de la ciudad, ahora realmente estaba asustado.

-Pero qué tenemos por aquí...-salté exaltado luego de que alguien me susurró en la oreja. Esto no está pasando.-Oye, niño bonito, ¿qué hace alguien como tú por estos lados?-sentí como el tipo pasó su lengua por mi oreja luego de decir esto. Estaba petrificado en mi lugar, quería que esto fuera una pesadilla. Me di la vuelta para enfrentar al asqueroso.-Oh, en serio me gané la lotería contigo.-dijo mientras me empujó juntando nuestro cuerpos, me sentía sucio, solo podía pensar en San y en cuánto me arrepentía de irme de su casa sin explicaciones.-¿Por qué no hablas dulzura?-dijo para luego golpearme en la cara.

-Yo....yo....

-Eres muy lindo, ¿sabes? ¿Por qué no me acompañas? Te haré llegar al cielo.-me acercó y trató de besarme, pero una bocina interrumpió (afortunadamente). Un hombre que se me hacía familiar salió del carro.

-¡Oye! Jae, suelta al chico. ¡Ahora!-el tipo me soltó y se fue por un callejón.

-Muchas gracias señor....no quiero ni imaginarme lo que hubiera pasado si no intervenía.

-No te preocupes. Young, ¿no me reconoces?-lo miré extrañado ya que hace tiempo nadie lo llamaba por ese nombre y no tenía ni idea de quién era ese señor.

-Ehhhh, la verdad no...

-Soy amigo de tu madre, solía cuidarte cuando ibas al museo, ¿Shindong?

-Ohhh, sí, ya lo recuerdo.-dije terminando con una sonrisa.

-¿Y qué haces de este lado de la ciudad?

-Pues, habían muchas cosas en mi cabeza así que comencé a caminar y sin darme cuenta llegué aquí.

-¿Y qué podría estar atormentando a un chico de tu edad?-me quedé callado.-Sabes, cuando me siento arrollado o que mis pensamientos me consumen, suelo ir a un club cerca, ¿te interesa ir?

Acepté ir con él porque primero, no sabía dónde estaba y segundo, él era la única persona que más o menos conocía cerca de este lugar.

Llegamos al club y la verdad era un ambiente agradable; la música no estaba tan fuerte, habían personas en la pista, pero no exageradamente. Además, habían muebles y salas privadas para los que no desearan bailar. Le dije a Shindong si podíamos ir a unos de los salones privados ya que no quería estar con muchas personas, no me ayudaba para nada a mi ansiedad. Shindong fue a buscar unas bebidas y cuando volvió, nos dirigimos a uno de los salones.

-Y dime Young, ¿cómo han estado? Hace mucho que no sé nada de tu madre.

-Todo bien, casi no veo a mamá, pero tengo entendido que está en el clímax de su carrera.

-¿Qué tal tú?-dijo en un tono que no me gustó para nada mientras se me acercaba más y más.

-Ehm, pues yo bien, saco buenas calificaciones y tengo una vida normal de un adolescente.-dije algo nervioso alejándome lo más posible, lo cual fracasó ya que igual se seguía acercando.

-Y...¿qué tal tu vida amorosa?-dijo mientras me miraba de arriba hacia abajo.

-Tengo un novio que amo mucho, llevamos varios años juntos de hecho.-comencé a beber de lo que Shindong trajo, era una bebida con alcohol, no me gustó mucho, pero me estaba ayudando a relajarme.

-Qué suerte tiene ese novio tuyo, eres un chico muy bonito.-estaba acercando su mano a mi rostro, yo estaba petrificado, no sabía cómo responder ni qué hacer, mi mente estaba en blanco. Nunca había estado en esta situación. Me metí tanto en mis pensamientos que no noté cuando este me agarró por la nuca y comenzó a besarme. Cuando caí en cuenta de lo que estaba pasando, traté de alejarme, pero no pude, él era más fuerte que yo. Comencé a golpearlo, pero él seguía besándome y siguió por el cuello.

-¡Suéltame! ¡Déjame ir! Por favor...

-¡Cállate putita! Esta noche, tú eres mío.-luego de decir esto, comenzó a desvestirme; traté de luchar, pero había algo que no me permitía, me sentía mareado y sin fuerzas. Fui perdiendo la conciencia, ya no sabía que ese tipo asqueroso estaba haciendo con mi cuerpo, yo no sentía nada y por fin, me desmayé.

Cuando abrí los ojos, me encontraba en una playa, no sabía en dónde estaba y me dolía todo el cuerpo. Lloré, lloré demasiado, lloré y grité, pero solo las olas del mar me escuchaban. Me sentía sucio, estaba manchado, era asqueroso, ahora nadie me va a querer. Todo esto fue mi culpa, si me hubiera protegido mejor, si no me hubiera ido de la casa de San, si no me hubiera distraído, nada, nada hubiera pasado. Ya cuando me calmé, llamé a la primera persona que pensé: San.

Ver a San fue como ver una luz al final del túnel, con él me sentía seguro, le confiaría mi vida entera, él es mi refugio, pero no le podía decir nada de lo que me había pasado, me iba a odiar, yo era repugnante ahora, ¿quién me iba a desear así? Traté de ocultar todo el dolor que sentía durante el viaje de la playa a su casa, pero San me conoce muy bien hasta más de lo que yo conozco, él sabe que le estoy ocultando algo. No quiero contárselo, no puedo, no quiero que me aleje... no puedo perderlo.