𝕊𝕎𝔼𝔼𝕋 ℂℍ𝔸𝕆𝕊 - SeongJoong/WooSan [EDITANDO]

solo tienes que estar

—Deberías hacerle caso a tu amigo...

Al escuchar esa voz, ambos nos volteamos. Me sorprendí al verla aquí, ella nunca estaba aquí tan temprano, y menos un viernes.

—Mamá...

Ella se acercó a nosotros, su cuerpo se notaba tenso, tenía los puños cerrados con los nudillos blancos de lo fuerte que estaba apretando, sus ojos estaban aguados y tenían un brillo, estaba enojada, lo podía notar por su postura y sus gestos.

—Mamá, yo–

Esperaba de todo, menos que mi madre corriera a mis brazos y comenzara a llorar, casi igual que yo hace unas horas atrás. No estaba acostumbrado a esta parte cálida de ella, pero sentir sus brazos rodeándome, me reconfortó de una manera que solo una madre lo puede hacer. Empecé a llorar nuevamente y me aferré más al abrazo, la necesitaba tanto estos últimos meses. Ella me acariciaba la cabeza, así como hacía cuando era niño, me tranquilizó de una manera sorprendente.

—Mi bebé... Dios, ¿cuánto tiempo lleva pasando esto?

—Unos... ¿cuatro meses?–ella se separó del abrazo para observarme con una cara de sorpresa y terror.

—¿¡Cuatro meses!? ¡Dios, Wooyoung! ¿Llevas soportando esto por tanto tiempo?–ella no podía dejar de derramar lágrimas.

—Sí...–bajé la cabeza algo apenado.

—Dime su nombre...–su ánimo había cambiado por completo, ahora estaba enojada y seria, pero en sus ojos seguían las lágrimas.

—No quiero meterte en problemas...

—Wooyoung... no estás supuesto a protegerme, ese es mi trabajo, por favor, dime quién es...

Me quedé unos segundos callado, tenía miedo de siquiera decir su nombre, me aterraba lo que pudiera pasar, me sentía un cobarde por no haber podido resolver solo mis problemas.

—Shindong...

—¡¿Shindong?! Ese maldito imbécil...–mi madre se separó del abrazo para tomar sus llaves y dirigirse a la puerta.

—¡Espera mamá! ¿Qué vas a hacer?

—Algo que tuve que hacer hace tiempo. Hongjoong, cuídalo en los que regreso, tenemos que hablar amor...–se acercó una segunda vez a mí para volver a unirnos en un abrazo.—Lo siento bebé, lo siento tanto...–sentí su voz quebrarse, empezaría a llorar nuevamente; luego de estas palabras, salió por la puerta.

Nos quedamos en silencio, Hongjoong se acercó a mí y volvió a envolverme en un abrazo lleno de cariño. Apreciaba tanto tenerlo a mi lado.

—Tú... ¿piensas decírselo a San?

Esa pregunta me cayó como un balde de agua fría; no quería que San me odiara, ¿y si sentía asco luego de que se lo contara? No, San no era así, pero yo me siento sucio, no quiero que me toque  no quiero ensuciarlo a él también. Sin darme cuenta, lágrimas volvieron a salir de mis ojos.

—Tengo miedo, Joong...

—¿A qué le temes, Woo?

—Yo... no quiero que él lo sepa, tengo miedo de... que no me deseé, que ya no quiera estar conmigo...

—Sabes bien que San no es así, sé que el seguirá amándote después de que le digas, él te ama demasiado como para dejarte ir... Woonie, esto no es tu culpa, no es algo que pudieras controlar, sé que San será tu mayor apoyo si se lo cuentas... él siempre se ha preocupado por tu bienestar...

Esas palabras hicieron que me corazón latiera rápidamente, eso causaba San en mí, mi amor por él era tan intenso que me dolía alejarlo. San ha hecho tanto por mí, me ha protegido desde que me conoce y nunca me he sentido tan seguro con alguien como lo he hecho con él. En lo que Hongjoong y yo nos abrazábamos, alguien tocó la puerta, pensé que era mi mamá ya que salió tan apresurada que quizás se le había quedado la llave. Abrí la puerta sin antes revisar quien era, me sorprendí al ver a San parado en la puerta. Tenía una sonrisa que luego se desvaneció al verme en tal estado. Lo dejé pasar y él seguía con su cara de preocupación.