¡trece!

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— ¿Entonces te besaste con Riki y por eso se han estado evitando todo este tiempo? — Jay preguntó intentando retener la carcajada en su garganta para no hacer sentir peor a Heeseung

— ¡Jay! Te cuento esto a ti porque no tengo más amigos aparte de Riki y Jungwon,  así que comportate como tal — se quejo el más bajo mientras escondía cabeza entre sus piernas. Ambos se encontraban sentados en la vereda del frente de la escuela esperando por el timbre de entrada.

Jay se había sorprendido cuando el chico lo había llamado para pedirle verse antes de la escuela, en primer lugar pensó que había algo mal con Jungwon y en realidad por eso había sacrificado preciadas horas de sueño para encontrarse con Heeseung. Pero nunca se imaginaba que detrás de la petición de su amigo se encontraba el chisme que más le interesaba en la vida. En resumen Heeseung y Riki se habían besado pero ninguno de los dos quería tocar el tema y comenzaron a evitarse mutuamente. Idiotas.

— Pero ¿fue solo un beso? No deberían tomarle tanta importancia — intento ayudar, aunque en realidad no tuviera idea de que decir, el no era bueno dando consejos sobre amor ya que tampoco tenía mucha experiencia y llevaba gustando la misma persona por más de cinco años.

— No fue solo un beso...— murmuró su amigo comenzando a sonrojarse. Las neuronas de Jay hicieron corte circuito llevando su mente en otra dirección e intentando frenar inmediatamente esos pensamientos.

— No me digas que tú y el...— Heeseung no lo dejo continuar ya que golpeó su hombro para que se callara, lo que el pelinegro pensaba decir lo había avergonzado muchísimo más.

— ¡No seas pervertido! No es eso — le reclamó el mayor.

— ¿Entonces que? Si solo fue un beso deberían hablarlo y dejarse de tonteras — bufó ya aburrido, el no era ningún psicólogo o algo por el estilo.

— ¡No puedo hacer eso! Porque cada vez que lo tengo cerca me recuerdo de ese día y me muero de la vergüenza — hablo lastimosamente — Tu no entiendes.

— Claro que no entiendo ¿Tengo cara de ser experto en amor?

— No. Tienes cara de estar enamorado de Jungwon pero te da tanto miedo decírselo que te escondes y solo aceptas ser su amigo — atacó el mayor arrugando su frente.

— Touché — hablo el pelinegro totalmente ofendido pero también identificado

— No quiero perder la amistad de Riki, es mi mejor amigo — podía notar la tristeza en la voz de Heeseung y lo comprendía muy bien. El escondía tan bien sus sentimientos por Jungwon por miedo a no tenerlo, prefería mil veces solo ser su amigo que perderlo para siempre.

— Entonces habla con el, si ambos huyen y se esconde no van a solucionar nada. Si esperas que Riki te hable primero estás en lo equivocado porque el de seguro está esperando lo mismo. Pero también creo que deberías poner en orden tus sentimientos ¿Te gusta Riki? Si tu respuesta es sí, lo mejor que podrías hacer por ti es dejarle claro que ya no lo quieres solo como amigo y si tu respuesta es no, deberías decirle para no lastimarlo. Conozco a Riki hace mucho más tiempo que tú, el no debió besarte solo porque sí y hasta puedo asegurar que él ya debe tener ordenados sus sentimientos. Solo te queda a tí saber lo que quieres — hablo intentando ser de ayuda para su amigo.

Heeseung se quedó en silencio un momento para procesar todo lo que Jay había dicho.

Al menos el mayor había conseguido algo ¿El que tenía? Nada más que amistad y aunque sonara conformista se sentía muy feliz por eso. Hace unos meses ni siquiera se podía imaginar estar cerca de Jungwon, hablarle o ser su amigo era todo un sueño para él. Se podía decir que el pelinegro había generado un crush por Choi Jungwon desde la primera vez que lo vio ¿Quien no querría a Jungwonnie? Era el ser más bonito del planeta en todos sentidos y el no era excepción entre sus compañeros que se encontraban enamorados del chico. Pero a diferencia de muchos de los chicos que gustaban de Jungwon, el nunca tendría el valor de confesarse, el castaño era el amor imposible de Jay.

⌗ 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲𝘀 "𝗱𝗼𝘀" [pausado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora