¡diez!

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Cómo buen hermano mayor, insoportable y celoso, se mantuvo en todo momento junto a los menores mientras Jungwon le daba tutorías a Jay.

Eso le había confirmado dos cosas. Primero, Jungwon era muy inteligente y enseñaba bien, tenía paciencia y dedicación, si el otro no entendía el cambiaba el método de enseñanza para que así pudiera aprender. Aunque todos esperaban que su hermano se dedicará a una ingeniería o medicina, debido a sus grandes capacidades, Riki esperaba que su hermano fuera profesor. Parecía ser su verdadera vocación, esperaba que Jungwon fuera lo suficientemente fuerte y decidido para hacer lo que quisiera, no lo que los demás quisieran de el.

Segundo. Jay estaba perdidamente enamorado de su hermano.

No tenía ninguna duda sobre los sentimientos del chico, sus ojos brillaban y era un brillo real, lo miraba fijamente sin parpadear, parecía olvidarse de todo a su alrededor. Se ponía nervioso cuando Jungwon lo descubría mirándolo, tartumedeaba y sonría inconscientemente. Había visto a sus padres mirarse de esa manera muchas veces, era exactamente la misma mirada sincera de amor. Algo en su estómago lo hizo sentirse incómodo por la manera en lo miraba, poco a poco confiaba un poco más en Jay pero no estaba seguro si esa confianza era suficiente para soportar una relación entre ellos.

El otro detalle es que su hermano parecía no darse cuenta de los sentimientos del otro. ¿Cómo se sentirá tener un amor secreto? ¿El no poder decirle a la otra persona cuánto lo amaba? Porque por más que los ojos de Jay demostrarán todo lo que lo quería estaba seguro que nunca podría decírselo con palabras, por miedo a perder su amistad.

Su mente solo pudo pensar "bro, i really feel that". Aunque tampoco podía pensar en que estaba enamorado ¿O el también miraba de esa manera a...?

— Riki, ve abrir.— la voz de Jungwon detuvo sus pensamientos. El timbre sonó. El ni siquiera lo había escuchado por estar divagando.

Se paró de su asiento para caminar hacía la puerta. Ellos no recibían muchas visitas y las que personas que los visitaban entraban como perro por su casa, nadie tocaba el timbre. Abrió rápidamente la puerta ya que debía volver a vigilar a Jay pero se llevó una gran sorpresa.

— Hola.— saludo mirando hacia el piso.

— Hee...— susurro sin poder creer que lo estaba viendo en ese momento.

— Me enteré que te suspendieron por mi culpa.— hablo decaído.

Riki lo miro confundido por muchas razones.

— Heeseung, esto no es culpa tuya. Yo actuó antes de pensar y las cosas no me salen tan bien. No te preocupes por eso, por favor. Esto es por ser un idiota impaciente, no por tu culpa.— le pidió ya que si hacía sentir a Heeseung culpable el se sentiría el doble de idiota.

— Eres un idiota, definitivamente lo eres.— concordó. Lo miro mal por su respuesta.— Pero eres un idiota tierno.— sus mejillas blancas comenzaron a tomar color después de sus palabras.

— Un idiota que te quiere.— agrego queriendo ponerlo aún más avergonzado, cosa que funcionó a la perfección.

— No te soporto.— murmuró Heeseung mirando hacia el piso para ocultar su vergüenza.

— Entonces...¿Cómo supiste dónde vivía?.— pregunto levantando una ceja sonriendo levemente.

— No te diré, además tú no me dijiste como averiguaste mi dirección, tu tampoco lo sabías.— contraatacó.— Y yo hablo con Jungwon.

Ese niño.

— ¿Quieres pasar? Dejé a Jay a solas con mi bebé y necesito vigilarlo.— pregunto hechando un vistazo hacia dentro.

⌗ 𝗽𝗮𝗱𝗿𝗲𝘀 "𝗱𝗼𝘀" [pausado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora