XX

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—Solo diga lo que le necesite—realmente la situación me tenía harta de cierta manera, pero no debía mostrar todo eso y más frente a la persona que estaba—

—Que no entiendes lo único que necesito es simplemente a ti—

      En ese preciso momento todo quedó en silencio en el lugar, ninguno sabía que decir después de todo lo acontecido.

—Podria dejarse de cosas sin sentido joven conde—

—Que más tengo que hacer para poder explicarte todo lo acontecido, que lo que siento por ti es realmente genuino—

—Usted muy bien sabe que está comprometido con la señorita Elizabeth, así que por favor retractese de sus palabras de inmediato—para este momento las lágrimas amenazaban—retirarse de la habitación inmediatamente es una orden de la princesa—

—Realmente tengo que hacer las cosas de esta manera—

—A que se refie—no pude continuar ya que Ciel se avalanzo sobre mi para intentar unir nuestros labios en un beso—

     Trataba de resistirme ante todo el era un hombre comprometido si alguien se enterase de esta situación las cosas no acabarían bien, pero realmente no quería alejarme sus labios eran fríos pero cuando los unia con los míos la calidez que emanaba era hermosa.

     Trataba de resistirme ante todo el era un hombre comprometido si alguien se enterase de esta situación las cosas no acabarían bien, pero realmente no quería alejarme sus labios eran fríos pero cuando los unia con los míos la calidez que emana...

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    La sensación de estar así era sin dudas algo nuevo que experimentar, algo que sin duda alguna llegaré a extrañar en el fondo de mi ser.

    Al finalizar el beso el la tomo del brazo mientras ella lo miraba a los ojos por última vez y hacer como si nada de esto hubiera pasado, -"vuelve a mí"-su voz temblaba mientras trataba de reprimir sus lágrimas, pero sus ojos decían la verdad de la situación; el estaba destrozado por su abrupta separación. Ella le sonrió porque sabía que una vez todo terminará, volvería aquel chico, aquel que la hizo sentir miserable en tan solo días.

   Nuevamente un beso compartieron, el la beso apasionadamente, sus brazos la envolvieron, el corazón de el suplicaba que se quedará; pero ella sabe que la reina la necesita, porque a pesar de todo es la princesa. Aquella que se convertirá en la reina pronto, a la mujer a la que le tendría que jurar alta lealtad y defenderla de todos los peligros.

—"Volveré a ti algún día"—esas fueron las últimas palabras antes de desaparecer de la vista de la chica, la cual aún trataba de procesar todo lo ocurrido.

    La paz reinaba en el recinto pero su mente le creaba una gran tormenta que iba en aumento, cómo reaccionar a una persona la cual cambiaba drásticamente de opiniones cada cierto tiempo. Como saber que todas aquellas palabras recitadas por aquel joven conde se harán realidad, que realmente cumplirá su palabra.

—la calma después de la tormenta se acerca cada vez más a mi vida—solo esas simples palabras hicieron cambiar drásticamente a la joven aprendiz de reina—pero para mí tendrá que esperar—

    Las puertas del lugar fueron azotadas seguidas de un llamado de la dama de compañía pidiendo su pronta presencia ante la inminente reunión.

—Señorita perdón por interrumpir pero su reunión con el conde tiene más de diez minutos de retraso—

—Perdon Danna, me perdí por un momento—fue la primera excusa que salió de mi—espero que todo esté listo—

—Esta todo como lo pidió su alteza la reina, los papeles con los temas a tratar ya se encuentran en el lugar—

—En cuánto a la pequeña señorita—

—Ella se encuentra en una área un poco alejada de dónde será la cita—

—La palabra cita solo me hizo que mi cabeza diera vueltas—creo que debemos ir ya mismo, ya perdimos tiempo valioso—

—Como usted diga señorita—

      Tan pronto como salimos de la habitación apresuramos el paso para llegar al salón donde nos esperaba el conde y más a la lejanía podía observar como la pequeña era custodiada por algunas señoritas del servicio. Al acercarme el nunca fijó su vista en mi solo mantenía la vista en los papeles que se encontraban entre sus manos, así fue hasta que tome la palabra o mejor dicho la iniciativa del habla.

—Si tiene alguna sugerencia para cumplir la petición de la reina le pido que la diga con anticipación—su mirada al fin se postro sobre mi en ese momento—

—Solo siento que es una muy mala idea de parte de la reina—

—Si mi tía quiere recaudar fondos para ayudar a los niños desamparados con un baile me parece una excelente idea—

—Solo son tonterías para la alta sociedad—

—Si solo supiera la condición en la que muchos infantes se encuentran vería la realidad y la intención de la reina—la mirada del conde solo podía demostrar asombro—por otra parte esa fue idea mía—en eso sí rostro cambio drásticamente—

—Si solo supiera la condición en la que muchos infantes se encuentran vería la realidad y la intención de la reina—la mirada del conde solo podía demostrar asombro—por otra parte esa fue idea mía—en eso sí rostro cambio drásticamente—

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—No es mi problema, he tratado con esto durante más de tres años y la condición sigue siendo la misma—

—Solo tengo la esperanza de que todo cambiará—

—A la alta sociedad no le importan estás causas nobles, lo único que les interesa son las pompones y lujosas fiestas organizadas por la reina—

      Todo quedó en silencio por segunda vez, hasta que fue interrumpido por una estruendosa risa que hizo que posará mi vista sobre el otro extremo de la habitación, la pequeña se encontraba en brazos de un joven alto poseedor de una cabellera rubia, la cuál parecía demasiado despreocupado por las personas presentes , ya que todas las señoritas y algunos mayordomos venían tras de el.

—Perdon majestad, intentamos detenerlo pero fue imposible—una señorita gritaba detrás del joven rubio—

—Perdone los modales del joven amo, en algunas ocasiones suele comportarse de manera impulsiva cuando se trata de la señorita—esta vez hablo un hombre que aparentaba ser un mayordomo—nuestras más sinceras disculpas de parte de la familia y de nuestro joven amo—

    Yo solo seguía con la intriga sobre el joven frente a nosotros, no fue hasta que la pequeña rubia hablo que el joven levanto la mirada que prontamente se posaba sobre ambos.

—Me de imaginarme que eres la sobrina de la reina, mucho gusto en conocerte—hablaba pero fue interrumpido por el anterior hombre—¡¡¡¡Jovencito insolente!!!!—

—Disculpe majestad, hay ocasiones en las que no sabe medir sus palabras—

—Yo solo trato de ser amable como tú siempre dices o no?—

     Las cosas empezaban a ponerse un poco tensas gracias a qué Ciel no decía una sola palabra ante tal situación, claramente podía ver una ligera sonrisa en su rostro ante la desesperación de mayordomo. Pero todo esto tenía que terminar de una forma y otra.

—No informaré nada de esto a la reina, pero me gustaría saber el nombre de quién osa interrumpir una importante reunión—

—Mis disculpa majestad, déjeme presentarle al hijo mayor del duque de Coventry, el joven Dorian—

"LLUVIA DE LAGRIMAS" -ciel y tu- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora