XXI

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—No informaré nada de esto a la reina, pero me gustaría saber el nombre de quién osa interrumpir una importante reunión—

—Mis disculpa majestad, déjeme presentarle al hijo mayor del duque de Coventry, el joven Dorian—

—Pence que el hijo mayor de los Coventry se encontraba en alguna parte de Alemania—solto drástico—

—Mis disculpas magestad, no era mi intención interrumpir de esta manera—solo realizó una reverencia para luego tomar a la pequeña y dirigirse a la salida—Espero poder volver a encontrarnos nuevamente señorita—

—Sueña—fue el pequeño murmuró que se escuchó del conde a mi lado—

—Esperare alguna carta para tomar el té, joven duque—

    De nueva cuenta el silencio volvió a inundar la habitación en la que nos encontramos, sin ninguna alma a la vista decidí hablar primero para poder continuar la conversación pendiente a cerca de baile planeado.

—Retomando nuestra charla conde—

—Es un no—drásticamente fui interrumpida por el conde—Es una mala idea por dónde quiera que lo vea, la alta sociedad no lo verá igual que usted—

—No me importa lo que esas personas digan, es mi causa, quiero ayudar—

    El ambiente se ponía más tenso, y el silencio de ciel después de mi última palabra me hacía dudar de todo en ese punto.

—Se que no te haré cambiar de opinión y he de creer que la reina y el parlamento ya estarán enterados de la situación—

—Todos están enterados en esta enorme casa sobre todo, aquí nada pasa por alto por nadie—seguia hablando mirando a mi alrededor—aqui las paredes pueden oir—finalice mirando una esquina de la gran habitación—

—Si es así, porque tengo que estar yo aquí, teniendo a cientos de personas que la pueden asesorar mejor—la molestia seguía presente en su tono de voz y se daba a resaltar

—Mi reina, ella es la razon—solo asentí al recargar mi mentón sobre la palma de mi mano—ella cree que necesito a alguien de su confianza y quien conozca—

—Es una muy mala excusa de su majestad, para mantenerla vigilada, por mi—se escucho venir con una ligera risa de su parte—me sorprende el hecho de que aún no le busque marido señorita—sentencia mírandome y parando su risa—

—Harta de su actitud estaba dispuesta a salir y dejarlo—en realidad no me importa eso, queda claro que terminamos esta reunión conde, asi que espero verlo mañana por la noche para el baile benéfico—mencioné pasando frente a el para dejar la habitación

    El resto de la mañana paso rápido entre el gran movimiento de personas que terminan de decorar y preparar todo para la siguiente noche. La noche llegó y no tuve ánimo de convivir con nadie en la cena, solo pedí que fuera llevada a mi habitación junto a un te para poder dormir cómodamente, la tranquilidad para mi ya era muy necesaria después de días planeando.

    La mañana siguiente fue distinta a otras, desayunó  en mi habitación y termino de arreglar los últimos detalles, para la comida solo estuve con Danna y las señoritas de compañía con esto la tarde comenzaba a caer, con esto el movimiento en el interior de ese gran palacio comenzaba dando paso al gran bullicio de personas que llegaban para la gran celebración. Danna y más señoritas me habían ayudado a arreglarme para la ocasión, a lo cual me dejaron sola en mi habitación, solo me quedaba mirar por el enorme ventanal como llegaban bonitos carruajes, algunos con distintas banderas y emblemas. La soledad era muy buena en este momento mezclada con mis suspiros gracias a mis nervios no paraba.

—todo estará bien, no tienes nada de que preocuparte mi pequeña niña—una voz apareció detrás de dónde miraba el enorme ventanal—

—querida tía—fue lo único que atiné a decir mientras corría para poder abrazarla—no estoy preparanda, y si todo sale mal, si lo llegó a arruinar—

—nada de eso pasara, tienes un encanto unico y una bella sonrisa—menciona terminando de poner un pequeño tocado sobre mi cabello—eres igual a tu madre, a ella le encantaría verte de esta forma convertida en toda una gran mujer—

—no tengo recuerdos de ella, pero todos dicen sobre nuestro parecido—

—y en eso estoy de acuerdo querida, tu madre era una mujer maravillosa, ella hubiera sido una excelente monarca, pero bueno no debemos de hacer esperar a nuestros invitados, tal vez conozcas personas de tu interés querida—

—no estoy interesada en cosas románticas por el momento—

—no necesariamente en ese ámbito, tal vez alguna amiga o amigo—

—tengo a Danna conmigo siempre —

—ella también necesita un descanso de vez en cuando mi niña—

—lo tendré en cuenta —

—debes disfrutar la noche, tu noche mi niña—

    Mi tía fue la primera en bajar al gran salón, mientras yo me quedaba en otra entrada con Danna y dos damas de compañía más, Danna solo podía ver por una pequeña abertura en la puerta la enorme cantidad de personas que ya se encontraban, algunas tomando una copa y otras más bailando al son de un lento vals.

    Tan inmersas estábamos que la puerta fue abierta dejando ver a aquel mayordomo de negro, aquel que siempre seguía al conde a todas partes.

—señoritas, perdóneme si entre de esta manera, pero el joven conde desea hablar un momento con la princesa —

—señorita—

—de mi solo salió un liguero suspiro y con un ademán de mano las chicas salieron dejándome sola con Sebastián—hazlo pasar por favor—

—con su permiso—salio, de está manera dejando entrar a Ciel—

—me complace el gran cambio que has tenido _____, o perdoname no es manera de referirme a la futura reina verdad?—

—si solo has venido para burlarte de mi, será mejor que te largues de inmediato—como se atrevía a venir para solo burlarse de mi persona —

—porque debería de irme, su majestad la reina dio la orden de no separarnos por ningún motivo alguno durante el baile señorita—mientras mi mano era tomada por el conde atrallendome hacia el—

—porque el gusto de seguirme como si fuese el premio mayor a ganar, teniendo a la señorita Midford a su lado— a este punto podia sentir su agarré en mi cintura, lo que me ponía nerviosa —

—te lo he repetido cientos de veces y sigues sin llegar a una respuesta querida—

—deja tus juegos de lado y déjame ir—comenzaba a forzajear para liberarme de su agarré —

—porque he de dejarte ir, tu misma lo mencionas, eres el premio mayor—lo sentía acercarse a más a mi rostro—con mi inteligencia y conocimientos sobre el mundo podemos reinar este inmundo lugar—su rostro estaba a solo centímetros del mio—solo piénsalo querida—

"LLUVIA DE LAGRIMAS" -ciel y tu- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora