[#3] The Maze Runner: Caught In The Fire (Newt y Tú) Prueba de Fuego

Capítulo 12

Desayunamos en completo silencio, mientras el sol empezaba a calentar la tierra y el aire. Un viento fuerte que sólo arrastraba más polvo completaba el clima.

Algunas sábanas quedaban libres al agotarse las provisiones, por lo que algunos Habitantes podían caminar sin compañía. Me ofrecieron una, pero preferí seguir junto a Newt, que sonrió al escuchar mi decisión.

Las gotas de sudor resbalaban constantemente, perlando nuestras frentes. El esfuerzo debía multiplicarse a cada segundo; sin embargo nadie se detuvo. Los descansos parecían demasiado cortos, y los tragos de agua, insuficientes.

Una mirada de ánimo por parte de Newt me alegró, y me recordó que ya estábamos más cerca del pueblo. Observé su remera, que al estar empapada se pegaba a su pecho. Observé su pierna. En estas condiciones, su cojera era completamente notoria. Recordé aquellos días en el Laberinto, en los que no sabíamos a lo que nos enfrentábamos. La advertencia de que las cosas se pondrían peores resonaba una y otra vez en mi cabeza.

El alivio llegó cuando el sol volvió a ponerse. El viento ahora era más fuerte, volviéndose un poco más fresco.

A la medianoche, Minho paró la marcha diciendo que era hora de dormir.

Busqué un lugar en el que las piedras no fueran muchas, y me dejé caer rendida en la tierra. Un día intenso, sin dudas. Cerré los ojos.

Me besó, y tuve que abrirlos. Newt tenía unos ojos profundos, en los que sería capaz de encontrar siempre nuevas cosas. En estos instantes, mostraban calma.

- Buenas noches. - Susurró.

- Descansa. - Respondí.

- ¡Despierten, garlopos! - Gritaba Minho sacudiendo el cuerpo adormecido de Newt junto al mío, y sus palabras eran arrastradas por el gran vendaval que se había formado.

- ¿Y todo este shuck viento? - Pregunté sentándome. El cielo se había tornado gris pálido, contagiando su color a todo el paisaje.

- Teniendo en cuenta las nubes, creo que se trata de una maldita tormenta. Coman algo, enseguida partimos. - Respondió el líder retirándose.

Giré a ver a Newt que seguía acostado, pero despierto. Miraba el cielo con el ceño fruncido, intentando develar la situación en su mente.

A los minutos estábamos marchando la distancia que nos separaba del pueblo. Ya se podían distinguir detalles específicos, como las ventanas con el cristal roto de los enormes edificios.

Jack divisó una figura metros más adelante. Al acercarnos, me sorprendí al ver a un anciano envuelto en mantas, echado de espaldas sobre la arena. Por su cara, debía tener muchos años, o el sol le había afectado demasiado. La piel era oscura, tenía llagas y costras en la cabeza, y no dijo ni una palabra cuando estuvimos a su lado.

- ¡Hey! ¡Viejo! - Habló Minho. - ¿Qué está haciendo aquí afuera?

Ante la falta de respuesta, Thomas se inclinó sobre el hombre.

- ¿Señor? ¿Me escucha? ¿Puede hablar?

El anciano cerró los ojos lentamente, y luego los abrió. No hubo ninguna otra reacción. Newt se arrodilló al lado del morocho, y empezaron a hablar.

Levanté la vista al cielo cuando éste se oscureció, y el viento se ponía más agresivo.

En ese segundo que me perdí, el hombre parecía haber vuelto en sí, pues sujetaba con fuerza la muñeca de Thomas; el cual intentaba liberarse sin éxito. Dejó de luchar para acercarse más al rostro dañado, y en un rápido vistazo vi que estaba susurrando algunas palabras. Miré confundida a Minho y Newt, y ellos me devolvieron la misma expresión.

- ¡Tormenta! ¡Tormenta! ¡Tormenta! - gritaba el extraño al sentarse.

El viento rugió sin parar, levantando aún más polvo y dificultando la movilidad. Newt se puso de pie y pasó un brazo por mis hombros. Las mantas se habían volado, y Minho reunía a los Habitantes para ir lo más rápido al edificio más cercano.

El anciano estaba en posición fetal, y no pensaba dejarlo allí. Me solté del agarre de Newt y fui hasta el cuerpo, pero Thomas me lo impidió llevándome nuevamente en dirección al pueblo.

Con la gran nube de polvo era imposible ver algo, excepto la sombra del edificio al que nos dirigíamos. Alrededor del grupo volaban miles de objetos provenientes de la ciudad, con una cantidad increíble de papeles.

El primer relámpago cayó directo al suelo, arrojándonos más tierra de la que ya había. La sucesión era infinita, en diferentes puntos, pero con el mismo sonido ensordecedor que de a poco se iba convirtiendo en un ruido lejano. Algunos Habitantes tropezaban y se ayudaban entre sí para volver a ponerse de pie.

Bajé la cabeza justo a tiempo cuando una rama pasaba volando en mi dirección, haciéndome perder el equilibrio. Thomas, que iba último, me agarró del brazo antes de que cayera, y continué corriendo.

Alguien que iba adelante mío no tuvo la misma suerte, y terminó en el suelo. Lo levanté rápido, y era Newt. Cruzamos miradas. Volvimos a correr.

La luz explotó a mi derecha, y alguien voló por el aire. Estaba por acercarme, pero alguien más lo hizo, así que seguí mi camino.

Cegada, aturdida y casi asfixiada. Newt estaba a mi lado y me llevaba sujeta de la mano; más adelante había dos figuras, que reconocí como Thomas y Minho.

Otro relámpago. Vi casi en cámara lenta como la línea irregular descendía del cielo y aterrizaba justo en el punto donde Minho corría. Creo que grité al volver la vista, observando algo naranja y brillante danzar sobre el cuerpo: fuego.

Me lancé sin pensarlo. Estaba vivo. Seguía vivo.

Thomas apareció, cavó con sus manos y empezó a arrojar tierra a Minho para apagar las llamas. Imité su acción, mientras el líder rodaba sobre sí mismo y se golpeaba las extremidades superiores.

El morocho lo levantó, y ayudó a llevarlo.

Más fuego empezaba a extenderse por todas direcciones.

Explosiones que daban contra los edificios creaban lluvias de ladrillos y escombros.

Llegamos.

Aris retiró con el codo los restos de vidrio de la puerta de la construcción, e indicaba a los chicos que habían llegado que entraran. Arribando al mismo tiempo, ayudamos a Thomas con Minho, que se encontraba lleno de heridas.

Estando todos adentro, llegó la lluvia, oyéndose alejada por la falta de audición que tenía en ese momento.

Me dejé caer en el suelo, quedándome totalmente inmóvil.

Dedicado a @SSangster17

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¡Tormenta! D:

Con mucho amor les dejo este capítulo (?

¿Alguien con miedo a las tormentas? Yo amo cuando llueve, especialmente para dormir.

¡Gracias! :D