[#3] The Maze Runner: Caught In The Fire (Newt y Tú) Prueba de Fuego

Capítulo 18

Tengo náuseas. Me siento muy mal.

¿Qué está pasando conmigo? ¿Desde cuándo soy así?

Tú los mataste...

Necesito quitar esta suciedad invisible que cubre mi cuerpo.

Primero a tu madre...

Ese sentimiento de odio hacía mí misma.

Luego a ese hombre...

Yo jamás haría algo así.

Oh, pero lo hiciste.

No era mi intención.

Asesina...

¡Yo no quise matarlos!

Asesina...

Asesina...

Asesina...

Me sobresalto con la voz de Newt. Me incorporo asustada. Y recuerdo: estaba durmiendo, en el desierto. CRUEL...

- _______, ¿qué sucede? ¿Qué tienes? - Él se despertó, y ahora sujeta mi rostro entre sus manos intentando calmarme.

Cierro los ojos para concentrarme en su tacto, y con su dedo quita una lágrima. ¿Estaba llorando? Ya no soy capaz de controlar mis propias acciones. Intento alejar esa extraña voz que resonaba en mi cabeza. El viento nocturno aparece fresco, y ayuda a relajarme.

- Nada... sólo... una pesadilla.

Newt nota que mis manos están temblando, y me obliga a llevarlas a su pecho; bajo ellas puedo sentir su corazón palpitante.

- Tranquila... vuelve a dormir. – Susurra, envolviéndome en un reconfortante abrazo.

Al amanecer Minho nos despierta para entrar en la granja destruida y evitar recibir fuertes y dolorosas quemaduras. Cuatro Habitantes se acercan para alzar a Thomas; un estruendoso sonido los detiene.

- ¡Allí! – Grita Brenda señalando el cielo.

Todos alzamos la vista, y vemos cómo una gran sombra desconocida atraviesa el cielo ocultando el sol. El aire se sacude alrededor, levantando tierra con él. El ruido se asemeja a maquinaria pesada, y mi mente reconoce al objeto como una especie de nave.

- ¡Es un Berg! – Grita Jorge por sobre el estruendo.

El "Berg" empezó a descender. Cuando tocó tierra, abrió una enorme escotilla metálica y de su interior brotaron personas particularmente vestidas: trajes verdes que cubrían todo, guantes de goma negros y máscaras antigás, lo que los hacía ver como monstruos inteligentes.

Y en el pecho tenían grabada las siglas CRUEL.

Algunos intentamos correr para buscar a Thomas, pero Jorge nos lo impidió. Nos llevó hasta la entrada a la granja, desde donde observamos cómo aquellas personas cargaban a nuestro amigo y desaparecían dentro del Berg.

Tan pronto como apareció, en un segundo se esfumó.

Estábamos inmóviles, nadie podía pronunciar una palabra.

¿Por qué CRUEL se llevaría a Thomas? La cabeza va a estallarme con todas las nuevas preguntas a las que debo encontrar respuesta.

Una noche más en la espera.

Cinco días para cumplir con la misión de caminar ciento cuarenta kilómetros para salvarnos. Cinco días para vivir o morir.