[#3] The Maze Runner: Caught In The Fire (Newt y Tú) Prueba de Fuego

Capítulo 15

Advertencia: este capítulo contiene lemmon

  Al girar la perilla, y empujar la puerta de madera gastada, Newt reveló nada más que una habitación a oscuras, con hilillos de luz que atravesaban los diminutos huecos de una cortina andrajosa en la pared opuesta a nuestra posición.

    - Espera aquí. - Dijo Newt soltando mi mano. - No quiero que te tropieces con nada.

   Dejo que la sonrisa asome en mi rostro, aunque él no la podía ver.

   En un momento, Newt corrió enérgicamente la tela desgastada dejando que la luz del ocaso bañara el sitio en tonos casi dorados.

  Parpadeé un par de veces para acostumbrarme a la luz.

  El color de las paredes azul marino todavía se conservaba pese al estado de deterioro del lugar, mientras que el suelo, que estaba formado por tablas de madera relucientes en un pasado, había sufrido mayores consecuencias. En algunos puntos, la madera estaba húmeda o a punto de quebrarse, toda cubierta de polvo. El espacio era amplio.

  A la izquierda, había una cama matrimonial inmensa con un acolchado gris, cuyo respaldar negro trepaba hasta tocar el techo. En el centro, las pinceladas de un cuadro abstracto eran casi invisibles por la antigüedad del mismo.

  A ambos lados de la cama, había dos mesas pequeñas con lámparas de cristales rotos.

   En el centro, se encontraba un viejo sillón de cuero negro, y al frente, el esqueleto metálico de lo que había sido una mesa también de cristal.

  Pero sin lugar a dudas, lo mejor eran las vistas que ofrecía el inmenso ventanal: los tejados y rascacielos de la ciudad ennegrecidos, y a lo lejos, después de un páramo desolado, las montañas, coronadas por el medio sol que aún era visible.

  Luego descubrí­ que me equivocaba. ¿Cómo no me habí­a dado cuenta? Lo más hermoso y especial de allá­ era Newt, que volteó a verme con una sonrisa de asombro y felicidad.

  Avanzo hasta el sillón, pasando un dedo por los almohadones viejos que lo decoran.

  - Creo que no es el mejor lugar para pasar una noche con tu novia - comentó el rubio caminando nuevamente a mi lado. - Pero... es suficiente para mí­ si estás conmigo, ________.

  - Ya empiezas a ponerte cursi Newt... - Bromeo pasando mis manos por su cuello, uniéndolas por detrás. - Pero... me gusta cuando te pones así. Me gusta cuando me miras, cuando me abrazas, cuando me besas...

  - Oigan shanks.

  Dirigimos las miradas a la puerta para ver la cara de Minho asomarse. Normal que siempre aparezca cuando al fin tenemos tiempo a solas.

  - ¿Qué necesitas, Minho? - Pregunto con infinita paciencia.

  - Nada, sólo pasaba a ver su habitación, y a traerles unas linternas. - Dicho eso, entró echando vistazos a todos los detalles con los objetos nombrados en la mano. - Definitivamente, es mucho mejor que la mía. Oigan, yo no tengo esas magníficas vistas.

  Se plantó frente a la ventana con las manos en las caderas. Reí­ por lo bajo.

  - ¿Cómo nos deshacemos de él? - Susurra Newt a mi oído con un tono divertido.

  - No lo sé. - Contesto, riendo más.

  - Miren, cabezas de plopus. - Dice el asiático girándose. - No necesitan hablar a mis espaldas. Sé que soy un gran tipo. Y como lo soy, les dejaré su momento privado. - Pasó a nuestro lado, y puso una mano en el hombro de Newt. - Hermano, felicidades, te estás por convertir en un hombre en este nuevo mundo antes que yo.