🌊 Episodio 5 🌊

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Hikari parecía más que una niña pequeña cuando le regalan caracolas decoradas.

Es más, se sentía muy bien consigo misma.

Nadaba y nadaba en remolinos, estaba bailando estirando sus brazos a la ligera, su aleta brillaba junto a sus perlas. Parecía una estrella.

Rebecca veía a su hermana mayor a unos metros de ella, su expresión estaba muy seria en cómo notaba que su hermana mayor actuaba de una manera muy extraña desde que le contó que quería volver a ir a la superficie en la noche siguiente.

Notó como ella se dirigía a otro lugar, iba a seguirla pero, su padre la detuvo.

Tú hermana, parece estar muy entretenida.- Comentó el Rey apareciendo.

Y que lo digas padre, está en un estado de alegría que ni yo misma entiendo él porqué.- Decía la sirena menor arrancando una flor.

¿Qué le podrá pasar? ¿Tú sabes la razón Rebecca?.- Preguntó gentil.

Quizás Padre, tal vez... Tal vez ella puede que sólo esté enamorada.- Le hablo y le puso la flor detrás de la oreja de su padre para luego irse.-Adiós Padre.- Se alejó ahí.

¿Hikari? ¿Está enamorada?.- Dijo contento mirando la flor puesta por su otra hija.

Muchos minutos después, Hikari se encontraba en su lugar secreto fuera del reino, mirando lo bien seria un tenedor pero al no saber que es lo que realmente es, se puso Tenori pepoli, parece más como para peinar el cabello.

Había terminado la colección: Tenori pepoli (Tenedor), Cuchupi (Cuchillo) Cuanoritu (Cucharilla).

Sonorá gracioso e incluso confuso de pronunciar, pero eso fueron los nombres de unas de las miles de cosas más que Hikari tenía en ese lugar. Son parte de su colección.

Acostándose boca-abajo en la gran piedra que tenía ahí, mirando el Tenori pepoli, se le hacía muy curioso que otras cosas habría en el mundo humano, que cosas le sorprendería ahí arriba si ella pudiese caminar o, cómo ellos le llaman en "dos pies" y bailar con ellos, saber que se siente tocar el fuego.

¿Cuándo me iré? Quiero explorar sin importarme cuando volver.- Miro el dicho objeto para colocarlo en el lugar que corresponde.- Quisiera ser parte de él.-

La pequeña Sirena por unos segundos pudo recordar la cara aquel humano y y pequeño rubor llego a sus mejillas.

Atem... Así era que se llamaba.-

(Para los que no puedan escuchar la canción por éste medio es : Parte de él - La Sirenita)

Hikari estaba inspirada, alegre y contenta, sentía como su corazón saltaba de emoción en tan solo imaginar en cómo sería si todo fuera tan diferente. Pero la emoción duró poco tiempo no cuando su hermana había llegado y estado viendo todo a su alrededor.

No tenía buena cara.

¡Hikari! ¿¡Por todos los erizos de mar qué es todo ésto!?- Dijo molesta su hermana menor.

Rebecca... Jeje es mi...¡Es mi colección!.- Dijo sonriendo nerviosa. -

¿Tú colección? hermana por favor, ésto es lo que tanto me ocultabas cuando te ibas de mí o de padre, teniendo cosas del mundo de los humanos, ésto está prohibido por padre hermana. Nada de cosas del mundo humano.- Dijo colocando ambas manos en su cintura,

Lo sé lo sé, no tienes porqué decírmelo... Pero mira todo esto hermana ¿No es fabuloso?.- Dijo mostrándole una lupa.- Si lo acercas a algo puedes ver aún más cerca todo pero si lo alejas, es todo muy borroso.- Dijo mirando con la lupa a una furiosa Rebecca.

Ahs Hermana... Eres un caso perdido...- Comentó colocando su dedo índice en su frente.

Rebecca por favor. Te lo ruego, mantén éste secreto conmigo, no le digas a padre que poseo cosas del mundo humano.- Dijo colocando ojitos de gato y ambas manos en súplica.

Ash... Bien, lo intentaré.-

¡YEI! Gracias Hermanita menor.- Dijo abrazándola con un fuerte apretón.

Se supone que tú eres la mayor aquí, deberías hacerte cargos de tus acciones, yo sólo soy la menor y me encargo de la míos.- Dijo.

Tienes un punto por eso Becca, pero algo falta.-

¿Qué?.- Dijo confundida.

Las hermanas siempre se cuidan las colas una de la otra.- Dijo pellizcando la nariz d ella menor.

Me irritas cuando dices eso Hikari...-

Continuará

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Continuará
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