🌊Episodio 10🌊

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Frustración, decepción, odio, eran unas de las emociones de Hikari al estar encogida en su aleta llorando por tantas cosas, ya no quería estar más aquí, su hermana en quien confiaba fue quien la traicionó y eso le causaba estragos en su estómago y su padre, a... Su padre. Era otra cosa.

Si su madre estuviera viva creería que no sería lo mismo ya que ella era una de las personas más gentil que había conocido, eso pensaba ella, no cuando murió... Hikari era muy pequeña, unos 5 años alrededor.

Esto no es justo - Se decía.

Quito aquellos restos de las lágrimas que tenía, incorporándose se sentó en la cama.

No estaré encerrada -

Respiro y tomo aliento. Tenía una decisión y no cambiaría de parecer. Apretó sus labios y una mirada lisa se formó en ella.

Miro por todos lados, y diviso una entrada de escotilla en el techo de la torre en la que se encontraba, nado a ella y con fuerza he hizo lo posible en abrirla. Luego de unos intentos logro abrirla saliendo de golpe hacia el otro lado, a la afuera.

Si de esto se trata ser una princesa, entonces no hay una princesa. Si de esto se trata no ser feliz, entonces buscare en otro lugar mi propia felicidad -

Se alejó de nadando lo más rápido que pudo, evitando a los guardias. Giro hacia atrás viendo las luces de aquel Palacio, su hogar, una lágrima se hizo ver.

No hay vuelta atrás - Siguió por el mismo camino que iba.

Claro, no había vuelta atrás pero ¿Tener que dejar su hogar? Su hermana y madre, su única familia. Llego al arrecife de coral y paro en unas de las rocas, sus mechones dorados bailaban solos y típica cabellera también. Estaba dudando.

¿Por qué tiene que ser tan difícil luego de tomar una decisión? - Sus ojos se aguaron.

Puso ambas manos en su rostro, no quería que nadie la viera así. Sin tomar en cuenta que alguien más tomaría en cuenta.

Oh, pobre Sirenita ¿Por qué estas llorando en un lugar como este? -

¿Quién es? - Se sorprendió.

No tienes por qué temer pequeña -

¿Qué hacen aquí? Ustedes no son de estos lugares -

- Mi hermano y yo solo estábamos de paso - Siseo una de las anguilas.

Pero vimos tu estado y paramos a verte -

Eso no suena muy convencedor - Hikari dudaba - Por favor, solo déjenme en paz - Se giró sin verlos.

Lástima pequeña. Teníamos una propuesta para ti y encontrar el amor -

Solo hay una persona en el mar que puede hacer realidad tus más profundos deseos... - Susurró con malicia llevando el juego de su hermano.

Hikari los miro de reojo, viendo en cómo se iban. Lo pensó.

¡Oigan! - Los llamó.

¿Sí? - Susurraron los dos al mismo tiempo.

Yo... Quiero ir con ustedes -

¿Bien? -

Buena elección. Te llevaremos con ella -

¿Ella? - Dudó.

Es la magnífica Bruja del Mar sirenita -

La bruja del mar... - Susurro lo repetido.

Si - Concedieron los dos.

Ella te concederá tus más anhelados deseos, y veo que el amor de tu vida se refleja en tus ojos - Siseo como serpiente.

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