Ya era la hora, era más que la hora. Todo estaba en su lugar, Hikari la pequeña sirena estaba ya más preparada para ir a su destino.
Emocionada y contenta, volvería a ver a su marinero favorito. Es más parece que se hubiera ganado un millonada de conchas y ostras pues claro, el joven marinero no solo era un marinero era un apuesto principe salido del de otro mucho.
Miraba una vez más el regalo de su espejo antes de irse decidida a la superficie dónde ya los fuegos artificiales se hacían cada vez más presentes uno tras otro.
Rebecca su hermana, por otro lado estaba algo no muy convencida con todo lo planeando para hoy. Si su padre se enterara de que ambas sirenas están fuera del palacio y yendo a la superficie sólo para ver uno que otros "humanos", les arrancaría las altas muy lentamente...
Es hora, sí, es hora Rebecca. - Sonrió Hikari. - Hora de ver a mi príncipe -
Y ahí vamos de nuevo... - Puso una mano sobre si cara.
Evitando a los guardias del palacio, las sirenas a escondidas pudieron salir de las finas torres y columnas de aquel palacio sin ser vista por los guardias. Nadando lo más rápido posible hasta llegar a un punto en dónde nadie puede verlas y junto a ellas, la pantalla de cristal que separaba a ambos mundos frente a sus narices.
El tranquilo pero frágil espejo de cristal.
La pequeña Tricolor tomo un bocada de aire hasta asomar su cabeza a la pista que tenía en frente de ella. El baquete hundidosis ya estaba listo para comenzar la verdadera fiesta.
Rebecca... - Miró al hermana menor.
Ve ahora Hikari. No pierdas la oportunidad que te acabo de proporcional es más, iré a estar escondida tras esa roca - Apuntó a una gran roca tras de ella. - Mientras más lejos yo esté mucho mejor. -
Hum. Gracias, te lo agradezco Becca. - Le sonríe y se Macha tras ese gran barco.
Ambas sirenas de separaron por cada una por su lado. Hikari, por su parte; logró subir a tropezones hasta llegar a la misma esquina en dónde la noche anterior pudo asomarse.
!Ah! Qué alegría volver a está reluciente Luna ¿No lo crees Slifer? - El jóven sonrió ante la respuesta perruna de su mejor amigo. - Me alegro tanto que pensemos de la misma forma. -
¡Majestad!. - Llamo el mayordomo.
Hikari veía como todo los humanos que estaba en el Baquete hundidosis se divertían en un extraño baile utilizando el cuerpo y sobre todo lo pies.
Antes de poder ver un poco más un gran perro estaba olfateando algo nunca antes olido, se acercó a aquella esquina donde Hikari estaba. Le queda sirena lo vió y se escondió, cuando fué haber que pasada Slifer le dió un lenguatazo haciendo asustar a la pequeña por el acto tan raro.
¡Esa cosa le está haciendo cosas raras a mi hermana! Tengo que hacer algo. - Dijo en pánico Rebecca poniendo cara de susto.
Puso su plan en marcha. Chapoteo tan fuerte como pudo su cola haciendo llamar la atención de los tripulantes del barco utilizando lámparas pequeñas pero luminosas en el lugar y ver qué estaba pasando. Justo a tiempo logro esconderse antes de ser vista y peor aún, capturada.
¿Qué es lo que sucede? ¿Porqué pararon? - Preguntó el príncipe.
Príncipe Atem, algo logro escucharse en aquella dirección donde están esas rocas, sospechan que pudo ser una animal marino. - Dijo el mayordomo del principe.
Tal ves sea una sirena rodeando estás aguas. - Comentó unos de los marineros del lugar.
Vamos vamos . - Aplaudió para llamar la atención de todos. - No se coloquen así, sea lo que sea, déjenlo en paz. Estamos en su territorio y tienen todo su derecho señores. Sin más que decir, !es hora de festejar! - Sugirió el príncipe para todo gritar, aplaudir y resonar con música.
Hikari estaba impresionada por la actitud del joven principe, enserio se había enamorado de él y, apenas llevan dos días.
Rebecca por su parte estaba pegada a la roca asustada y sudando en frío por lo que hizo, estuvo cerca.
Tonta Hikari, ésto estará en la lista de mis molestias. - Se volteo a mirar una vez más aquel bote junto a su hermana en el. - Hikari ¿Qué tanto haces ya?, Vámonos de una vez por favor..-
Todo estaba marchando de lo perfecto, Hikari no dejaba de ver a su hermoso príncipe y su ¿Perro?, Eso dijo su dueño que era esa cosa peluda. Pero no duró mucho la alegría hasta que unos rayos se hicieron presentes.
Oh oh... Nada de lo que venía a continuación iba ser de lo mejor.
No... No. - Hikari miraba la tormenta que venía. - Nada de esto es bueno... Naden , naden por lo que más quieran. ¡Naden! - Gritaba internamente Hikari.
Fuego, fuego en la terraza. Fuego por todas partes...
Continuará
...
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My Little Mermaid
FanfictionEl Mar y la Tierra son dos en uno. La Luna y el Sol también lo son. Él y Yo ¿Porqué no juntos? ¿Por ser distintos?. Las Olas del Mar no me impedirán llegar a dónde tú estás. El Océano es amigo mío, no te hará daño así; cómo yo tampoco lo haré. Mi h...