🌊 Episodio 8 🌊

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Hikari estaban exhausta, había nadado con el príncipe toda la noche hasta ponerlo en tierra y ver que estaría a salvo. Se recostó un rato en la arena de la playa cuando su pecho subía y bajaba sin parar.

Hikari ¿Qué estás haciendo? -

¡AH! Curiboh que sorpresa verte. - Dijo la pequeña sirena al ver a su amigo gaviota levantándose de golpe por verlo.

La sorpresa es mía de encontrarte aquí con un "humano". -

Solo lo rescate, si no lo hacía tal vez se hubiera ahogado. Incluso hubiera muerto. - Dijo mirando al príncipe.

Pues yo creo que ya está muerto. - Extendió a un lado su ala.

¡¿QUÉ?! ¿PERO CÓMO? - Dijo poniendo ambas manos horrorizada en su cara.

Solo digo, no se mueve. Revisa su corazón y ve si palpita. -

Hikari al no saber dónde en donde queda o que era eso de "corazón" tomo rápidamente la planta de su pie y lo coloco en su oído sin escuchar nada.

¡Es cierto está muerto! - Dijo asustada.

Ahs, Hikari ese es su "pie" es con lo que los humanos caminan en tierra. Su corazón está en su pecho así como tú tienes el tuyo querida. - Y como su fuera un dedo, señalo el pecho del chico.

Oh valla, que pena. - Se acomodó y puso un mechón de su cabello aún lado de la oreja y puso la misma en el pecho del mayor, ahora si puso escuchar los cálidos latidos del príncipe. - Curiboh ¡Mira!, si está vivo, está respirando. -

Eso es bueno. - Sonrió.

¿No crees que es lindo?, esa cara, su ojos; hubieras vistos sus ojos. Eran muy hermosos. - Inconsciente de sus acciones poso su mano en la mejilla de mayor acariciándolo. -

Curiboh viendo en cómo estaba la sirena voló y se posó en otra piedra un poco lejos de ellos.

Cuando pensaba que nada esto era normal vio a una agostaba sirena justo debajo de él.

Rebecca ¿Tú también aquí? - Pregunto ahora mirando al frente.

¿E-eh? ¿Un ave que habla? ¿De qué otra cosa tengo que sorprenderme? - Cuando miro al frente suyo vio cómo su hermana ahora estaba más cerca que de costumbre cerca de ese tonto humano que tanto le gusta. - ¡¿EH?! HIKAR - La interrumpe.

Shuu~ - Puso un ala en su boca para callarla. - No interrumpas su momento pequeña Sirena. -

Rebecca solo podía ver la escena algo nerviosa, sobre todo asustada, no sabía en qué momento el humano se podría despertar y hacerle algo a su hermana mayor.

Eres más lindo cuando te veo de cerca, Atem ¿Así es como te llamaban no? - Deslizo sus dedos en sus mechones dorados que tenían al lado para luego quedar una vez en su rostro.

Rebecca solo abria su boca en "O" por lo que hacía su hermana.

Quiero que sepas
Que bien estarás.


Quisiera poder quedarme a tu lado
Me gustaría tanto, verte feliz.


Y disfrutar, bajo el sol
Tu compañía sin condición

Yo volveré, ya lo veras
Por tí vendré.

El príncipe abría de apoco sus ojos, tomando la mano de la Sirena, pero; al estar bajo la luz del sol no pudo reconocerla y solo le dedico una pequeña sonrisa. Derritiendo el alma de Hikari.

El perro que había ayudado a subir a aquel bote, estaba ladrando buscando a su dueño, Hikari de asusto yendo directo al agua.

ATEM, ATEM. Al fin te encontramos Atem. - Dijo su mayordomo. - Llevamos tiempo buscándolo en toda la bahía del reino Señor. - Dijo levantando al príncipe. - Tuvo suerte de poder llegar a salvo. -

Seto, yo... A mí me salvaron. Escuche una voz, era una voz, la más hermosa que había escuchado en todo el mundo. -

Jajaja Príncipe creo que pudo haber tratado mucha agua de mar. -

Bueno, tal vez, la verdad es que no lo sé. Quizás solo estaba soñando despierto. - Dijo sonriendo. - Slifer, vamos chico. -

Slifer, aún seguía oliendo el mar y lo que a sus fosas nasales le daban para oler. Ladro un par de veces contento antes de ir con su dueño.

Hikari veía como se iban aquellos "humanos" se iban en sus dos "pies". Encima de una roca quiso verlo una vez más antes de irse.

No sé qué hacer
Cuando será.

Pero yo debo aquí regresar
Siento que sí.

Puedo formar.
Parte de él.

Alguien por esas aguas, lejos de ahí acechaba.

No, no, no, no ajajajajaja. Tiene que ser un chiste del malo, la hija mayor del Rey está enamorada, de un inservible y patético humano, que terrible consecuencia; yo adoro las terribles consecuencias. - Veía su esfera. -MARIK MALIK, manténgala observada, tal vez sea mi recipiente perfecto. -

Continuará

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Continuará
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