Cap 3

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El amanecer llegó al pueblo de Encanto, el clima era frío, nubes grises acompañaban el lugar junto con un viento helado

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El amanecer llegó al pueblo de Encanto, el clima era frío, nubes grises acompañaban el lugar junto con un viento helado. Dos jóvenes se encontraban guardando la ropa que el día anterior habían lavado, mientras uno tomaba las ropas y las sacudía, el otro las doblaba y colocaba en una canasta. 

La joven dirigió su mirada al cielo, el viento movió su cabello y ella se estremeció por el frío.

Mirabel: La tía Pepa debe estar muy triste hoy y creo que

No pudo terminar de hablar ya que estornudo, causando que el joven que se encontraba con ella dejara de hacer su actividad para acercarse preocupado. 

Antonio: Te dije que salieras tapada, hace frío y puedes pescar un resfriado chica 

La mas baja hizo unos pucheros al ser regañada como si fuera una niña pequeña, causando ternura en el contrario.

Antonio: Ey, lo digo por tu bien cariño, tranquila 

Dicho esto se quito su runa y se la puso a Mirabel, la cual lo observo preocupada. 

Mirabel: Pero ahora 

Antes de que pudiera reclamarle al mas alto por su acto, este le hizo una seña de silencio.

Antonio: Yo estaré bien siempre que tu lo estés, recuerda eso 

La joven no pudo evitar notar el pequeño sonrojo que se encontraba en el rostro de su primo, sin poderlo evitar unas pequeñas risitas se le escaparon al recordar como era este antes, tan arrogante y posesivo, aun lo era, pero solo un poco. 

Mirabel: Y pensar que eres el mismo chico que le dio unos golpes a Camilo por intentar robarme un beso 

Antonio se tenso al recordar ese echo, había ocurrido hace un tiempo atrás, pero aun podía escuchar los gritos de terror de Isabela al ver como él golpeaba a Camilo bruscamente por atreverse a tratar de robarle un beso a la mujer que amaba, claro, Alma después de eso trato de castigar a Mirabel diciendo que si ella no estuviera siempre cerca de Camilo este no hubiera confundido sus acciones, pero Antonio mintió para que el castigo fuera para él, aún tenia las marcas de los latigazos en su espalda , brazos y torso, pero prefería mil veces eso a que Alma le hiciera daño a su mariposa. 

Mirabel: Ese día fuiste un tonto 

Menciono la chica, pequeñas gotas saladas resbalaban por sus mejillas trigueñas al recordar los gritos de dolor del hombre que amaba. 

Mirabel: Nunca debiste hacer eso....ni siquiera dejó que mi madre te curara, tuvieron que cicatrizar por su propia cuenta, no fue justo 

Dijo mientras acariciaba con suavidad aquellas cicatrices que estaban en los brazos del mas alto.

Antonio: Lo volvería a hacer si es para protegerte
Mirabel: Lo se, pero no fue justo, incluso te torturo vertiendo agua caliente en tus heridas, y como si no fuera suficiente te echo sal y limón en cada una de ellas 

Dijo mientras recordaba como Antonio se retorcía en el suelo, sus manos estaban atadas al igual que sus pies, y Alma le colocaba limón y sal en las heridas.

Antonio: Tranquila, es el pasado, esta bien, y me ayudaste mucho en esos momentos que no podía moverme por el dolor 
Mirabel: Era lo menos que podía hacer
Antonio: En eso me encuentro en desacuerdo, pudiste simplemente vengarte por mis tratos contigo
Mirabel: Nunca me golpeaste 

Mencionó algo enojada, no le gustaba que su pareja pensará de esa forma, si fue un idiota en el pasado pero cambio para bien, al menos con ella.

Antonio: Pero
Mirabel: Antonio, lo único que hacías era decirme mascota y darme algunas ordenes, nunca me torturaste, incluso sacabas la cara por mi en muchas ocasiones, me enseñaste a defenderme, tanto a golpes como con palabras, estuviste ahí cuando ese señor trato de abusar de mi,  lo mataste para salvarme a mi, pudiste dejar que lo hiciera pero no lo hiciste, me salvaste y estuviste a mi lado brindándome apoyo cuando mis padres no me creyeron, me ayudaste a superarlo, has echo muchas cosas por mi durante estos años, eres mi salvación, nunca lo olvides 

El chico soltó un suspiro mientras se acercaba para abrazarla, conteniendo su llanto, tal parece que se estaba volviendo muy sensible cuando de Mirabel se trataba. 

Antonio: Y tu nunca olvides que eres la luz que alumbra mi oscuro mundo, eres la rosa en un campo de espinas, mi fuente de agua en el desierto. 

Mirabel volvió a sonreír al escucharlo, aun se preguntaba como fue que las cosas terminaron de esa manera, pero a decir verdad no le importaba mucho el inicio, tampoco el pasado, solo el presente y el futuro le importaban. 

Mirabel: Ya te entendí Romeo 

Bromeó un poco antes de que una discusión llamara su atención.

Antonio: Parece que de nuevo están discutiendo
Mirabel: Así parece, pobre Camilo, si se casa con ella todos los días en la casa serán un infierno
Antonio: Ni que lo digas
Mirabel: Trataste de hablar con él?
Antonio: Me ignoro por completo

La trigueña suspiro con frustración, en ese momento la pareja que muy pronto se casaría apareció.

Camilo: Esmeralda!! Escúchame por favor!!
Esmeralda: Cállate!! Eres un infiel, un tonto, un estúpido bueno para nada, puedes si quiera dejar a esos tontos bebés de lado y ponerme atención!!
Camilo: Estás loca!! Son bebés!! Celosa de unos bebés!! ¿Es enserio?!! Pareces una niña pequeña

Ambos estaban tan inmersos en su discusión que no se dieron cuenta de los otros dos.

Mirabel: Incómodo
Esmeralda: Cállate maldita zorra!!

Grito la chica.

Antonio: Disculpa pedazo de basura?!!

Antonio grito enojado, si no fuera por Mirabel este ya hubiera ido a decirle sus verdades en la cara a esa chica que muy pronto sería su cuñada.
La chica se dio la vuelta asustada.

Esmeralda: Lo siento mucho Mirabel es que yo
Mirabel: No estoy enojada, lo mejor es que yo y Antonio nos retiremos, con su permiso

Dicho esto se llevó a su pareja del lugar, claro, Antonio echaba humo por las orejas de lo enojado que se encontraba, una vez que ambos ingresaron a casita los gritos volvieron a escucharse.

Mirabel: Si me preguntas a mí, prefiero vivir soltera que vivir peleando todos los días
Antonio: En algo tienes razón, bueno, tengo que irme antes de que, ya sabes quién, se enoje por no encontrarme en las granjas, volveré para el almuerzo para ayudarte cariño
Mirabel: Nos vemos

Ambos se dieron un pequeño beso.

Antonio: No me he olvidado de ustedes

Dijo el chico al mismo tiempo que se ponía de rodillas y besaba el vientre de 18 semanas de embarazo de su mujer.

Antonio: No te alteres, y trata de evitar a Isabela y a los demás
Mirabel: Lo se, lo se, tranquilo, ya sabes que ellos ni me prestan mucha atención, y si uso ropa holgada no se notará mucho
Antonio: Muy pronto no tendrás que esconderlos, te lo prometo
Mirabel: Y te creo, ahora ve antes de que esa bruja se enoje
Antonio: Nos vemos cariño

El moreno le dio un suave beso en la mejilla a Mirabel antes de salir de casita, ella en cambio solo se quedó observando como él se marchaba, las hormonas la tenían algo sensible, y solo deseaba estar pegada a su pareja, lo malo era que eso no se podía por culpa de Alma.

Mirabel: Pero muy pronto ya no nos molestará.

Acarició con disimulo su vientre, hasta ese momento todo iba de acuerdo al plan que tenían, y nadie sospechaba sobre su embarazo, lo cual aliviaba a la pareja, ya que no desean problemas.
La Madrigal se concentró en sus tareas ignorando las discusiones de su primo y su prometida, todos los días era la misma cantaleta.

Obedece MariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora