- 31

1K 147 56
                                    

Nayeon observa a Tzuyu con la sonrisa más grande que alguna vez le haya visto a una persona. Le impresiona tanto verla así, ni siquiera cuando consiguió su colección favorita de mangas tenía esa expresión en su rostro. Y eso es decir mucho.

—¿Por qué estás tan feliz? No es que tenga un problema con eso, pero me da curiosidad saber la razón— la coreana pronuncia acabando con el cómodo silencio que tenían.

Tzuyu deja de observar su celular y gira su rostro hacía su amiga, la cual se encuentra mirándola acostada boca abajo sobre su cama y con mangas a su alrededor.

—La vida es hermosa, ¿por qué no estarlo?— al responder aquello, Nayeon inmediatamente hace gestos de asco. —¡Oye!

—¡Que le hicieron a mi Chou Tzuyu!— acusa dramatizando sus expresiones. —Claramente ella no diría algo así y más sabiendo que su personalidad se basa en usar imágenes tristes de lobos.

Tzuyu agradece que Nayeon haya expuesto ese gusto culposo estando solo ellas dos. Está segura que si Jeongyeon o Dahyun se enteraran, ninguna de las dos la dejarían en paz.

—Es solo que...— no sabe como decirlo sin dar muchas vueltas, pero pensar en todo lo que le ha sucedido en esta última semana la hace sentir como si estuviera flotando en un paraíso.

—Está bien, no tienes que contestarme. Jeongyeon me lo ha dicho todo— la interrumpe antes de que inicie su explicación.

—¡¿Cómo?! ¿Qué te ha dicho?— Tzuyu se sienta de un movimiento sobre su sofá. Desde su posición ve a Nayeon con nerviosismo. ¿Qué tanto sabe? Eso le preocupa.

—Como lo escuchas. Me ha contado de las ocasiones que fuiste a la cafetería— responde regresando sus ojos a la lectura de las páginas que tiene entre sus manos.

"Sabía que tener a Jeongyeon trabajando ahí no me beneficiaría en nada". Tzuyu se levanta de su lugar para ir hacía Nayeon y arrebatarle el manga dejando a la contraria muy sorprendida.

—¡Oye!— se queja cuando le quita el manga de sus manos justo en la mejor parte.

—Eso te pasa por chismosa— Tzuyu le sonríe con descaro antes de comenzar a recoger todos los mangas que le prestó a Nayeon.

Ahora mismo se arrepiente de ser tan buena amiga.

—E-espera, Tzuyu, sabes que todo es una bromita— la coreana dice entre risas nerviosas en un intento de arreglar su error, pero es demasiado tarde, Tzuyu ya llevó todo a su librero dándole el claro mensaje de que no le dará la oportunidad de seguir leyendo. —¿De verdad le harás esto a tu vecina favorita?— pregunta con un puchero del cual termina burlándose la taiwanesa.

—Sí. Ya lo hice— responde sin culpa antes de darle la espalda en busca de salir de su habitación para no seguir escuchando los lamentos de su amiga.

—¡Bien! Entonces no podré decirte lo que Jeongyeon me contó sobre un evento muy especial que harán hoy en la cafetería— esas palabras mágicas detienen a Tzuyu en mitad de su camino. Ahora mismo no necesita ver a Nayeon para saber que tiene una sonrisa triunfal en su rostro.

—No me interesa— traga sus verdaderas palabras y decide mentir, no quiere caer ante los chantajes de la coreana.

"Soy fuerte. Puedo contra eso y más". Se repite Tzuyu con una postura inquebrantable.

—Ya veo. Pensé que te importaría ya que Jihyo está involucrada.

"Al diablo ser fuerte". Tzuyu regresa sobre sus pasos hasta pararse frente a Nayeon, quien, como lo dedujo, posee una enorme sonrisa.

shot thru the heart ⌗ jitzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora