Continuación...
—No puede ser...—Mis ojos no podían creer quien había atrapado el ramo.
Yo me empecé a reír, al igual que los miembros.
—________!!!! Felicidades!.—Dijo Kyuhyun sumergido en risa.
Ella nos miro confundida por nuestras risas, y al instante se sonrojo toda y se puso nerviosa.
—No se burlen!.—Dijo ella en vergüenza.—No fui la única que lo atrapo!.—Dijo ella.
Nosotros no entendimos, así que decidimos acercarnos para verificar a que se refería.
—YelBin también lo atrapo. Ven?.—Dijo ella mostrando le parte baja del ramo que estaba sostenido por su mano y la de YelBin.
—Oh! Es cierto!.—Dijo Kangin sorprendido.
—Eso quiere decir que las dos son las próximas en casarse, felicidades.—Dijo SaEun.
No quedamos unos minutos en silencio, para luego empezar a reírnos de nuevo.
—Primera vez que escucho sobre eso.—Dijo Siwon.
—________.—Dijo una voz masculina interviniendo en la conversación.—Ya es hora de que vayamos a la recepción.—Dijo abrazándola por detrás, lo cual me molesto, ya que no era su hermano.
—En seguida voy.—Dijo ella respondiéndole.—Chicos, es hora de irnos, nos vemos dentro de un rato.—Dijo seria
—______, espera! Quien se queda con el ramo?!.—Pregunto YelBin.
—Quédatelo tu!.—Dijo ella para después irse.
—Bueno!...entonces me lo quedo yo...—Dijo YelBin observando el ramo.
—Bueno...creo que será mejor que nos pongamos en marcha.—Dijo Leeteuk.
Dicho eso todos, a excepción de YelBin, nos montamos en el carro donde vinimos y nos pusimos en marcha a quien sabe dónde.
—Ya llegamos.—Escuche la voz del conductor y que me batucaban.
«En que momento me dormí?» Fue lo primero que pensé, al reincorporarme en el asiento pude ver a los demás dormidos también, incluyendo a la esposa de Sungmin.
Yo los desperté, con sueño y todo nos bajamos del carro y al ir por nuestro equipaje, ya se encontraba desmontado del carro.
—Gracias.—Dijo Leeteuk.
—De nada.—respondió el hombre.—Cuando entren una ama de llaves los llevara a sus habitaciones.—Dijo cerrando la cajuela.
—Gracias.—Dijo de nuevo Leeteuk.
El hombre se puso en marcha y desapareció de nuestras vistas, nosotros a lo que volteamos la vista que teníamos era única.
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