II

39 7 0
                                    

Mark había insistido en que Evan le agradaría a su par de amigos de su mismo grado, por lo que un día durante el receso decidió presentarlo ante Julian y Marshall, el primero de cabello rubio corto y ligeramente rizado, ojos azules los cuales se hacían pequeños cuando sonreía, lleva unas gafas cuadradas y su aliño es bastante cuidado. Por el contrario, Marshall es de cabello azabache, lacio y ojos verdes, cejas rectas y pronunciadas, haciéndole ver como si estuviera molesto todo el rato, pero en realidad su semblante es relajado, su aliño era más descuidado, no llevaba corbata y su camisa parecía arrugada.

Por lo que ahora se encontraban compartiendo la misma mesa y conversaban con tranquilidad, aunque como de costumbre Evan estaba bastante callado.

—¿Y a ti qué te ocurre? ¿Eres mudo? —Dice Marshall en tono burlón, a lo que recibe un discreto codazo por parte de Julian.

—Eh... No —responde un tanto nervioso.

—Entonces cuéntanos algo.

—¿Cómo qué?

—No lo sé, ya llevamos una semana de clases, ¿tienes amigos en tu salón?

—Sólo hablo con Angie.

—Angie... —Se queda pensando, como si un recuerdo aterrizara en su mente— ¿Fue aquella chica que rechazaste? —Mira a Julian, quien suspira avergonzado.

—Sí... —Afirmó— Ella es bastante agradable, ¿no? —Sonríe hacia Evan.

—Lo es, aunque es bastante extrovertida.

—También Mark —señala Marshall.

—Eso es cierto —ríe ligeramente.

—¿Es malo? -Inquiere éste.

—No, no lo es.

—Bueno y... ¿Alguien ha llamado tu atención?

—¿En qué sentido?

—Ya sabes, somos adolescentes alborotados, ¿no te gusta alguien? —Al terminar de hablar le da un mordisco a su emparedado.

—No realmente —se encoge de hombros—, es muy pronto para pensar en eso.

—Eres reservado, ¿eh?

—Sólo vas a incomodarlo —reprocha Julian—. ¿Dónde estudiabas antes?

—Antes no vivía por aquí, soy de Hawley, por lo que asistía a la secundaria de ahí, pero me quedaba lejos y... Por otras cuestiones personales nos mudamos.

—Así que eres totalmente el chico nuevo —asiente Marshall y cada uno come su almuerzo.

—Por cierto Evan —dice Mark tras unos segundos—, ¿te unirás a algún club?

—Aún no estoy seguro.

—¿No quieres unirte al equipo de baloncesto? —Pregunta Julian sonriente.

—No soy muy bueno en baloncesto —resopla.

—¡Oh vamos! ¿Quieres ver nuestro entrenamiento de hoy? Verás que no es para tanto —propone Mark.

—Ah, seguro... ¿Por qué no?

—¡Genial! -Se muestra alegre.

El resto de las clases transcurrieron con normalidad y Evan debía admitir que gracias a la ayuda de Mark en matemáticas, ahora se le facilitaban las clases del Sr. Anderson y éste último lo comenzaba a notar.

—¿Ya te vas Evan? —Cuestiona Angie al toque de campana.

—Sí, Mark me invitó a observar el entrenamiento del equipo de baloncesto para ver si me convence de unirme.

ONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora