VII

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Algunos días transcurrieron, los suficientes para que a Evan le carcomiera la cabeza el pensamiento de que le gusta su amigo y de alguna forma quería expresar esos sentimientos, sin embargo, no quería que sus amigos se enteraran de la situación por el momento, así que recurrió a Kenny por lo que un día de la semana que salió temprano de la escuela se encontró con el pelirrojo en un punto medio y charlaron.

Kenny sugirió ir a una cafetería que ya había frecuentado y le gustaba, por lo que se dirigieron al sitio y una vez ahí tomaron asiento; Kenny pidió un tentempié e incitó a que Evan hiciera lo mismo, ya que aunque no pudo comprarle un regalo, al menos podía invitarle a comer.

—Por cierto, había algo que olvidé contarte —dice Evan, rebuscando en las bolsas de su mochila— que mi tío me regaló un celular sencillo por mi cumpleaños —se lo muestra—, así que ahora podemos hablar con mayor frecuencia.

—¡Genial! Pásame tu número —el contrario le muestra la pantalla con el número y éste lo anota en el suyo—, me alegra demasiado, aún seguía sintiendo vergüenza por llamarte a la casa y que respondiera tu abuela o el señor Parker.

—Es verdad —ríe ligeramente—, papá me dijo el sábado pasado que por fin le habían concedido el cambio, así que se mudará con nosotros éste fin de semana.

—¿En serio? ¡Esas son buenas noticias! —Exclama sonriente— ¿Y tienen habitación para él?

—Es la más pequeña, pero sí, además él no quiso cambiar habitación conmigo o mi abuela a pesar de ofrecerlo, así que, supongo que estará bien.

—Vaya, ¿y tú cómo te sientes con esa noticia?

—Bastante contento, sé que tiene apoyo por algunos compañeros suyos y nuestra familia, pero tengo la sensación de que puede sentirse un poco solitario en algunas ocasiones y creo que a mí también me hace falta, ya que nos hemos sentido más distanciados. Quiero decir, tengo a mi abuela, pero finalmente me afecta.

—Sí, lo puedo entender —asiente y en ese momento, el mesero les deja sus pedidos sobre la mesa, ellos agradecen y al darle un sorbo a sus bebidas deciden retomar la conversación.

—Ahora que lo pienso, quería preguntarte algo.

—Adelante.

—¿Te gusta Tyler? —Le mira inquisitivamente, mientras que Kenny suelta una risita nerviosa.

—¿Es tan obvio?

—Más bien, creo que te conozco bien.

—Pues sí, me gusta, creo que tenemos mucha química... Él es bastante amable y divertido.

—Sí, es ocurrente —concuerda—, ¿piensas decírselo?

—Tal vez, pero no creo que lo haga pronto, a veces siento que yo también le gusto y otras siento que simplemente me ve como un buen amigo.

—Y... ¿Cómo supiste que te gustaba? Quiero decir... Hasta el momento sólo te habían gustado chicas, ¿cierto?

—Oh, te refieres como tal a "mi orientación sexual", ¿cierto? —Evan asiente en respuesta— Hm, realmente no he indagado en ello, supongo que en un inicio me confundí y creí que simplemente le tenía mucho cariño a Tyler, fue entonces que conversando con Abby, y reflexionando por mi cuenta, me di cuenta de que son sentimientos muy distintos. Honestamente conversar con ella y mamá me ayudó a verlo de una forma sumamente normal, si es que esa es tu duda.

—Comprendo —le da un sorbo a su bebida.

—Entonces, ¿por qué la curiosidad?

—U-uh, pues... Estoy un poco confundido en ese sentido, y es más complicado saberlo en mi caso ya que nunca he tenido una relación amorosa, tampoco me he sentido precisamente atraído por alguien, de igual manera he llegado a pensar que simplemente le tengo mucho cariño a esa persona.

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