Intento de soborno

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P.O.V ???

Revali se estaba preparando en su camerino, estaba tomando agua, afinaba su voz y hasta tenía en su mesa de espejo unas pastillas para el dolor de garganta en caso de emergencia, ahora se estaba asegurando de que sus trenzas estuvieran bien peinadas y que sus plumas estuvieran en su posición.

La joven tocó la puerta y pidiéndole permiso al campeón por cortesía.

Tiniebla:Gran Revali, ¿me permite entrar?-*Preguntó educadamente*.

Él infló su pecho al escuchar ese título con tanta educación sintiendo un poco más de orgullo que antes sin llegar al extremo.

Revali:Adelante.-*Respondió sin rodeos manteniendo su orgullo en alto*.

Tiniebla:*Abre la puerta asomándose*-¿Ya está listo para continuar? O ¿quiere que le demos unos minutos más?-*Preguntó*.

Revali:Descuida, ya estoy listo, apenas termine el acto de Nyel pasaré yo a continuar con mi historia.-*Informó despreocupado*.

Tiniebla:Entendido.-*Dijo para retirarse del lugar*.

El terminar de tocar aquella melodía, el público agradeció su presencia y el que compartiera su talento con aplausos, a lo que Nyel solo dio reverencias en muestra de su gratitud.

Justo como Revali había dicho, apenas Nyel abandonó el escenario para tomarse también un merecido descanso, el campeón se colocó en el escenario, los aplausos estuvieron presentes tanto en el retiro de Nyel como en la llegada de Revali que finalmente se detuvieron cuando el elegido de los Orni hizo una señal con su ala para que se detuvieran.

Revali:Bien, como había dicho antes, la historia aún no acaba aquí, si no que es parte del principio de algo más terrorífico de lo que puedan imaginar.-*Informó para luego pensar*.

Revali:Veamos, ¿en dónde me había quedado?-*Se preguntó a sí mismo poniendo su ala en la base de su pico*-Ah si.-*Recordó*.

P.O.V Revali

Cuando recuperé el conocimiento estaba amaneciendo, supuse que me había quedado inconsciente sólo un par de horas, las suficientes para que amaneciera antes de poder despertarme, intenté recordar lo que pasó anoche pero no podía recordar nada, lo único que recuerdo es que antes de estar aquí estaba buscando a Tevaldo para reclamarle la broma de mal gusto que me había hecho y de ahí nada más.

Al voltear pude ver a Tevaldo al lado mío sin su armadura ni uniforme viéndome con una boba sonrisa, miré mi cuerpo viendo que tampoco tenía mi armadura ni camisa puesta, al ver esto me asusté y teniendo que me hubiera hecho eso me separé de él tapándome con la sábana de mi cama con rapidez.

Revali:¿Qué haces aquí?-*Pregunté instintivamente del susto*.

Tevaldo:Hola Revali, ¿dormiste bien?-*Me preguntó sonriente*-Admito que me dejaste cansado anoche pero valió la pena con tal de oír tus lindos gemidos.-*Dijo para enderezarse y estirarse*.

La rabia me invadió, ¿¡el que se supone era hermano de mi mejor amiga había aprovechado que estaba inconsciente para hacerme tratarme como un juguete!? No podía dejar que esto se quedara así y lo abofeteé tan fuerte que se escuchó por toda mi habitación.

Revali:¡Eres un sucio y asqueroso perro pervertido!-*Dije sin dejar de taparme*.

Tevaldo:*El muy desgraciado solo se echó a reír para decirme lo siguiente*-Solo es una broma, relájate, no eres mujer pero si sabes cómo dar una cachetada.-*Dijo tocándose la mejilla*.

Revali:Si soy capaz de saber golpear a alguien ¿crees que no sabría cómo dar una simple bofetada? No me hagas reír.-*Le aclaré, una bofetada no es algo que en mi opinión sea difícil de dar*.

¿Qué ocultas, Caballerito?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora