¿Qué ocultas, Caballerito?

La Verdad Despellejada, Un Secuestro

Era un monstruo, un monstruo aterrador que fácilmente podría hacerle frente a más de 20 centaleones, medía más de dos metros, era del mismo tamaño que el muro que protege el castillo, era una mezcla entre humano y lobo, era más un lobo antropológico.

Tiniebla:Pa' que se ahorre los detalles aquí está esta imagen que lo ayudará a describir a la bestia a la que usted se enfrentó.

Revali:Eh, si, gracias Tiniebla.

Tiniebla:🎶~Yo solo sé decir "De nada"~🎶

Revali:Como decía:

Ese "monstruo" fue lo que intentaban controlar los guardias quienes tenían lanzas y espadas de ser necesario, lo extraño era que había dos Sheikah en el lugar quienes le decían a la enorme criatura que se calmara con una inyección en la mano.

Quedamos boquiabiertos al ver muchos cadaveres de caballeros alrededor, unos ya tenían tiempo pero otros eran recientes, y entre todo esos cadáveres encontramos prendas rotas de nada más ni nada menos que de Link, prendas ensangrentadas... nos acercamos a las prendas sucias de tierra y sangre y en ese momento todos... creímos que aquella criatura nos lo había arrebatado.

Todos nosotros volteamos a ver a aquel monstruo y nos preparamos para vengar la muerte de nuestro caballero, nos había arrebatado al chico que amábamos, esto no podía quedarse así, debía pagarlo con su vida, ojo por ojo.

Tevaldo quien estaba en combate ayudando a los demás guardias a mantener a raya a la bestia nos advirtió "¡Váyanse de aquí! ¡Los va a lastimar!", pero eso ya no nos importaba, esa cosa debía estar muerta si o si, por Link.

Todos nos aproximamos a aquella bestia y empezamos a atacarla con todas nuestras fuerzas, la mataríamos costara lo que nos costara.

Después de mucho esfuerzo logramos debilitar a la bestia y después de que uno de los Sheikah lograra dormirlo con el somnífero pudimos tenerlo ante nosotros bastante agotado, eso nos permitió prepararnos para nuestro golpe de gracia y hacer que desapareciera de este mundo de una vez por todas.

Pero alguien se interpuso, y no fue alguien menos que Zelda, todos nos impresionamos por ese acto, ¿quién en su sano juicio defendería a un monstruo que acabó con la vida de su caballero guardián?

Zelda:¡No! ¡No lo lastimen!-*Se colocó asustada en medio de nosotros y la bestia*.

Urbosa:¡A un lado majestad!-*Ordenó*.

Zelda:No dejaré que le hagan daño.-*Habló con miedo*.

Daruk y Mipha se quedaron extrañados por el acto de la princesa, más Urbosa y yo sabíamos que ella no lo hacía estando fuera de sus cinco sentidos.

Revali:Se acabó, Zelda.-*Le dije estando a mi límite, ya no podía más*-Le ordenaste a Tevaldo no revelar casi nada sobre Link, nos dices a todos que sufrió de una "enfermedad desconocida" cuando en realidad ya había muerto y ahora nos sales con que el monstruo que lo mató está aquí encerrado y con vida en vez de estar muerto como debería estarlo.-*Hablé con hartazgo*.