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Justo había terminado otra jornada aburrida en el taller de los XT-50 cuando una visita inesperada de Alpha-00 llamó la atención de Beta-07, quien estaba haciendo auditoría de soldaduras antiguas. La entrada en edad observó con un regimiento de técnicos las nuevas máquinas de guerra y elaboró un discurso terrible.

-Esta vez habéis sido mucho más que eficientes. Os invito a reconocer vuestros logros y a valorar vuestro duro trabajo. Vivimos tiempos difíciles, pero la causa es mucho más importante. Nunca olvidéis que Génesis es vuestro propósito en esta vida.

Beta-07, quien se dedicó a observar los gestos cargados de emoción de aquella amasadora de mentiras e ilusiones, se perdió entre aquel discurso cargado de propagandismo y falsa adulación.

-Y no olvidéis tampoco el día en que fuisteis privilegiados de saber más que los demás. Los que verdaderamente conocéis más que los que se dedican a sustentarnos o protegernos. Sois una generación provechosa, y creerme que vuestros progresos ayudan al desarrollo de nuestra nación.-Con un suave giro de muñeca y una reverencia, Alpha-00 hizo que los muchachos del taller culminarán en aplausos hacia ella.

Aquella líder era una eminencia, e incluso con su coleta recogida y sus ademanes seguros y su cháchara populista, lo era aún más. Pero no terminaba de convencer a Beta-07, quien fue el único que ni siquiera se atrevió a aplaudir.  Para la mala suerte de éste, Alpha-00 lo percibió y dirigió una mirada severa hacia él, y alzando sus manos hizo callar el estallido de aplausos para dirigirse hacia el muchacho.

-¿Pasa algo, muchacho?-preguntó, con una mirada muy vacía, evidenciando una autoridad asesina y fría.

Él, dubitativo, se quedó en silencio un par de segundos que parecieron una eternidad. Todos sus compañeros se giraron para señalarle con sus miradas de desaprobación. La líder estaba hablando y él no le estaba contestando, y el pueblo estaba intranquilo.

-¿Vas a tener la poca vergüenza de no dirigirme la palabra, técnico?-alzo la voz. Esta vez su rostro era mucho más severo. Su mirada era tan fría, tan carente de sentido común, que el poder de la fuerza y la injusticia se reflejaba en ella.

-Con mi debido respeto, no entiendo por qué estamos montando este prototipo de combate. Trabajamos 18 horas al día, y apenas tenemos tiempo para descansar. La situación es totalmente dura y decadente en nuestros talleres, sin ningún tipo de explicación de por qué y para qué.-se atrevió a decir, dando un paso al frente y alzando una mirada sería y valiente.

Beta-01 rompió filas para acercarse hacia Beta-07 y propinarle un golpe seco en el estómago con un duro y seco puñetazo. Cayó como un saco de patatas, aullando de dolor.

-¿Cómo osas hablarle así a la líder?-alzó la voz hacia su trabajador.

La muchedumbre estaba furiosa. Los demás compañeros cargaron contra 07 con insultos y amenazas. Alpha-00 levantó los brazos en señal de querer tomar la palabra, calmando a la muchedumbre asusada.

-Bueno, mi querido técnico. A decir verdad tu pregunta es muy desafiante hacia mí autoridad. Estoy totalmente segura de que lo que acabas de decir lo has dicho por desvaríos propios de no haber tomado correctamente el relajante muscular y las pastillas del descanso. Solo por esta vez, voy a dejar que te retractes de lo que acabas de decir. Te recomiendo que lo hagas, ya que lo que acabas de hacer, jovencito, es cuestionar los proyectos del gobierno, los proyectos que tratan de mejorar nuestra ciudadanía. Por tanto, me estás cuestionando a mí.

Alpha-00 tenía un tono de voz muy bien modulado, muy aterrador y autoritario, que imponía un respeto solemne y totalmente generalizado. No en vano, los celadores que les acompañaba también tenían armas, y eso hacía que cualquier osadía solo fuera una estupidez.

Beta-07 dudó por un instante de la verdadera identidad de Alpha-00, que por un instante, la vio más alejada del concepto de líder del pueblo a gobernadora absolutista. Él ya estaba cansado, y solo quería descubrir la verdad de todo aquello. Se levantó como pudo del suelo y le dirigió una mirada desafiante.

-A mí no me dan miedo sus amenazas. Lo que de verdad me da miedo es que no tengamos ni idea del por qué estamos haciendo absolutamente todo lo que hacemos. Estas máquinas son de guerra. Y somos los únicos habitantes de este planeta, ¿no es así? No tiene sentido hacer máquinas de guerra, a no ser que sean contra nosotros.-le alzó su voz, que era esta vez la voz que portaba una fuerza revolucionaria que ni él mismo sabía que estaba siquiera transmitiendo.

Pero nadie le hizo caso. Todos le juzgaron como un desvariado que estaba abusando de sus intervenciones para cuestionar la autoridad de Alpha-00. Beta-01 le cogió de la pechera y lo empujó contra los celadores de Alpha-00, quienes lo agarraron y apresaron. Miró a su líder y se disculpó por el comportamiento de su trabajador.

Sin embargo, aquellas palabras de 07 hicieron estallar en Alpha-00 las semillas del miedo, y actuó con el poder del silencio. No podía permitir que los demás también se cuestionaran pensamientos de ese tipo, o todo su gobierno se reduciría y el plan del Padre Fundador se haría trizas en un abrir y cerrar de ojos.

-Te di la oportunidad, Técnico, de que te disculparas ante mí. Y lo único que has hecho es desafiar aún más mi autoridad. Mira a tu alrededor. Nadie te apoya, porque no tienes nada de razón. Pero tú y tus desafíos ya me tienen harta. Quedas destinado al programa de reeducación.

Beta-07 se aterrorizó, y alzando la voz, imploró, lloró, y pataleó, asiéndose de un lado para otro.

-¡No, se lo suplico, por favor!

-Llegas tarde, muy tarde. Además, es una pena que tus habilidades se hayan desperdiciado así, Beta-07. Espero que ahora tus nuevas tareas sean de tu agrado.-le dijo a la cara, muy cerca de él, a pocos centímetros que asustaba. Su reacción fue apretar más los puños mientras se lo llevaban hacia las celdas de aislamiento en los niveles inferiores.

Había muerto la libertad, y él lo sabía. Los demás, estaban presos que ni siquiera la veían.

Proyecto ÉxodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora