The Exception [02]

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—No, espera...lo que viste no...

—¿No qué? ¿Qué vas a decir?— inquirí empujandolo cuando hizo ademán de acercarse a mí nuevamente.

—Hubo un beso, si, pero no es lo que tú crees. Fue ella quien me besó, yo sólo...

—Tú dejaste que te besara —sollocé— Ahora entiendo mucho mejor las cosas, ¿sabes? Eso de llegar tarde cada noche, las malditas y absurdas excusas...todo tiene sentido. Tú estabas con ella.

—No, no, Karol, yo te juro que nada pasó. Nunca —me dijo y note su mirada empañada pero no me importo, no me convencerá con lagrimitas falsas— Yo te amo, jamás te haría una cosa así, lo juro.

—¡Deja de jurar! —le grite— ¿Por qué lo hiciste?— pregunte llevándome las manos a la cara, liberando aún más mis lágrimas.

—No llores —lo escuche decirme y lo sentí abrazarme— Y no me dejes...por favor, amor, no lo hagas.

—Vete.

—Yo te amo sólo a ti, Karol, tú sabes eso...sabes lo que significas para mí —me dijo pero ya no podía seguir oyendolo, no hacía más que aumentar mi dolor— Por favor, no hagas esto.

—Yo no hice nada, ¡fuiste tú y tu maldito engaño! —argumenté dandole un empujón para apartarlo de mí— Arruinaste todo...destruiste nuestra familia por causa de esa idiota —dije y aunque él lloraba no me importó— Yo te lo pregunte, Ruggero, hablamos sobre esto mil veces y en lugar de decirme la verdad tú sólo preferiste continuar engañandome. No tuviste siquiera la decencia de mirarme a la cara y decirme que ya no querías estar conmigo.

—Pero yo si quiero estar contigo —me dijo acercándose y retrocedí— Escucha... Escúchame —pidió secando sus lágrimas de una forma bastante brusca— Ocurrieron algunos besos, si —confesó y para mi sorpresa me sentí aún peor de lo que ya lo hacía— Pero es que no supe como controlarlo. Intente ponerle un freno pero ella insistió y...y yo la deje, fuí un imbécil y la deje —sollozo, yo no dije nada, me lleve las manos a la cara ahogando mi llanto— Pero nunca estuve con ella, no era una relación ni mucho menos, yo te juro que jamás me acosté con ella, Karol.

—Eso no importa. La besaste y eso fue suficiente —solloce— Ya vete, Ruggero, no quiero seguir viéndote.

—No, no, mi amor, no me hagas esto.

—¡Vete!— grite forcejeando con él para alejarlo de mí. Sin embargo de pronto algo nos hizo quedarnos quietos y guardar silencio.

—¿Están peleando?— cuestiono Luna.

Mire hacia el costado y estaba ella junto a mi hermano y Valentina.

—N-No...no, mi amor, sólo estábamos conversando— le dije acercándome a ella para besar su mejilla

—Si quieres la llevo a dar una vuelta entre que ustedes terminan de charlar— sugirió Agus.

—No es necesario, Ruggero ya se va— le dije con seguridad.