The Exception [02]

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Seis años después

—¡Mamá, ven a comer!

Oí desde la cocina y sonreí. Termine de peinarme y me dirigí allí mismo donde Ruggero y Luna se encontraban almorzando.

—Ven, mami, papá preparo el almuerzo hoy— comentó mi pequeña y le sonreí para enseguida sentarme a su lado.

—¿Lo hiciste solo o le pediste ayuda a Agus?— cuestione viéndolo sonriente.

—No, Agus jamás vino temprano para ayudarme a preparar esta comida ¿verdad, hija?

—Verdad, papi— contestó una sonriente Luna, yo negué ligeramente con la cabeza y luego me dispuse a degustar la comida junto a ellos. Al final, estaba deliciosa.

—¿Podemos visitar a tío Agus y tía Valentina?

—Claro, mi amor, pero primero acaba tu almuerzo— indique acariciando su castaña melena y ella siguió comiendo tranquila.

Al cabo de unos minutos terminamos de comer y por mi parte luego de lavar los platos sucios, me dirigí al baño para cepillar mis dientes e irnos todos a casa de mi hermano debido a las insistencias de Luna, que corrió a abrazar a sus tíos apenas los vio.

—Que bueno que viniste, prepare un pastel especial para ti —comentó Agus de cuclillas frente a ella— Y adivina de que sabor es...

—¿Chocolate?— inquirió mi niña con entusiasmo.

—¡Chocolate!— le contestó Agus y morí de ternura de verla festejar.

Enseguida la cargó y fueron a la cocina, Ruggero los acompaño y me quede sola con Valentina.

—Está cada día más hermosa— sonrió y yo imite su gesto.

—¿Que hay de ti? —cuestione esbozando una sonrisita mientras me le acercaba— Anda, ¿te hiciste la prueba o aún sientes miedo?

—Me la hice pero dio negativa— me respondió con tanto alivio que me hizo reír.

—Oye, siempre consideraré a Agus un pequeño pero creo que ya me está entrando el deseo de ser tía, ¿sabes?

—Lo siento, pero por el momento me siento muy cómoda y feliz siendo solamente tía, ¿sabes? No pretendo ser madre.

—Okay, okay —reí— Oye, vi el camión de mudanzas aquí al lado, ¿ya vieron quienes son los nuevos vecinos?— pregunte cambiando de tema, mientras me sentaba en el sofá.

—De hecho yo no lo conozco pero Agustín si, seguramente tú también.

Vi a los muchachos acercarse a nosotras y me quede seria al ver la preocupante expresión de Agustín.

—¿Qué pasó?— pregunte arrugando la frente.

—Estaba comentándole a Ruggero sobre los nuevos vecinos —me dijo mi hermano— Es Bill Denbrough. Él volvió.