Sólo un hijo || Kookmin

𝓁ℴ 𝓆𝓊ℯ 𝓉𝓇𝒶𝒷𝒶𝒿ℴ

Dedicado a quien todavía se acuerde de esta historia xd

Jungkook

—También rompí un jarrón y el porta bebés de Haneul.— no por nada habla el Dios de la destrucción— Jin no se enojó conmigo pero dijo que debía comprarle una más grande y que trae una pañalera rosa a juego.

—¿Y el jarrón?

—Oh, mi esposo es muy inteligente y tiene almacenados varios, así no tenemos que ir a comprar seguido.

Me río un poco ante la idea de que en la casa de mi mejor amigo probablemente un armario entero dedicado a contener jarrones y otros objetos para reemplazar los que Namjoon rompe casi diariamente.

—¿Has pensado en que sería mucho más barato simplemente no tener decoración en tu casa? Así no hay nada que romper.— sugiero dando un sobro a la taza de café que él mismo preparó, sabe demasiado amargo y por alguna razón puedo sentir que dejó café molido dentro. Me pregunto como lo hizo pero no digo nada, sé que cualquier cosa que tenga que ver con alimentos es un tema sensible para mi mejor amigo ya que casi nunca puede efectuar ese tipo de tareas con éxito.

— Yo dije lo mismo, pero Jin no quiere vivir así.— una mueca se forma en su rostro y tengo muchas ganas de reírme porque sinceramente es la única solución que encuentro al problema de Nam— Además, seguramente debo aprender a tener más cuidado porque no podré jugar con mi hija y sus juguetes si termino rompiendo todos.

Me es inevitable reír. He visto a Nam cuidar de Haneul, es cuidadoso y se nota lo mucho que la ama, sin embargo, creo que los moretones que le han podido salir es porque su papá es el Dios de la Destrucción en toda la extensión de la expresión.

—¿Y tú?— lo miro sin entender a que se refiere— Quiero decir, que si Jimin y tú ya consideraron comenzar a intentar quedar embarazados.

—El que se embaraza es él, no yo.

—A veces me pregunto como es que terminaste la universidad.

—¡Y antes de tiempo!

—Al punto, presumido. Es una expresión, ya sé que a ti no te va a crecer la panza.— podría, si decido unirme a consumir los antojos que le puedan dar a mi futuro esposo— Sabes a lo que me refiero.

—Mmm, no aún. De hecho, hace mucho que no hablamos del tema.

—¿Él no quiere?

Honestamente, vine a la oficina de Namjoon para despejarme un poco del trabajo. Recientemente han aparecido nuevos clientes y he estado muy ocupado. Gracias al cielo Jimin volvió y me ha facilitado mucho la vida pero aún así hay mucho que hacer. Además, he decidido fungir como chaleco antibalas, refiriéndome a que mi madre no para de reclamarme que le haya robado a Jimin cuando se supone que él debería ayudarla a planear la boda y asistir a eventos sociales pero yo no dejo que dichos comentarios le lleguen a mi novio, él ya hizo suficiente.

En resumen, al venir a la oficina de Nam quería relajarme, no tener preguntas complicadas que ni siquiera me había planteado antes.

—No lo sé, dijo que quería esperar.— respondo intentando sonar despreocupado.

—Eso es bastante inteligente de su parte.— lo veo dar un trago a su taza y hacer una mueca, sí Nam, hacer café tampoco es lo tuyo— ¿Qué crees que diga tu abuelo de eso?

—No me interesa lo que piense.

—Si a esas vamos, a mí tampoco. Pero tu puesto depende de esas banalidades.