Luego de la pesca y de una larga tarde de juegos entre Lumine y los pequeños hermanos de Childe la noche al fin llegó. Cenaron lo pescado y compartieron una agradable charla en la que tanto Teucer y Aether relataban los eventos más divertidos de esa mañana.
Childe los observaba con una sonrisa, sus hermanos se veían más felices que nunca esa mañana y no pudo evitar llevar sus pensamientos hasta esa tarde, recordando como Lumine reía divertida mientras huía de los menores. Definitivamente esa era la mujer con la que quería pasar el resto de sus días.
La cena acabó y al ser tan temprano propusieron ver una película en la sala antes de irse a dormir, al día siguiente los pequeños tenían que ir a la escuela y los mayores a la universidad, bueno, todos a excepción de Aether quien al haber despertado a mitad del año no podía integrarse en ninguna universidad por lo que éste se dedicaría a buscar un trabajo para así lograr recomponerse económicamente antes y poder conseguir un hogar para su hermana y él.
Childe llegó con las palomitas y las repartió en un gran bowl para que todos pudieran comer un poco, observó los lugares donde poder sentarse y encontró un lugar vacío al lado de Lumine por lo que de inmediato se dirigió hasta allí y se sentó a su lado.
Entre todos decidieron ver una película de acción y comedia ya que era lo único que lograba entretener a a los más pequeños. A decir verdad la película era buena pero el pelirrojo mayor estaba mucho mas concentrado en la joven a su lado, no podía despegar la vista de ella, Lumine había recogido su cabello en una cola y para Childe no había mujer más hermosa en ese momento que ella.
Al cabo de un rato tanto los pequeños como Lumine acabaron durmiéndose a media película, al parecer el cansancio de la tarde les había llegado. Childe observó con ternura a la joven a su lado y con un rápido movimiento acercó a Lumine a su cuerpo para que pudiera descansar más cómodamente.
La película finalmente acabó y tanto Aether como Tonia se encargaron de cargar a los pequeños a sus habitaciones y antes de desaparecer por la puerta la mayor guiñó un ojo a Childe quien no entendió del todo el mensaje de su hermana, aún así decidió tomar a la rubia en brazos para trasladarla a la habitación en la que estuvo quedándose esos últimos días, la depositó dulcemente en la cama y permaneció a su lado, muy cerca, quizás más cerca de lo que debería estar pero sin dejar de admirar su bello rostro.
Los ojos de la rubia se abren lentamente y Childe no puede evitar sonrojarse y hacerse a un lado con una gran rapidez cayendo al suelo por su repentino movimiento, Lumine de inmediato soltó un risa.
-¿Tan fea soy?-Suelta Lumine al verlo de esa forma.
-¡No! ¡No! Eres la mujer más hermosa de la tierra, so-solo me sorprendiste....-Se apresura en contestar y ponerse de pie listo para abandonar la habitación y regresar a la propia, pero una mano tirando de su pantalón lo detuvo.-¿Qué...?-
-Quedate un rato más.-Pidió la rubia mientras se hacia a un lado de la cama dejando un pequeño espacio para que el menor se acostara a su lado, Childe obedeció de inmediato sin poder evitar sentirse extremadamente nervioso, acababa de decirle que era hermosa y ahora estaban juntos, compartiendo la misma cama la cual claramente no era para más de una persona por lo que se encontraban bastante apretados para evitar caer al suelo.
Sus cuerpos pegados, sus miradas conectadas y sus respiraciones mezclándose.
-¿Por... Por qué me pediste que me quedara?-Indagó curioso intentando concentrar su mirada en algo que no fueran los labios de la rubia.
Maldita sea, esta cercanía me está matando, pensó Childe.
La de mirada dorada alzó los hombros restándole importancia.-Me gusta tu compañía.-Y a pesar de que aquellas palabras eran de las más sencillas significaban un mundo entero para el pelirrojo.-Childe.-
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Chilumi Au |The rich guy
FanfictionDonde el chico rico y nuevo de la universidad dirije toda su atención a una de sus compañeras de curso, Lumine, quien parece no estar ni un poco interesada en el apuesto joven, despertando un gran interés en Childe quien sin dudas querrá revertir es...