Jungkook
Era jueves por la mañana. Mi día había comenzado tranquilo. Estaba de camino al trabajo.
Hoy habría un evento en dónde se presentaría el nuevo producto de la empresa durante todo el día y parte de la tarde.
Pero primero debía pasar por mi oficina a resolver algunos asuntos pendientes.
Llegué al edificio y baje del auto. Ingrese al lujoso lugar y tome el ascensor para dirigirme a mi oficina.
Cómo gerente, debía estar al pendiente de algunas áreas laborales y asegurarme de que todo estuviera en orden y todos hicieran bien su trabajo.
Sonaba fácil, pero había veces en que podía llegar a ser muy estresante.
Al llegar a mi oficina hice algunas cosas que tenía pendiente, di un par de órdenes, y chequee la información que recursos humanos me había enviado.
Había pasado alrededor de 20 minutos cuando Jimin entro a mi lugar de trabajo.
Soltó un silbido al mirar mi atuendo.
Estaba vestido formal, por el evento de más tarde, me vestí con un traje azul marino y con la primera camisa que encontré en mi armario, está era de color blanco.
— Pareces un principe encantador — hablo Jimin con una sonrisa un tanto burlesca sin dejar de mirarme.
— Y tú también — soltó una risita.
El llevaba puesto un traje muy parecido al mío, y eso se debía a qué generalmente iba de compras con el porque sabía más de ropa formal que yo.
Su traje era de un color gris metálico con una camiseta negra. A decir verdad, se le veía muy bien.
El se sentó en el sofá del frente y dijo:
— ¿Y no piensas contarme lo que hiciste?
Se me vino a la mente una chica malhumorada llena de vendas. Sonreí al recordar nuestro último encuentro, que fue anoche, cuando le lleve la motocicleta, le prometí qué le enseñaría a manejar en cuanto se recuperará, también recordé en como me había abrazado por unos cortos segundos y luego se había alejado con la cara completamente roja.
A Jimin se le borro la sonrisa en cuanto vio mi expresión.
— Oh no... ¿Que hiciste Jeon Jungkook?
— No es tan malo — me pase la mano por el cuello — Oh bueno... Tal vez si lo es —.
Jimin also una ceja esperando una respuesta concreta.
— Bueno, pues... Atropellé a una chica...
— ¿QUEEEE? — Casi se le salen los ojos.
— Ella está bien, solo tuvo unas pequeñas lesiones nada más.
Jimin parpadeo aún atónito.
— ¿Acaso no sabes manejar, idiota? ¡Pudo haber sido peor!
— Pero no lo fue... — Me dió una mirada de reproche.
— Y esa chica, es Ely Mejía, ¿No?
Asentí con la cabeza
— No me suena su nombre, pero tal vez si la veo la reconozca, más si trabaja en el Korean Restaurant.
— Hablaste con Madeleyn?
El sonrió.
— Si, al inicio no quería asignarle otro cargo, porque la chica es muy torpe y siempre llega tardé, pero la convencí y dijo que luego vería que podría hacer por ella.
— Gracias por eso — suspiré aliviado, aunque sabía que Madeleyn aceptaría, puede que tenga su carácter, pero no es una mala persona.
— ¿Y porque la sonrisa de hace un momento? ¿La chica atropellada es bonita? — pregunto Jimin subiendo y bajando las cajas.
