Cap. 3

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Fue un día bastante agotador a decir verdad, el exámen de Historia fue la última actividad antes de que la salida del colegio llegara y todos volaran fuera del salón con exclamaciones y suspiros exagerados de alivio.

Él mientras tanto fue el último en salir, como casi siempre, junto a Jake que ahora exclamaba insultos y maldiciones a su latente y proclamado némesis para luego cambiar el tema drásticamente a su amor platónico al que, cabe recalcar, era un completo estúpido, pero Jake no entendía eso.

— Puedo-

— No, no puedes, ya se que Jeon no te cae bien pero ¡es el amor de mi vida!

— Es un Alfa de quinta.

— ¿¡Y tú qué sabes de Alfas!? Jamás te has relacionado con uno y sigo sin entender cómo sobrevives a tus celos.

— Para algo existen los juguetes.

— Sí, para Omegas solitarios.

Golpeó el brazo de su amigo aún sabiendo que solo decía eso porque estaba cansado de que hablara mal de su crush, pero que Jeon Jungkook era un despota, avaricioso y presumido Alfa... eso lo sabía media escuela. Solo que Shim pasaba de esos comentarios.

— Justo ahora no se quien es más idiota, él o tú.

El golpe que le regaló a su amigo momentos antes fue devuelto con más intensidad haciendo que frunciera el ceño levemente herido.

— Cambiando de tema — comenzó Jake mientras bajaban las gradas de la entrada del colegio en dirección a sus casas. —, irás conmigo al partido de fútbol mañana.

— Esa no fue una pregunta.

— No lo fue, y si es necesario arrastrare tu culo desde tu cama hasta la cancha, estás advertido.

Tarareo en respuesta mientras su mirada iba al cielo.

— ¿Entonces mañana no hay clases?

Jake negó con la cabeza aunque sabía que no lo estaba mirando.

— Habrá media hora de la primera clase y luego todos se dirigirán a la cancha.

— Mhm... ¿y por qué quieres ver tu el partido? — preguntó burlón a propósito consiguiendo una mirada extrañada de parte de Jake.

— Para ver a Jeon por supuesto.

— Ajá — contestó, sospechaba que no era solo para ver a Jeon, Sunoo solía reír bajo cada vez que atrapaba a Jake siguiendo con la mirada a su némesis. —, bueno entonces yo iré a sabrosearme a Park.

— ¿Qué tú qué?

El tono incrédulo del más bajo casi hizo que la risa que crecía en su garganta saliera, sin embargo el se mantuvo con expresión desinteresada.

— Ya sabes — levantó los hombros —, el es caliente.

— Definitivamente no estoy escuchando esto.

Jake aceleró su paso dejándolo atrás el tiempo suficiente para que pudiera soltar vagamente su risita antes de alcanzar al de ojos de cachorro.

— Oh vamos, cualquier persona con dos ojos puede notar que Jay es caliente.

— Eso lo sé, déjame corregir mi oración. — se paró en su sitio y giró a mirarlo. — Definitivamente no estoy escuchando esto de parte de ti.

Rodó los ojos junto a un bufido.

— Soy igual a tí, tengo mis momentos — confesó para luego agregar. —, y la imagen de Jay en uno de mis celos me ayudaría bastante.

— ¡Te atreves a pensar de él en una situación como esa! ¡Sunoo!

Esta vez no pudo evitar reír por el color rojo adornando el rostro de Jake.

— Sabes que, olvídalo, vas a exagerar nuevamente. — Jake gruñó disgustado por su declaración y se cruzó de brazos desviando su mirada lejos de él, lo dejó ser, sabía que pronto se le pasaría su pequeño descontento, por ahora él solo quería llegar a casa y darse un largo baño.

— Oye por cierto. — su atención fue robada por su mejor amigo nuevamente y este caminó unos pasos más rápido para alcanzar, sus piernas después de todo eran más largas que las de Shim y mientras el daba un paso Jake daba dos. — ¿Quieres salir pasado mañana?

Frunció el ceño sin dejar su paso pero esta vez escondió sus manos en los bolsillos de su casaca.

— ¿Por qué tan de repente? — a parte del hecho de que su mejor amigo nunca le preguntaba si quería salir, él simplemente lo arrastraba alegando que si le preguntaba seguramente diría que no.

Y tenía razón.

Jake levantó los hombros con desinterés mientras pateaba una lata que se interpuso en su camino con la mirada ahora pegada al suelo.

— Quiero salir al centro comercial, comprar algo de lencería — hizo una mueca —, y probar la nueva pastelería, dicen que es linda, pero no quiero ir solo y a ti te gustan los pays de manzana con jugo de frambuesa pensé que-

Kim se paró frente al más bajo y lo tomó por los hombros para zarandearlo levemente, Jake lo miró un poco dudoso con una ceja alzada por su repentina acción.

— ¿Qué tienes? — preguntó entonces Sunoo con la cabeza ladeada confundido por su repentino cambio de expresividad, Jake parecía inseguro, como un pequeño niño que es nuevo en el colegio y trata de hacer su primer amigo. Shim no era así.

Jake hizo una mueca antes de pasear su mirada por sus alrededores.

— Mamá invitó a papá a la casa, vendrá pasado mañana y ya sabes... no quiero estar ahí para escuchar sus comentarios pasivo-agresivos.

Eso tenía mucho más sentido, la relación de Jake con su padre era casi inexistente, cuando Jake cumplió los catorce y se presentó como Omega su padre lo aborreció alegando que los omegas hombres eran una vergüenza que solo merecía asco de parte de las demás personas, decía que eran débiles e inservibles, cosas así. Jake y su madre soportaron eso por más de un año por lo que tiempo después fue su madre la que lo botó de la casa gritando que no permitiría que siguiera haciendo sentir menos a su hijo. El hombre se fue y meses después la madre de Jake sufrió una recaída. Su padre había marcado a otra omega.

Fue difícil para Jake y su madre salir adelante pero lo hicieron, lo lograron y no podían estar más orgullosos de eso.

— ¿Por qué tu mamá invitaría a tu padre? — preguntó en cambio.

Jake suspiró. — Bueno no lo invitó, dijo que se lo encontró cerca del supermercado y este le había preguntado por mi y si me estaba criando bien — bufó —, mamá le dijo que sí y el propuso que fuera a la casa para una cena, mamá no se negó y ajá ya puedes predecir lo demás.

— Mhm — murmuró antes de asentir. —, está bien, saldremos. Espero que esa pastelería sea buena o le daré una mala calificación en su página.

— Jamás lo haces.

— Calla, lo haré esta vez si el lugar resulta ser malo.

— Claro señor cobarde.

Soy Omega || SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora