Cuando el lobo atrapó a su gato - Nejiten [Adaptación]

DEUX

Tenten se dio la vuelta dirigiéndose al río, luchando con todas sus fuerzas por ignorar las majaderías del lobo que ya estaba grandecito para andarse con payasadas. Metiéndose en el agua fría lavo las manchas de lodo y arena que se habían pegado a su piel cremosa después de su aventura acuática. Examinando busco alguna herida o raspón, quizás si las había tenido, pero su proceso de sanación tan rápido ya se había hecho cargo de sus, tal vez, inexistentes lesiones.

Sintiendo el peso de una mirada, la felina se dio la vuelta para descubrir al chico mirándola, no era que la desnudez le causara problema alguno, era algo bastante normal para los de su especie, pero la manera en que el pulgoso le miraba el culo realmente la estaba molestando.

– ¿Se te perdió algo? – Hablo Tenten dejándose llevar por su mal genio que comenzaba a relucir.

Neji solo levanto una ceja sin la más mínima vergüenza de ser descubierto mirando descaradamente a la felina, dibujo una sonrisa en sus labios de oreja a oreja.

– ¡No! ... En realidad lo que me preocupa es cuanto de tu culo dejaste pegado en las piedras, porque te quedó muy poco –

Tenten sintió como la sangre viajaba directo a su cabeza hirviendo, sintió que iba a explotar, chilló como solo un gato sabe hacerlo. Sin darle tiempo a Neji de ponerse de pie, le salto sobre él con las pequeñas y filosas garras desenfundadas. Por suerte el lobo tenía suficientes primos como para estar siempre preparado, rodando sobre el estómago logro esquivar el ataque inicial. Lástima que la gatita no se calmara, al contrario, se puso todavía más furiosa, si es que eso era posible. Se lanzó sobre Neji nuevamente, logró clavarle los dientes en el hombro tirándolo de espaldas sobre la dura gravilla. 

El lobo al principio se lo tomó a broma, pero al ver como las puntitas de las orejas de la felina se comenzaban a transformar reemplazando a las humanas, supo que su contrincante estaba a punto de transformarse completamente. Liberando su lobo Neji esquivó una segunda mordida, usando la fuerza de sus piernas largas  y musculosas, lanzó a la felina varios metros haciéndola caer al río.

Por fortuna el líquido frío pareció hacer entrar en razón a la felina, que se puso de pie algo confundida mientras gruesas gotas de agua pegaban su flequillo castaño a su frente, para luego recorrer perezosamente el cuerpo delgado.

No queriendo ser tomado por sorpresa nuevamente, Neji se lanzó contra Tenten, haciéndola caer de espaldas al río. La gatita no sabía nadar, al tratar de pararse y no poder hacerlo entro en pánico, comenzando a tragar agua. Por puro instinto de conservación, la felina comenzó a patalear tratando de ponerse de pie, al parecer se estaba ahogando cuando sus piernas ya no tocaron el fondo.

Neji se dio cuenta de que el juego podía traer consecuencias no deseadas, al ver como a Tenten se la estaba llevando la corriente, se lanzó a por la chica que se estaba hundiendo otra vez. Con cuidado de no ser atrapado en la histeria de Tenten, la tomó por la espalda impidiendo que causara que se ahogaran los dos.

Después de unos minutos de lucha, logró sacarlos a ambos con daños menores, un par de rasguños y unos cuantos moretones como resultado.

– ¡Gata estúpida! – Logró balbucear entre jadeos. – Mantente alejada del agua, no te bañes si es posible. ¡Es la última maldita vez que caigo en agua fría por salvar tu estúpido ser! –

Tenten tuvo un ataque de tos mientras vomitaba, cuando menos, un litro de agua. Apenas tuvo aire suficiente para hablar.

– ¡Vete a la mierda! – Respondió poniéndose de pie por pura fuerza de voluntad, invocó a su gato montés y comenzó a caminar tambaleante, con la cola al viento, hasta perderse entre la maleza rumbo al bosque.