Hermana de Haruno Sakura, a pesar de haber tenido una fuerte relación de pequeñas la envidia y el orgullo logran separarlas y ahora Sayuri debe encontrar su destino con las heridas del pasado que aún no sanan
¿Acaso la pequeña flor de konoha podrá c...
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En cuanto el timbre que anunciaba la hora de descanso sonó, sus amigos prácticamente se lanzaron hacía ella quién quedó envuelta en abrazos en su asiento
—¡Nos tenías preocupados!
— ¿Por qué no habías vuelto?
— ¡Te extrañamos!
No pudo contestar ninguna de esas oraciones ni las demás, solo sonreía. El alivio que demostraban al verla la hacía feliz y a su vez un poco culpable por no haber dicho nada, por solo haber huido
Pero no debía culparse, simplemente nunca había notado en su totalidad las personas que la rodeaban y cómo estás la querían
— ¡Vamos por comida para celebrar que Sayuri volvió! — Con esas palabras la mayoría la soltó y uno a uno fueron a lo que ella pensaba sería la cafetería
El salón se había terminado de vaciar, sus otros compañeros se fueron en cuanto sus amigos se abrazaron a ella y ahora estos mismos habían salido
Solo quedaron dos personas sentadas una al lado de la otra
Sayuri sonrió observando a su amigo de peinado de piña. Ambos mantenían un silencio cómodo pero la chica sentía esa mirada de reojo cada cierto momento
— ¿Acaso tú madre...? — Se atrevió a preguntar sin poder seguir ignorando aquellas heridas que estaba seguro cubrían todo su cuerpo
— No, no — Negó enseguida sabiendo a lo que se refería — Estás heridas son por mi nuevo entrenamiento — Aclaró pero pudo notar enseguida que él no le creía — De verdad — Afirmó una vez más antes de fijarse que nadie haya llegado aún — Ahora vivo con mi abuela, no volveré a esa casa. Puede que sea algo enojona pero se que me aprecia. Es una ex Shinobi y me ha estado entrenando, no mentiré, tal vez sean entrenamientos muy rudos o yo me sobre exijo demasiado — Terminó de decir observando al frente con una sonrisa
— Conociéndote seguro es más lo segundo — Contestó y Sayuri pudo escuchar aquel pequeño suspiro aliviado — Realmente nos preocupaste — Está vez habló observando a los demás quienes llegaban corriendo nuevamente cargados de comida de la cafetería — Me preocupaste — Afirmó una vez más antes de verse rodeados por todos
Shikamaru era el único que sabía sobre su situación familiar, a él nunca pudo ocultarle el verdadero origen de la mayoría de sus heridas. Era el que se sentía más cercano a ella
— ¡A comer! — Gritó entusiasmado Naruto dejando caer al igual que todos lo que traían en la mesa frente a Sayuri y Shikamaru
Kiba se sentó al lado de la pelirrosa y su compañero Akamaru se acomodó en las piernas de la misma. Shino logró pasarle un paquete de sus papitas favoritas antes de que Chouji las tomara todas -tambien eran de sus favoritas-
