Nuestro Destino ✅

-Capítulo 17-

Lunes, 11 de enero de 2021

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Desde el pasado sábado Mayra no había vuelto a saber nada sobre Ian. Ella había seguido con su vida sin dejar que las preocupaciones la interrumpieran, pero algunas veces no lo conseguía. Debía dejar de pensar en aquel chico y centrarse en ser como siempre había sido, alegre y libre, sin estar atada a pensamientos que no la dejaban dormir, pero alguna vez dejaba que su mente recorriera una vez más el precioso mundo en el que Ian y ella vivían felices sin ningún tipo de problema. 

Todo muy diferente a la cruda realidad.

Mayra está en su local, Pasty, atendiendo al último cliente antes de cerrar por fin. Aquel día había sido un infierno ya que el grupo de ingleses que habían decidido permanecer en el pueblo más tiempo había ido a por unos pasteles. Se habían dedicado a meterse con Mayra y las chicas del grupo se habían burlado de la ropa que llevaba puesta la joven, un vestido simple de color negro, nada fuera de lo normal. Pero aquellos comentarios no habían hecho que Mayra estuviera mal ya que después de que el grupo se fuera del local una niña de unos cinco años había entrado acompañada de su madre. Aquello había hecho que una gran felicidad apareciera en Mayra ya que aquella pequeña sí podía tener lo que ella nunca tendría por mucho que lo deseara. Su madre había decidido hacer lo que hizo y a Mayra sólo le queda aceptarlo.

Mayra le lleva su pastel al cliente y éste sale del local. Después se dispone a acabar su jornada laboral como todos los días, cerrando la tienda. Mayra sale al exterior colocándose su chaqueta y camina hacia su casa.

-¡Mayra!

La joven se gira para saber quién ha gritado su nombre y al instante reconoce a esa persona. 

Otra vez Ian.

-Sorpréndeme.

La chica ha estado pensando más de lo que debería en el asunto de su relación con el inglés. Ella intentaba no pensar en aquello, pero era imposible. Aquel joven la tenía loca y nunca lo podría negar.

-Sé que te dije que pensaras sobre el tema, pero al verte salir de aquella fiesta el sábado, cuando viniste a ayudarme con el inútil de Han, sentí que debía volver a hablar contigo. El corazón me lo pedía y es lo que he hecho.

-Ian...

-Mira Mayra, sé que podré aceptar una amistad contigo por todo lo que te quiero, pero no lo podré acabar de entender nunca. No tengo ojos para otra, me pareces la chica más bonita, más graciosa, más lista, más todo... Ojalá poder ofrecerte todo de mí y más, pero si la única manera de quererte y cuidarte es estar a tu lado como un amigo allí estaré, por mucho que me joda hacer eso. -Mayra acorta un poco la distancia entre los dos cuerpos, quedando a la distancia necesaria como para que Ian ahora mismo la agarre de la cintura y la atraiga hacia su cuerpo y la distancia perfecta como para dejar un pequeño vacío sin emociones ni sentimientos entre los dos jóvenes. Ian acerca su mano a la de Mayra y el contacto de las dos manos hace que un escalofrío recorra el cuerpo de la chica.- Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche y dormir en tu pecho, sin miedos, sin angustia, sin dolor alguno que nos impida querernos, solo tu y yo contra la noche. Deja que te demuestre todo mi cariño, dame otra oportunidad, y no hagas que le diga a mi corazón que la mujer de mis sueños me ha destrozado.

-Sabes que soy incapaz de hacer algo así.

Mayra se acerca mucho más al chico y le coloca los brazos alrededor del cuello haciendo que Ian la coloque contra la pared más cercana para que así aquel contacto no desaparezca nunca. Mayra está entre la pared y el cuerpo de Ian, quedando así sin apenas poder moverse, pero no le hace falta ya que cuando el joven acerca su rostro al de la chica ella le niega el beso.

-¿Estás segura de que quieres empezar esta guerra?

-Segurísima.

Ian le agarra de la cintura y la acerca a su pecho.

-Prepárate.

Y así es como, después de estar mucho tiempo separados, con dudas, preocupaciones y mucho, mucho, dolor en esos inocentes corazones, Ian y Mayra deciden dejar atrás todo lo que pasó, perdonarse mutuamente y aprender que cada persona tiene sus defectos.