Capítulo O2O.

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Cuando TaiYang despertó, se encontró acostado en una gran cama desconocida. Su primera reacción fue mirar aún lado, cuando vio qué Reich se encontraba durmiendo pacíficamente, su corazón se calmó. Su pequeño cuerpo se aferraba a una almohada y la saliva corría de su mejilla, estaba casi al borde de la cama, un poco más y posiblemente caiga al suelo.

No pudo evitar pensar que era casi una copia misma de su mal hábito de dormir de cuando era niño.

TaiYang lo volvió a meter al interior de la cama y lo cubrió con la sábana.

Se levantó con cuidado y observó a su alrededor con precaución. Las paredes eran de un color blanco puro, aparte de la gran cama en la que despertó, no había ningún mueble extra en la habitación. Sin embargo eso no quitaba el hecho de que se sentía mucho más acogedora que las habitaciones en las cuales los habían encerrado anteriormente.

Lo que más le gustaba era el aroma a bosque que había en la habitación, no sabía si era una clase de incienso o no, pero le recordaba al gran Tate gris. Aunque no sentía una sensación de pánico ni ansiedad al despertar en una habitación desconocida, aún quería descifrar donde estaba.

¿Qué pasó con el gran tipo y los dos pequeños?, no creía que los militares lo hubieran encontrado y capturado mientras dormía. Principalmente porque dudaba que los dejaran descansar tan a gusto en una habitación, o que no se hubiera despertado durante todo el proceso.

Justo antes de qué pudiera intentar caminar hacía la puerta para averiguar si se encontraba cerrada o no, está se abrió por si sola, dejando entrar a una nueva persona.

⎯ Estás despierto. ⎯ El hombre que entró en la habitación sorprendió a TaiYang.

Si él media alrededor de 1'78, entonces este hombre debería medir cerca de 1'90 aproximadamente. Tenía el cabello blanco y largo como una cascada de seda, quizás lo que más llamaba la atención de TaiYang eran esos ojos que parecían ser casi completamente blancos, junto con las dos protuberancias que él llamaba cuernos sobre su frente.

Le recordaban a cierto gran Tate gris.

Los pensamientos de TaiYang parecían estar escritos en todo su rostro y Gina los pudo observar de un vistazo.

Él extendió su mano hacía Taiyang. Algo confundido, y sin saber bien por qué, TaiYang tomó su mano también.

Gina inclino su cuerpo hacía adelante y llevó su mano hacía sus labios. Ante esa vista, la loca idea creció en su cabeza y sus mejillas se sonrojaron, justo cuando TaiYang pensó que la besaría, se detuvo.

Aún así no soltó su mano y la mantuvo con él a una distancia cercana. 'Ah, ¿No era un besó?'. No, no lo era.

No parecían ser las intenciones de Gina, pero aunque no la besó. TaiYang todavía sintió que su mano ardía al sentir su aliento caliente contra su piel al hablar. ⎯ ¿Se ve demasiado mal?

TaiYang no sabía a qué se refería, pero quería negarse.

Gina solo había acercado su mano para percibir el aroma característico de TaiYang, como una pequeña bestia que quería recordar el olor de la persona que lo acarició.

TaiYang no supo cómo reaccionar por un minuto. Nunca se consideró una persona demasiado amante de la belleza, pero debía admitir que está era la persona más atractiva que había conocido y toco en sus puntos estéticos personales.

Incluso el cabello blanco que pensó que sólo se veía bien en los ancianos. Sentía que no había persona más apta para llevar ese color y no tener una sensación de discordia.

⎯ Se ve bien. ⎯ Respondió. Se ve demasiado bien, pensó.

Tan bien que sentía la necesidad de frotar su cabello para saber si era tan suave como se veía.

La Receta Para un Matrimonio Interestelar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora