Eso dolió...

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Hola, se que hace un tiempo que no actualizo, pero es que ando con algunos problemitas personales, les pido disculpas y espero disfruten este capítulo. Por favor comenten y voten me super ayudarian.
Besos intelligent-emotion.

"Prepara tus cosas y arreglate, hoy seguramente sales de aqui; Mia te quieren adoptar"...
En ese momento entre en pánico. Lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos descontroladamente. No se bien que me pasaba, no podia entender quien me queria adoptar. ¿Porque? Me preguntaba mentalmente. Nadie queria niñas de mi edad para adoptar, ademas todos buscaban los huérfanos mas "bonitos" rubios, ojos celestes, esbeltos, dulces, simpaticos y todo eso. Yo realmente carecia de todo eso. ¿quien en este mundo me queria a mí? Dios en ese momento eran tantas preguntas; todo tan precepitado, que mi cuerpo no me respondio, me jugó una mala pasada y en menos de lo que canta un gallo, me precipite pesadamente hacia el suelo. Y si, al parecer me habia desmayado, porque cuando abrí mis ojos habia muchas personas a mi alrededor, mi adorada consuelo al verme despertar se abalanzó sobre mi y por un momento no podia respirar, ella al notarlo se quito de encima mío y me miro preocupada. ¿Estas bien Mia? Si respondí yo, en un hilo de voz. En ese momento note a dos desconocidos que me miraban con una agradable sonrisa. Ellos son me dije para mis adentros.
Horas más tarde, no se como, ni en que momento; pero ya me encontraba en la casa de Carla y Thomas; si ese era el nombre de los desconocidos que luego de hablar con la madre superiora acerca de que querian adoptar por no se que motivos, terminaron acordando de que yo era la "indicada" y que luego de unos papeleos, que harian pasado un mes, se convertirian en mis padres.
Me trasladaron a su casa en un elegante auto.
Recuerdo cada detalle de su hogar, todo era muy elegante y sofisticado; su " humilde morada" como ellos le llamaban era inmensa. Grandes y pesados muebles de un color marron intenso, un living con varios sillones de color blanco, miles de puertas pasillos y cuartos diferentes, una imponente escalera de caracol, por la que debia subir para ir a la habitación que me habian designado. Al entrar en mi cuarto lo primero que recuerdo que note fue que un arcoiris habia vomitado allí, era toda colorida, con un amplio ventanal y un hermoso balcon. Aparte de que parecia el cuarto de un payaso por todos los colores juntos con la que lo habian decorado, odie las paredes, eran de color rosa niñita caprichosa. Y si despreciaba y siempre despreciare ese color. Sali de ese lugar cuando me llamaron a cenar y fue en ese momento cuando me di cuenta de que habia otra presencia en la mesa que aun no conocía, era un joven, de cabello corto castaño oscuro, algo morocho y con unos ojos de un tono que no podia descifrar en ese momento.
Lo que si note es que me observaba con cierto desprecio. No le preste atención y me sente en una silla acercandome mas a la gigantesca mesa, todos voltearon a mirarme; fue entonces cuando Thomas corto el silencio incomodo y empezó a hablar con el muchacho, le dijo muy lentamente como seleccionando cuidadosamente cada palabra, "hijo ella se convertira en muy poco tiempo en nuestra hija por lo tanto también sera tu hermana, a si que con tu madre esperamos que la cuides y la quieras tanto como nosotros a ti." El chico me miro por unos segundos haciendome sentir incomoda, hasta que insinuo, como se puede querer a una piedra en el zapato.
Se levanto rápidamente, tiro su servilleta hacia el suelo y se marcho a paso firme y rapido.
Eso dolio me dije para mis adentros, en el mismo momento en el que lagrimas comenzaban a emanar de mis ojos...

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