Claim You ~ ᵗᵃᵉᵍʸᵘ

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Entender que había cometido una estupidez le costó únicamente dos días después de haber aceptado ir a la celebración de HueningKai. Y es que, contrario como había creído que sucedería, BeomGyu no ha recibido ningún tipo de provocación, “amenaza”, reclamo, grito o insinuación por parte de cierto chico al que quiso provocar con eso.

En cambio, sólo ha recibido la filosa indiferencia de Kang TaeHyun.

Ni siquiera entiende qué es lo que le preocupa ya en este punto. Con respecto a la relación inicial que mantenían, hace varias semanas que ellos dos ni siquiera tienen un encuentro casual como era su costumbre. Contrario a ello, ahora sólo puede percibir las malas miradas que el pelirrojo le envía de vez en cuando entre los pasillos del instituto o cuando va a casa de la señora Lee, y eso no es como que le agrade demasiado.

Una tarde, incluso, BeomGyu estaba cocinando bulgogi y hotteok —para el postre— junto a HaNaa porque los había invitado a cenar a él junto a sus padres y le fue imposible no llegar un par de horas antes para ayudarle. Recuerda que todo iba de maravilla hasta que TaeHyun entró en la cocina con cara de pocos amigos —lo normal en él— mientras fingía no haber nadie más a su alrededor. HaNaa trató todo lo que pudo el no tomarle importancia, después de todo era su nieto de quien se trataba y lidiar con él nunca ha sido tarea sencilla, pero el silencio de incomodidad no es algo que le gustara a BeomGyu en lo absoluto.

—También vives aquí. Tal vez podrías considerar ayudarnos, ¿no crees? ¿O te gusta ser un parásito?

TaeHyun cargó en su mano una botella de agua cuando lo vio fijamente. La tensión que se generó apenas sus ojos se cruzaron podría haberse cortarse con el cuchillo menos filoso de la cocina de HaNaa, por lo cual también ella lo percibió y la hizo sobresaltarse un poco cuando su nieto salió dando zancadas sin decir palabra alguna.

Algo en el pesado suspirar de BeomGyu hizo que sus pensamientos hagan clic.

A HaNaa lo abordó rápido una sonrisa boba.

—Ay estos jóvenes de hoy en día, se complican demasiado la vida.

—¿Qué quiere decir con eso, Noona?

—Nada, Beomie, sólo estoy delirando.

Pocas horas después ambas familias se encontraban conversando amenamente mientras disfrutaban de la cena. Para HaNaa fue ciertamente divertido la notoria diferencia entre la simpatía y buen ambiente de los Choi con Daniel con el casi absoluto silencio de su hija y su nieto.

—¿Y tú, Tae? —preguntó la mamá de BeomGyu, queriendo hacerle plática al chico que no había mencionado palabra alguna desde que llegaron—. ¿Cómo te va en la universidad? Hace mucho que no te veíamos y has crecido mucho.

TaeHyun alzó levemente la mirada, totalmente indiferente.

—Bien, por supuesto. Soy el mejor de mi clase.