Bambi
Salí del baño con dos cosas bien aprendidas. La primera, nunca juntes a españolas e italianas en un espacio reducido como por ejemplo un baño. Y la segunda, no intentes sacar información a la fuerza a una española cabreada.
Va muy en serio, Lucía casi me mata cuando le pregunté por mi hermano. Pero cuando les expliqué que no apoyaba esa relación, las llamas en sus ojos se apagaron. O al menos, se atenuaron un poco.
Descubrí que Alessia y Lucía también eran buena gente, después del momento fangirl las cosas se tranquilizaron y pudimos conversar y conocernos mejor. Las dos adoraban leer y Lucía estaba un poco viciada a twitter, algo comprensible.
Las cuatro volvimos a la mesa, donde Martha le había robado la silla a Ángela para poder sentarse al lado de Thomas. Ella le fulminó con la mirada y cogió otra silla para sentarse a mi lado.
El resto de la noche fue bien, los extranjeros de este año resultaron ser mejores que los del año pasado. Eran más extrovertidos, esta era su primera noche con desconocidos y habíamos hecho buenas migas.
Excepto con Martha. Las dos españolas y Alessia no se dignaron a mirarle en toda la cena y juntaron sus sillas a Ciara, Andrea y Sami. Kane hizo lo mismo y mi pobre hermano se quedó en una esquina de la mesa con su novia. Le vi suspirar levemente cuando las tres les dieron a espalda. Ay Thomas...
Al día siguiente era lunes, su primer día de colegio aquí. Por la mañana descubrimos a Lucía en nuestra misma parada de autobús, con los ojos medio cerrados y un vaso humeante en la mano.
-¿Café? -pregunté cuando llegamos junto a ella.
Negó con la cabeza.
-Es chocolate. No me gusta el café.
-Entiendo lo de tu cara ahora -observó Ángela.
Lucía le intentó fulminar con la mirada, pero con los ojos tan cerrados no hubo cambio alguno en su expresión. Nosotros tres reímos. Ah, sí, también estaba mi hermano. Se mantenía un poco apartado. ¿Qué mosca le había picado?
Antes de que le pudiera preguntar nada, algo me hizo un placaje.
-¡Maille! -grité recomponiéndome del susto-. ¿Qué tal, ganaste el sábado?
Mi amiga asintió orgullosa.
-La semifinal será en tres semanas.
-¡Enhorabuena! Mira, te presento a Lucía y a Ángela. Son españolas, Ángela se queda en mi casa -le expliqué.
Congeniaron bien. Al rato vino el autobús y nos montamos. Yo me puse con Maille, Ángela con Lucía y Thomas solo. Estuvo todo el viaje mirando de reojo a alguien, pero la chica que tenía delante me tapaba la vista y no podía ver a quién. Estaba decidido, esta noche sería noche de confesiones de hermanos. Y no se me iba a escapar.
El día fue corto. Lucía bostezó unas cuantas veces y casi se queda dormida en el discurso de Mrs O'leary, pero nada fuera de lo normal. Por lo demás fue bien. Nos organizaron en clases, a mi me tocó con Maille y Ángela, perfecto. Después nos repartieron las agendas y los horarios según nuestras opciones. A los extranjeros se los llevaron después para enseñarles el recinto mientras nosotros empezábamos las clases.
Ángela
-No te vas a creer con quién me ha tocado en clase -bufé al ver a Lucía salir de su aula.
-Sorpréndeme.
-¡Nuestra gran amiga Martha! -dije en voz baja por si alguien nos entendía.
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Do we wanna know?
HumorNo sé yo si quiero saber cómo llegasteis a esto, pero... ¿qué más da? ¡A divertirse!