Capitulo 4 - Antes y después

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En el pasado, más que todo, cuando eramos niños, creíamos que el mundo se dividía en dos partes, el bien y el mal. Pero al crecer, empezamos a ver matices de cada uno, que una persona no era mala porque quería, o que no todo lo bueno viene de forma sincera y pura.

Es triste, que en algún punto de este descubrimiento, de alguna u otra forma, terminamos heridos.

Nada se aprende sin pagar algún precio; Y fue justamente que alguien con un corazón sensible, aprendió estas complicadas reglas, de una forma tan horrible, que se termino pudriendo con el resto de la sociedad.

Pocos conocen su historia y a pocos les importó en su momento. Pero aquellos que le dieron una lección de la vida, ahora iban a lamentar cada momento de haberlo hecho.

O esas fueron sus últimas palabras antes de desaparecer en la nada.

O esas fueron sus últimas palabras antes de desaparecer en la nada

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"Los jóvenes no saben nada sobre la vida"

¿Cuantas veces tuviste que escuchara está frase?, seguro que muchas. ¡Pues bien!, he de decirte que no es algo nuevo, tu padre, tu abuelo, tu bisa abuelo e incluso tu tatarabuelo, también lo escucharon.
Así como ahora:
Un viejo comerciante que veía al joven príncipe pasar con sus nuevos amigos del instituto militar, decía esta misma frase al tiempo que con un movimiento de cabeza negaba completamente su comportamiento. ¿Cual comportamiento?, te preguntarás.
Bueno, su reproche venía de como los tres jóvenes jugaban con unas frutas y verduras que compraron en el mercado en el que se encontraban: Hacían malabares e imitaban a los bufones, siendo este, un chiste común entre los soldados más jóvenes, que no respetaban ningún trabajo que no fuera el suyo.

Mientras que para algunos, como el viejo comerciante, por ejemplo, les parecía una actitud reprobable, para el joven príncipe era como sentir lo que era vivir una vez más.

— Jajaja ¡Mira! ¡mira! -Pidió con entusiasmo Blueberry- puedo hacer que esta zanahoria se mantenga equilibrada en mi nariz.

— ¡Así que chiste! ¡La zanahoria tiene la forma para que la equilibres! - Replicó Red con molestia.

— ¡Ja! ya te quiero ver intentándolo -Reto Blueberry.

— Te demostrare que es la cosa más sencilla del mundo.

Los jóvenes pasaron su tarde jugando, bromeando, haciendo travesuras en general. Hasta que finalmente regresaron a la cabaña garabateada.
Así mismo, se repitieron los eventos como la primera vez que vino el príncipe a la cabaña, hablaron un rato hasta que Blueberry decidía salir de está para recoger bayas; Y aunque para el príncipe el tiempo que pasaba afuera era el mismo, sus amigos decían que estaba tardando en volver más de lo normal últimamente.

La respuesta ya la tendrán algunos.
Aquel bosque aun era "habitado" por el misterioso hombre...

— ¡Oh! ¡Dustin! -Exclamo alegre el joven.

"Dustin", dio un pequeño brinco en su lugar, como si el nombrarlo lo hubiera asustado de una pequeña forma, pero al voltear y al ver al joven, su alma se tranquilizo y siguió en sus labores.

— Oye, ¿no me dirás ni un hola? -Pregunto el joven- Yo creía que eras un hombre distinto, Dustin. Alguien educado, ¡que saluda a sus amigos!

El hombre soltó un suspiro con algo de fuerza y miro nuevamente al joven.

— Hola -Dijo y siguió en lo suyo.

— ¡Hola! - Respondió alegre- ¿Y que haces?

Pregunto el joven nuevamente, pero se quedó hablando solo, pues el hombre no le quiso responder, en ese caso, se dispuso a deducir.

— A ver... Unas ramas... Unas hojas, ¿En serio vives en el bosque?

— Escucha niño, no tengo tiempo para hablar contigo, esto no es de tu incumbencia y es mejor de que te largues ahora -Advirtió el hombre.

—¡En primer lugar! No soy un niño, tengo casi diecisiete años.

El hombre se detuvo nuevamente y se le quedó mirando como si algo lo hubiera dejado perplejo; Acto seguido levanto su mano y contó con los dedos alguna cosa, seguramente su edad.

— Eso significa que en siete años tendrás veintitrés años... ¿Como dijiste que te llamabas?

— Blue, Blueberry.

Más silencio los hizo presencia; y ahora el joven ya empezaba a tener cierta tensión muy incomoda. Tenía un mal presentimiento repentinamente de ese hombre, decidiendo retroceder en sus pasos.

— ¿Por qué lo pregunta, señor?

— Por nada, solo... me sonaste familiar.

...

— Familiar, ¿eh...?

Durante el regreso de Blueberry a la cabaña, una sensación no lo dejaba en paz, es como si un gran viento frió entrara por su nariz y deslizara incómodamente por su corazón, junto una presión en el mismo lugar, ligera, pero insoportable.
Pronto el oxigeno parecía que no entrara, tenía una reacción incontrolable, y al llegar a la cabaña todos se dieron cuenta en el estado de animo en el que estaba el joven.

— Hola Blue, ¿que pasa te ves agitado? -Pregunto Red.

— Yo... No se... Creo que... Tengo un mal presentimiento -Respondió.

— Hey amigo... parece más que tienes un ataque de ansiedad, ¿que paso allá afuera? -Pregunto Sans.

— No estoy seguro... no pasa nada... Estaré bien.

...

El final del día se acercaba, el sol dejaba un rastro anaranjado por el cielo y se acentuaba por el horizonte, era el turno de la luna vigilar desde lo alto a los pequeños seres de este mundo terminar sus labores del día y continuar con los de la noche.
Los lugares diurnos eran tiendas comunes, floristerías, fruterías, boutiques. También restaurantes, baños públicos y demás. Todas estás iban cerrando al oír una gran campana que se encontraba en la torre más alta del castillo de Spe siderum que indicaba la tercera hora importante del día, seis de la tarde, hora de volver a casa. Para algunos.

La luna se entretiene con el espectáculo de las luces nocturnas de las tabernas al abrir sus puertas a miles de personas que no están complacidas con sus miserables vidas y necesitan ir a espectáculos montados por mujeres y hombres también urgidos por un nuevo billete en su bolsillo; Aunque no todos viven en la noche por problemas personales, otros solo van para satisfacer sus asquerosos fetiches, sea cual sea el motivo, la única regla es divertirse.

Está noche impactaría de forma negativa al reino de Spe siderum, y a pesar de los años de guerras, esto apenas era un calentamiento aún.

Verdadero amor (DustBerry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora