Capitulo 6 - La carta.

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La tristeza, sombra en el corazón, 
Se posa como un velo de dolor,
Susurra secretos en la soledad,
Pero también enseña a sanar.

En lágrimas silenciosas se expresa,
Un eco que en el alma se adhiere,
Como un río que fluye sin cesar,
Llevando consigo el pesar.

Pero en su manto, también hallamos luz,
La empatía que nos une a los demás,
La melancolía que nos hace humanos,
Y nos muestra que somos vulnerables.

...

La investigación de los Caballeros Reales de Spe Siderum y Somnia Fabula resultaba ardua, a pesar de contar con múltiples indicios. Cada desaparición dejaba tras de sí signos de lucha, pero nadie había escuchado ni visto nada relacionado con los incidentes.

Las respuestas obtenidas eran las siguientes:

En el sombrío rincón de una habitación iluminada solo por la parpadeante luz de una vela, el caballero Cross escrutaba al testigo con mirada penetrante.

— ¿Tiene información precisa sobre lo ocurrido? —Preguntó Cross.

— No, simplemente desapareció durante la noche.

Así su investigación los guío a la penumbra de la biblioteca antigua del seminario, esté envolvía a Epic mientras reflexionaba sobre sus palabras. Las sombras de los silenciosos monjes/estudiantes danzaban en las estanterías llenas de secretos ocultos. 

— ¿No escuchó ningún ruido? ¿Notó algo extraño en la víctima? —Preguntó Epic.

— No, parecía su rutina habitual, ocupado y absorto en sus pensamientos, nada fuera de lo común.

La impaciencia se reflejaba en los ojos de Cross mientras se alzaba de su silla y golpeaba la mesa con un puño enfurecido, ahora en su oficina interrogando a los guardias. 

— ¡¿Cómo es posible que nadie se percatara de la llegada de alguien en su habitación?! —Preguntó exasperado Cross.

— Lo lamento, mi señor... El único momento en que algo pudo haber sucedido sería durante el cambio de turno.

Luego de un tiempo, pararon a descansar en una pequeña panadería, mientras pensaban en la respuestas de los demás testigos, teniendo ganas de rendirse, pensando que no encontrarían nada.
Ya saliendo del lugar fueron a su siguiente destino, el cual sería el instituto militar. No le tomó mucho reunir a los estudiantes y preguntar quienes eran los más cercanos o llegaron ver algo del crimen, para nadie era un secreto que el estudiante desaparecido siempre andaba como un chicle a su amigo Red, y ahora el príncipe, pero este no fue cuestionado y se centraron en alguien que lo conociera mejor, pues el príncipe apenas llevaba un par de semanas allí.

— ¿Vio algo sospechoso en la victima? —Pregunto Cross.

— La verdad si, ese día cuando regresábamos a una cabaña en medio del bosque, el solía siempre salir a recoger moras o algún tipo de baya que se encontrara cerca. 
Un día conoció a alguien, nos contaba de el cada que se lo encontraba, y eso duro como... ¡tres días! Pero la ultima vez, el se veía algo... desanimado, como si algo o alguien le hubiera dicho algo malo, de hecho, dejo una carta muy extraña... —Respondió Red.

Finalmente, un rayo de luz, algo que les indicaría al menos un indicio de lo que sucedió. 

"Queridos amigos y mentores,

Hoy me despido.

He comprendido que ni el estudio ni la lucha son mi camino. Partiré con un nuevo amigo llamado 'Dustin', quien me comprende. Gracias por todo.P.D.: Junto a otros, incluyendo a Sans, nos alejaremos. No nos busquen."

Sus miradas se posaron con atención en las palabras que contenía, palabras que prometían desvelar el enigma que los había inquietado.

Inspirados por la carta, los caballeros avanzaron hacia la habitación donde la victima había estado por ultima vez. A primera vista, no fue agradable, la cama tenía las sabanas por los suelos, la ropa también y algunos libros, todo indicaba que pasó lo mismo que los demás, una pequeña pelea que no termino muy bien.
Otros detalles serían: marcas en el suelo, muebles derribados y objetos dispersos.
Además, entre la evidencia de la lucha, encontraron un pedazo de tela cubierto de polvo, pensaron que les sería útil, así que la tomaron con mucho cuidado con unos guantes y lo metieron en una pequeña bolsa.

Después de recopilar las evidencias en la habitación, los caballeros Cross y Epic se dirigieron con paso decidido hacia los aposentos del rey. Quien los recibió en su cámara privada.
Los caballeros presentaron ante el rey las pruebas de la lucha, estas se podían apreciar gracias al poder de Cross, de manifestar sus recuerdos como pequeñas pinturas en el aire, y luego, le entregaron la carta que habían encontrado.
Mientras el monarca examinaba detenidamente la carta, una expresión de preocupación cruzó su rostro. 

El rey, en la esplendorosa cámara real, llevó con suavidad y delicadeza a acariciar con la yema de sus dedos la marca que obtuvo de nacimiento por el lado derecho de su barbilla. De esa marca brotó una inusual tinta, que se derramó elegante y perpendicularmente hacía la tela hasta envolverla por completo, llegando a hacerla levitar por unos segundos.

Le tomó varios minutos a la tinta mantenerse en este estado, hasta que finalmente en un último suspiro de misterio, dejó caer el pedazo de tela sobre la mesa con un suavidad.
En el tejido, la tinta se movió de manera intrigante, tomando forma y creando una figura enigmática, la figura emergió con gracia en el tejido.
Era un hombre encapuchado, su rostro oculto en las sombras de este. Lo único que destacaba con un fulgor sutil era el gran poncho que envolvía su cuello y hombros, mientras el rostro permanecía oculto en el misterio.

— Lamento que no les pueda dar una imagen más detallada, pero esto creo que les puede ayudar, ¿no? —Pregunto el rey.

—Es... Perfecto, creo que ahora sabemos un poco al menos del posible secuestrador... Aunque me parece que esto no pudo hacerlo el solo.

— Por ahora... Les puedo dar un indicio de por donde su pudo haber ido...

Con un solo movimiento de su mano hacía el cajón, la tinta se dirigió con precisión para luego salir impresa en un papel junto con el vago retrato del sospechoso y un mapa curioso que daba a la salida del reino y un poco más allá.

— Sigan la línea de tinta en el suelo del mapa con su equipo, y sean precavidos.

Ambos caballeros asintieron y tomaron el papel, dispuestos a salir, pero, justo después de ese momento llegó el príncipe Paper jam, acompañado de lo que muchos tomarían como un bufón, aunque en realidad era la mano derecha del rey.

— Si no he oído mal por este chiste andante —Dijo el príncipe refiriéndose a su acompañante— Tu me has llamado, padre.

El rey alzo la mano pidiendo, sutilmente a los caballeros para que se retiraran por completo y luego cruzo sus manos por detrás de la espalda— Ow, ¿porque le hablas así a tu tío Fresh?, y ¡claro que estás en lo correcto Jammy!, te mande a llamar para quitar tus dudas... —

¿Quieres saber los detalles...?






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⏰ Última actualización: Nov 15, 2023 ⏰

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Verdadero amor (DustBerry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora