𝐃𝐀𝐘 𝐅𝐈𝐕𝐄: Historical AU

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𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐂𝐀𝐋 𝐀𝐔
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Bailes, odio y detesto los bailes con todo mi ser, la gente es tan hipócrita y singularmente observadora, mete sus narices donde no debe ni le concierne, y eso lo detesto

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Bailes, odio y detesto los bailes con todo mi ser, la gente es tan hipócrita y singularmente observadora, mete sus narices donde no debe ni le concierne, y eso lo detesto.

¿Por qué debe tener más importancia la vida ajena que la tuya propia? Es tan tonto, y no es culpa mía que sus vidas sean tan aburridas como para meterse en la de otros.

Y es que había un rumor que me hacía hervir la sangre, era tan detestable y no tengo idea de cómo es que lo sigo tolerando, es inaudito.

Me tachaban de ser el amante de Uchiha Shisui, quien por cierto, era un pariente lejano, de parte de mi padre, quien poseía una gran fortuna, y debido a ello se nos era invitados a eventos sociales dignos de la realeza, a los cuales preferiría no asistir, pero estoy obligado, sino doy la cara daré a relucir que lo que se dice de mí me afecta y es verdad.

Y en una gran cantidad de los hechos admito que es cierto, pero lo hago ver como una mentira porque no quiero que nadie se entere del romance que llevo con él, es algo que solo nos involucraba a nosotros dos y a nadie más, porque éramos los únicos encargados de nuestras acciones y sentimientos, nadie más externo a nuestro amorío debía de meterse en lo que no debe, pero claro, sino fuera un pecado estar con otro hombre no tendría tanto revuelo en la sociedad, para los demás estoy maldito, pero no hay nada que puedan comprobar todavía, es pura casualidad que piensen otra cosa con respecto a la relación que tengo con Shisui.

Y es que resulta que desde pequeños nos llegamos a entender demasiado bien, a partir de ahí fuimos tan cercanos el uno al otro que parecíamos hermanos, en aquel entonces nadie pensaría nada indebido con respecto a nosotros, tan solo éramos niños, nada más quisimos mantener las viejas costumbres, esa era nuestra excusa.

Pero algo me decía que había un soplón, para saber de quién se trata, es complicado poder imaginarlo.

Me recargo en una pared fría, paso por mi garganta el pedazo de un bocadillo dulce y empalagoso al mismo tiempo, me fijo en las mujeres de largos vestidos opacos, de finos rasgos y de porte perfecto, ¿por qué ninguna de ellas me atrae? ¿Por qué no me puedo animar a ir hacia alguna joven y preguntar si le gustaría concederme alguna pieza? Y es que la respuesta es clara, no quiero, ninguna me interesa.

Solo puedo tener en la mente a ese hombre que me observa con una mirada penetrante, una sonrisa ladeada y traviesa, sabe lo que me provoca y aún así el muy descarado... Una parte de mí lo odia, y otra quiere ir hacia él y besarlo como si no existiera un mañana, pero demuestro que soy un chico decente, que no babeo por él y soy yo quién da las oportunidades.

Le saco la lengua y me dedico a seguir comiendo, esta vez más rápido y con más rudeza, me volteo para ya no verlo más, el muy maldito se ve tan atractivo que no puedo despegar mi vista de él, dudo en dejar de hacerlo, es raro que se peine, aunque siendo sincero me gusta más que su cabello levemente rizado tenga un aspecto más desaliñado, nunca se lo confesaré con tal de no vencer mi orgullo.

ShisuIta Week ━━ 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora