ShisuIta Week ━━ 2022

𝐃𝐀𝐘 𝐎𝐍𝐄: Proposal

𝐏𝐑𝐎𝐏𝐎𝐒𝐀𝐋
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Nervios, "si tuviera que compartir mi vida entera contigo... Lo haría sin dudar" ¿por qué eso tendrá que darme nervios? Es absurdo.

Nunca planeé casarme, lo admito, pensé que sería ese tipo de hombres que se quedan solteros de por vida, no resultaba tan malo, digo yo, tampoco es que tuviera una urgencia por encontrar pareja y comprometer nuestras vidas.

Pero, entonces él llegó y cambió mi perspectiva del mundo.

Estudiaba la carrera de psicología en la universidad, llevaba apenas un mes cuando un chico se acercó a mí, de apariencia fúnebre, con pintas de metalero y bastante raro, su piel era tan blanca que fácilmente lo podías confundir con alguna estatuilla de mármol en un museo, llevaba el pelo largo, caído, desparramado por toda su cara, unas ojeras remarcadas que te daba a entender que no dormía mucho, ropa negra de estilo gótica y una cara de pocos amigos que bien y puedes malinterpretar si le caes mal o simplemente así era su rostro naturalmente.

Me aferré a mi asiento nervioso, pensé que había hecho algo malo a pesar de que nunca le había hablado en mi vida, pero él solo se acercó a mí para aclarar ciertas dudas con el tema que el profesor estaba explicando hace unos minutos, no hizo tanta falta ponerme tan nervioso como lo hice aquella vez.

Mi intención, a partir de ahí, no fue tanto seguirle hablando, pero curiosamente siempre era él quien me buscaba, y eso era extraño, puesto que no le hablaba a nadie más que a mí.

Un día fuimos amigos.

Un día me comenzó a gustar.

Un día lo besé, y al otro lo invité a salir conmigo.

Y ahora, estoy aquí, frente a un espejo con un traje costoso que le pedí prestado a un amigo para la ocasión, con una ansiedad que me recorre entero, llevamos saliendo más de cinco años, las presiones sobre nosotros y el siguiente paso que deberíamos de dar recae constantemente.

No lo hago por complacer a otros.

Lo hago por mí, por él, por nosotros.

Pero en mi cabeza encierro con tinta roja las posibles variantes catastróficas.

"Es demasiado rápido, hay que esperar unos años más".

"No quiero casarme contigo"

"Es muy precipitado"

Me estaba volviendo loco, pero era imposible que él me rechazara, que este amor que he resguardado como mi tesoro más sagrado sea profanado por nosotros mismos. Somos jóvenes quizás, pero no lo suficientemente torpes como para desperdiciar esto.

Hemos vivido juntos desde hace dos años, compartimos días y noches en una misma cama, nuestras respiraciones se juntan cuando se supone que debemos soñar, y solo nos miramos sin hacer nada realmente, con el hecho de ver sus ojos, observar cada detalle en su cara, acariciarnos mutuamente, me hace sentir tan tranquilo.