EL SIRVIENTE DE OREJAS CAIDAS / 垂耳执事 (ABO)

Capítulo 2

Yan Yi se sentó frente a la puerta con la espalda contra el marco de la puerta, tratando de salir de la habitación, pero la feromona alfa reconfortante que se desbordaba de la rendija de la puerta era como un adhesivo fuerte, pegando a Yan Yi a la puerta, sabiendo que estas feromonas se liberaron en el interior para llevar la gracia del pequeño omega de Jin Yulu en la tierra, Yan Yi todavía no pudo resistir la tentación del diablo, y preferiría escuchar los jadeos superpuestos en el dormitorio y frotar la comodidad de algún alfa, hasta que el dolor de su estro se aflojó un poco y pudo ponerse de pie con el cuerpo apoyado.

   
 Mordió la esquina del guante de cuero negro sin dedos, y se quitó el guante de las manos, que estaban cubiertas de sudor frío, dejando al descubierto su mano derecha delgada y limpia. Llevaba un anillo de platino de exquisita herradura en el dedo anular, y sacó el cigarrillo del bolsillo, dio una calada y se lo llevó a los labios, respiró tranquilamente, se apoyó contra la gran ventana abierta del balcón, miró al jardinero que estaba podando las ramas en el jardín fuera de la ventana, y escupió lentamente una niebla blanca.

    
Acabo de ir a un examen físico hace dos días. El médico tenía una hoja de examen físico con pocos indicadores que eran normales y repetidamente instruyó a Yan Yi que el conejo de orejas caídas no es más frecuente que otras razas, y el período de celo es muy frecuente. Conducirá a una sobremedicación y numerosos efectos secundarios, el más importante es que causará trastornos reproductivos, lo que resultará en una alta probabilidad de infertilidad.

    
Los omegas que no pueden reproducirse serán abandonados y rechazados por toda la sociedad, Yan Yi tiene que soportar sola la tortura de las próximas oleadas de celo.

    
Miró el anillo en su dedo anular, como si mirara un montón de juguetes viejos que eran inútiles y reacios a tirar,  los acarició con cansancio y nostalgia.

    
Solía ​​ser un pequeño omega acariciado en la cama de Lu Shangjin. Tenía un carácter hermoso y gentil, pero gritaba salvajemente en la cama y su fuerza física era sorprendentemente buena. Podía servir a Lu Shangjin, que parecía una bestia, durante toda la noche.

    
Hace diez años, Lu Shangjin todavía se quedó en el Triángulo Dorado para lidiar con un grupo de traficantes de drogas, con solo Yan Yi a su lado, diciendo que este pequeño omega era su verdadero cónyuge, entraban y salían en parejas.

    
En ese entonces, Lu Shangjin era extremadamente gentil, dejando marcas de dientes que declaraban posesión en las glándulas en la parte posterior de su cuello. La fuerte y entusiasta feromona de marcado se extendió a través de las glándulas hasta el cuerpo de Yan Yi. En ese momento, aunque sabía que estaba solo su guardaespaldas, Yan Yi todavía no pudo evitar enamorarse de él.

    
"Yanyan, ¿te duele?" Lu Shangjin abrazó a Yan Yi  por detrás, se movió lentamente y besó gradualmente el hombro de la clavícula de Yan Yi. El omega debajo de él era obediente y suave, y si le dolía o no, atendería a Lu Shangjin y lo dejaría divertirse toda la noche.

"Jin, hermano Jin ... no puedes estar aquí ..." Yan Yi se apoyó en el vidrio de la ventana, vio a los peatones ocasionales que pasaban por debajo y vergonzosamente se cubrió con cortinas.

    
"El paisaje aquí es muy bueno, me gusta", Lu Shangjin, de veinte años, era duro y gentil.

    
Después de que terminó, Yan Yi  se durmió exhausto en los brazos de Lu Shangjin. Sus manos manchadas con feromonas calmantes acariciaban lentamente su espalda y sus suaves orejas de conejo, calmando y cuidando al frágil conejito blanco, incluso si volviera a suceder mañana, lluvia de balas y pistolas, y todo lo que necesitas es una noche empapada.