Hoy esta siendo una mañana muy tranquila en la clínica. Solo esta establecida una operación de reducción de pecho para Roberto. El resto son revisiones de rutina. Por lo que me dedico a poner al día las fichas de los pacientes. Esto lo suele hacer Rosa, pero se le ve tan cansada que decido adelantarle trabajo. Sale de cuentas en apenas dos días, y aunque todos insistimos para que se quede en casa descansado, es más terca que una mula, y se empeña en seguir viniendo a trabajar.
Cuando la veo coger una caja con material quirúrgico que ha llegado esta mañana, me levanto y dejando el ordenador de lado me dispongo a echarle la bronca del siglo. ¡Esta mujer esta locaaaa!
- Pero Rosa, por favor, deja eso anda. ¿que pretendes, ponerte de parto y que yo tenga que ejercer de matrona?. Creo que no eres consciente todavía de lo que una gota de sangre puede llegar a hacer conmigo...
Le quito la caja de la mano y la llevo al almacén. Cuando llego a la recepción de nuevo, Rosa está sentada en uno de los sillones de la entrada. Su tripa es tan grande que la pobre ya no puede ni sentarse normal. Solo puede recostarse hacia atrás como si estuviera en una hamaca. La miro con ternura y me siento en el sillón de enfrente. No hay nadie y me apetece charlar un rato.
- ¿Cómo esta la embarazada más guapa de esta clínica?- me río mientras le acaricio la tripa. Me fascina hacerlo. El día que yo este embarazada me pasaré todo el rato tocándome la tripa.
- La más guapa dice. Pero Julia, ¿me has visto bien cariño? Si parezco una ballena varada.
- ¡Ala bruta! No digas tonterías. Estás muy guapa, y ya no te queda nada. En solo unos días este pequeñín estará llorando y no dejándote dormir por las noches.
- Eres única dando ánimos Julia. Para que lo sepas va a ser muy poco llorón o eso espera su mamá- dice mientras se toca la tripa con gesto maternal - Ah por cierto, hablando de todo un poco. Aitor me ha llamado anoche. Creo que llega mañana.
Las manos comienzan a sudarme y me siento nerviosa. ¿Por qué me pasa siempre eso cuando oigo su nombre?. Por Dios Julia, céntrate, que hace tiempo que ya superaste la adolescencia.
- Me dijo que todo esta resuelto, y que quiere estar aquí antes de que me ponga de parto, para hacerse cargo de todo esto.
- Ah, me alegro mucho, espero que tu prima este totalmente recuperada. Aitor me contó hace unas semanas lo de su accidente,el coma y todo eso. Pobre chica...
Rosa me mira con cara desconcertada. Oh Dios, quizás he sido un poco indiscreta. Es un tema familiar y a Rosa igual no le ha gustado que yo esté enterada de el tema. Julia eres una bocazas, una bocazas de las grandes..
- ¿Mi.. mi prima?, ¿qué prima?
- Si, tu prima. Sonia creo recordar que me dijo Aitor que se llama... Rosa perdona, a veces soy demasiado cotilla. Quizás no debería haber dicho nada, son cosas familiares y...
Rosa me mira y después de tragar saliva, sonríe y me responde.
- No Julia, por Dios, tranquila. No pasa nada... Si si lo de mi prima... lo de Sonia, fue una desgracia. Pero por suerte todo parece que se ha solucionado con éxito.
Cuando llego a mi casa para comer, todavía sigo pensando en la conversación con Rosa. ¿Por qué habrá actuado de esa forma tan rara cuando le he dicho lo de su prima?. Quizás no se llevan bien, o haya algún problema familiar entre ellas, y por eso se le noto tan desconcertada e incomoda hablando de ello.
Bueno Julia deja tu vena marujil y metete en tus asuntos. Pero no han pasado ni cinco minutos y mi mente vuelve a hacer de las suyas. Esta vez es Aitor el que llena todos mis pensamientos. Dios, Diooos.. que llega mañana. Llevo casi un mes sin verle, y si dijera que no tengo ganas de que vuelva mentiría.
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Todo pero Nada
RomantikEsta es la historia de Julia y Aitor. dos jóvenes independientes, con ganas de comerse la vida y el deseo de encontrar a esa media naranja, que nos prometen desde que somos pequeños, con la que compartir su vida. Pero el pasado siempre vuelve. Un de...