~Un Beso Accidental~

523 49 23
                                    

~~~

De entre las muchas actividades escolares que ofrecía la prestigiosa academia de UA, estaban los deportes; todas las semanas tenían 2 veces a la semana clases de deportes, a veces todos juntos, otras veces separando hombres de mujeres, como por ejemplo en el caso del voleibol; pero los deportes de más integrantes eran mixtos. Y ese martes todo comenzó en el vestidor...

- Es que necesito ideas mas frescas, tu sabes, para atraer más lectores. – Hablaba Ashido Mina mientras se desvestía.

- Estoy segura que ya se te ocurrirá algo Ashido chan. –

- Ojalá porque tengo miedo de sonar muy repetitiva y que se me vayan los pocos lectores que tengo. – Decía la chica con el celular en la cara revisando la cantidad de seguidores que tenía en una plataforma en internet. - Si tienen alguna idea ayúdenme por favor, lo que sea es bueno. – Pidió la de tez rosa juntando sus manos con el teléfono en el medio y rogando con la mirada a sus amigas.

- Claro que sí, amiga, no te preocupes. –

- Gracias. –

- Creo que las mejores historias de amor con las que tienen giros inesperados en sus tramas. – Dijo Uraraka y las demás la miraron.

- Es cierto, la monotonía termina por aburrir. –

- Podrías preguntarle a Bakugou. –

- ¿A Bakugou Jirou chan? –

- Si, él tiene novia desde hace años, tienen que tener su historia de amor, supongo. – Y todas se quedaron calladas pensando en el rubio explosivo, de pronto fue como reacción en cadena.

- No creo... -

- No me lo imagino. –

- Ni yo. –

- ¡Jejejeje! – Todas se rieron y salieron de los vestidores para su clase de deportes que ese día iba a ser de béisbol. Todas las chicas salieron y el maestro no demoró en acomodar los equipos, siempre era mitad y mitad, a Uraraka le tocaba con la primera mitad de los alumnos y siempre la ponchaban en segunda base así que esta vez iba a fijarse bien hacia donde batearía Ojiro que seguía de ella en la lista. Una vez bateó corrió a primera base y esperó; Midoriya era el pitcher y le tocó recoger la pelota cuando ella la bateó suavemente a sus pies; entonces fue turno de Ojiro de batear y ella ya estaba pendiente de los movimientos de sus brazos; de un lado tenía a Hagakure y del otro a Bakugou, cualquiera de los dos era un problema así que se puso algo nerviosa. "No batees a segunda, no a segunda, no por favor Ojiro, a según... ¡Si!" Ojiro no bateó hacia donde ella iba a correr y salió despedida a toda velocidad, lastimosamente estaba tan pendiente de hacia dónde iba a batear el rubio que no se fijó que este fue ponchado en el aire, Tokoyami la atrapó y ella se quedó a la mitad entre primera y segunda base sin saber qué hacer. "¡Oh no!" Dudó si debía regresarse o no, Tokoyami la miró y ella entró en pánico así que se regresó a primera base y sólo vio al explosivo corriendo hacia ella elevando el brazo. "¡Ay no!" No lo quedaba más remedio que regresar así que aceleró y él atrapó la pelota para acelerar también. "¡Noooo!" Era evidente que el rubio era más rápido que ella así que se barrió hacia la base cerrando los ojos; Bakugou se lanzó con pelota en mano listo para sacarla del juego pero no midió la velocidad de su carrera ni ella tampoco; ambos estaban tan empeñados en conseguir llegar a la base primero que no se fijaron en lo cerca que estaban uno del otro y eventualmente se dio el contacto que levantó el polvo del campo.

La castaña estaba sobre la base y él sobre ella pero en su empeño de buscar tocarla con la bola no se fijó en qué postura cayó al lanzarse; vilmente le cayó encima y para cuando reaccionó su peso la aplastaba y sus labios quedaron uno sobre los otros. "¡Waaaa!" Uraraka abrió los ojos de par en par y vio aquellos ojos rojo carmín mirándola con las mejillas sonrojadas. Uraraka jamás lo había visto sonrojado ya que él era para con todos, una persona muy arisca. Pero lo que más llamó la atención de la castaña fue ver como elevó la cabeza separándose de sus labios quedándose suspendido unos segundos sólo mirándola a la cara, como si se hubiera congelado el tiempo en ese instante, sólo se miraron en silencio a unos 10 centímetros uno del otro. *Doki* *Doki* *Doki* El corazón de Uraraka comenzó a acelerarse más y más cada vez mirándose en esos ojos carmín y él ni siquiera parpadeaba, quizás fueron segundos pero realmente parecía que el tiempo se había congelado para ambos; Bakugou sólo la miraba.  

~Los Juegos del Destino~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora