~Kabedon~

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Bakugou no se pudo dormir así que hizo la tarea y cuando terminó se tumbó en la cama mirando el techo; eventualmente se quedó dormido por cansancio pero cuando su alarma sonó se sentía muy cansado todavía. Ochako por su parte despertó con los brazos algo engarrotados por estarse abrazando a sí misma, eso porque vestía la chaqueta del chico ya que vilmente le tomó la palabra, así mismo se durmió y al despertar lo primero que hizo fue buscar su foto.

- Buenos días Bakugou kun. - Dijo con una sonrisita. 

Pero aunque despertó fresca para comenzar su día, cuando le tocó toparse con el chico en el área común se detuvo en seco; él estaba en la cocina preparando una jarra de café y ella se sintió apenada por ello. "Se desveló por mi culpa" Se dijo a sabiendas de que él se acostaba temprano; pero a pesar de eso estaba de buen humor, demasiado buen humor. 

- Buenos días Uraraka san. - 

- Buenos días Deku kun. - Escuchó en el área común y casi rompe la cafetera; intentó controlarse pero se sentía alterado y no era por el sueño. "¿Qué puta cara le voy a poner?" Se dijo y prefirió seguir con el café a tener que voltearse; pero no era idiota, podía sentir la mirada en su nuca, sabía que ella lo estaba mirando y que eventualmente ella iba a preguntar la razón por la que borró el mensaje; él no sabía qué decirle pues simplemente se sintió mal por su novia, pero fue muy sincero en sus palabras, era eso lo que sentía, pero lo eliminó por remordimiento. "¿Y si le digo a cam? No... no sé ni cómo mierda le voy a decir algo así" Pensó que por lo pronto se haría el tonto, después de todo quedó en no verla sino hasta el domingo; pero con Uraraka el tema era diferente porque tenía que verla todo el día; podía hacerse tonto en las clases, incluso en el receso, pero eventualmente se iban a topar de frente y él tenía que decirle algo. "Claro imbécil, te largas como perro con el rabo entre las patas después de que mandó las fotos calentorras" Se sentía cobarde, que su etiqueta de macho alfa se caía a pedazos y eso no le gustaba; su propio ego lo estaba pisoteando así que tendría que elegir sus palabras para cuando se fuera a topar con ella. 

Pero que curioso resultaba ser el destino que estaba empeñado en encausar las cosas; el clima no estaba mejorando y esa mañana estaba nublado de nueva cuenta, la diferencia es que esta vez todo el mundo se llevó sus paraguas, sólo por si acaso. Bakugou desayunó en la misma mesa de siempre, la espalda de Ochako estaba 2 mesas más adelante así que, por lo menos, no la tuvo que ver en el desayuno. Después se fue a lavar los dientes, tomó sus cosas y se marchó; ella le miró irse pensando en que quizás quería hacerse el tonto pues estaban todos sus compañeros. "Quizás es eso" Se dijo y enfiló para arreglarse; después en el edificio de clases no lo vio, cuando llegó al aula él no estaba; aunque lo buscó, él no apareció sino 2 minutos antes de que sonara el timbre; caminó a su lugar con las manos en los bolsillos y se sentó desparramándose en la silla como siempre. 

El día comenzó de manera normal, el cielo seguía nublado y el clima estaba fresco y agradable; durante los cambios de clases algunos salieron al balcón sólo a disfrutar de la brisa que anunciaba la inminente lluvia. Pero era jueves y los jueves la clase 3-A tiene clase de educación física, que no es lo mismo que la clase de deportes; los martes ellos jugaban algún deporte, esta vez les tocaba hacer ejercicio. Saltar, correr, estirar, carreras y cosas de ese tipo; algo de gimnasia también y a los chicos no les gustaba porque no implicaba competitividad; las chicas sí lo disfrutaban más, era una clase para relajarse. Así pues a las 11:30 a.m. salieron del aula con sus maletines deportivos, esta vez se cambiarían por el pantalón azul, la camiseta blanca y la chaqueta.

- Si todo sale bien llueve ahora y nos cancelan la clase. - Dijo Kaminari y Ojiro le dio la razón. 

- Ojalá. - 

~Los Juegos del Destino~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora